¿Controlan los pedagogos el Facebook?
Reconozco que no me había pasado nunca. Sé que cuando estaba en Twitter, ahora renombrado X, había algunos que tenían ganas de tumbar mi cuenta y que, por eso, en alguna ocasión me llegó alguno de esos avisos de “has sido denunciado por tal o cual publicación”. Desde que abandoné esa red, dejándola solo para publicar los artículos de este blog o contestar a los mensajes privados, la cosa se había calmado. Bueno, se había calmado en mis redes sociales en general ya que le había dado una mayor importancia a Facebook. Y ahí la cosa, al menos para mí, está más tranquila. Una red que abandoné hace muchos años y a la que ahora le he dado una segunda (ni mejor ni peor) vida en mi página (¡haciendo un poco de publicidad innecesaria!).
Pues bien. Resulta que por lo visto los pedagogos controlan Facebook. Mi última publicación (enlace), relacionada con una ligera crítica a lo que hacen algunos pedagogos, especialmente los más mediáticos, ha tenido un problemilla. Un problemilla que se me ha comunicado con el siguiente mensaje.
Por lo visto la tecnología, supuestamente creada por pedagogos expertos en inteligencia artificial, ha dicho que mi publicación “se parece a otras que incluyen contenido violento y gráfico”. Lo sé. Lo dicen para hacerme callar. Para que mi publicación no sea visible ni compartida y que no pueda desmontar el discurso del cónclave pedagógico. Ojalá hubiera sabido, antes de publicarlo, que Mark Zuckerberg era pedagogo o pertenecía al colectivo DIME. Seguramente hubiera hilvanado un texto diferente para no ser detectado por la inteligencia artificial de Dewey.
Supongo que será por el contenido porque, sinceramente, si hay pedagogos que se sienten ofendidos por la siguiente imagen es para soltar una amplísima carcajada. Al mismo nivel que la que suelto cuando leo determinadas cosas que publican en sus redes sociales, al ver cómo defienden lo indefendible o, simplemente, al encontrártelos en la sección de saldos 2.0.
A ver si va a ser que los pedagogos no tienen sentido del humor, tienen más poder del que parecen y se hallan tras Facebook. A ver si va a ser eso. O, tal vez es que la imagen, más que el texto, les ofende por tener la mente muy sucia y establecer un determinado tipo de comparativas. Quizás por eso sean tanto de refutar evidencias y análisis cuantitativos. Quién sabe. Yo, al menos, no lo sé.
Un abrazo a los que os pasáis por aquí. Hoy sé que he sido muy malo habiendo escrito tanto. Y, en el caso de que te sientas aludido por este post… no lo hagas. Este es un simple post de humor. Muy malo, pero es lo máximo que la paella y la siesta de hoy le permiten a esta hora a mi única neurona.
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