10 errores habituales de la digitalización educativa

Hace un rato se me ha ocurrido decir en la red del pajarito que “pantallización no es digitalización” y, dándole vueltas a esa frase, me he propuesto en este post desarrollar un poco más la idea que subyace tras la misma.

Voy a hablar del concepto de digitalización desde el punto de vista educativo. De los errores que, siempre según mi opinión, se están cometiendo al abordar todos los procesos, mal llamados de “digitalización educativa”, que se están llevando a cabo, tanto en centro educativos de forma individual como a nivel administración. Hay administraciones que lo hacen mejor que otras. Algo que también sucede según centros. Pero, como he dicho antes, voy a hablar de los errores más habituales a la hora de abordar procesos de digitalización.

El primer error, y quizás el más habitual, es el confundir digitalización con dotación de equipamiento tecnológico (léase pantallas de cualquier tipo: ordenadores, tablets, pantallas digitales, proyectores, etc.). Digitalización no es dotar de equipamiento. Digitalización es invisibilizar el equipamiento mediante una estrategia de centro.

Para digitalizar necesitamos equipamiento. Pero el equipamiento debe adecuarse al contexto del centro educativo y a las etapas que se impartan en el mismo. No es lo mismo digitalizar un centro educativo de Infantil y Primaria que uno de Secundaria. No es lo mismo digitalizar un determinado ciclo de FP que otro. Y no es lo mismo digitalizar un centro de las Tres Mil que un centro del Barrio de Salamanca. El objetivo final es el mismo, pero no debe abordarse de la misma forma.

En etapas inferiores de aprendizaje se debe huir, salvo casos concretos y documentados de mejora a nivel de investigación (como puede ser alumnado con determinadas discapacidades), de la introducción masiva de pantallas. Los aprendizajes iniciales son mejores si se realizan sin pantallas. Especialmente los de lectura, comprensión y rudimentos matemáticos básicos.

Debemos huir de dispositivos, fabricados específicamente, para el consumo digital. Las tablets debería ser un dispositivo usado exclusivamente por el profesorado. Jamás debería ser usado como herramienta de aprendizaje para el alumnado.

El modelo de un ordenador por alumno debería desterrarse. Todos los estudios realizados demuestran que dotar de un equipo al alumnado y uso habitual del mismo en el aula ralentiza el aprendizaje. Por ello mejor disponer de aulas específicas para trabajar con equipamiento informático o carros de portátiles.

Jamás debe procederse a comprar/dotar ningún tipo de herramienta tecnológica sin una previa formación en la misma. Una formación, tanto a nivel herramienta como, lo que es más importante, ejemplos de uso de esa herramienta en el aula. Cada materia tiene unos determinados requisitos y el uso, tanto de equipamientos como herramientas en las mismas, variará. Por eso la formación debe ser específica.

Hay cosas que van antes que otras. No tiene ningún sentido dotar de equipamiento tecnológico sin tener las necesidades básicas de conectividad cubiertas.

El proceso de digitalización debe englobar a todo el centro educativo y a toda la comunidad educativa. No entender esto es plantear mal el proceso de digitalización.

Un proceso de digitalización debe empezar por la parte administrativa (tanto interna, como de relación con alumnado y familias) y continuar por la parte pedagógica. Sí, antes va el tema administrativo que el pedagógico aunque parezca contradictorio para un centro educativo. Pero, si lo pensáis bien, tiene todo su sentido.

Y, finalmente, el error principal de la digitalización en el aula es que, por desgracia, nadie se plantea que antes de comprar cosas y apostar por determinadas herramientas, existe una necesidad de tener un plan muy trabajado. Un plan de digitalización. Un plan realista y no burocrático. Un plan que incluya, tanto el contexto como los objetivos que se pretenden. Un plan que no se diseña en una sesión de café ni en una formación de 20 horas. Un plan que tendría que trabajarse durante un período largo antes de empezar con la digitalización del centro. Eso sí, querer hacer las cosas bien hace que, por desgracia, no podamos vender a las familias que nuestro centro es muy TIC, que el alumnado usará herramientas fantásticas y que será capaz de hacer auténticas maravillas, sin sentido, para poder presentarse a determinados concursos o hacerse la foto para la web del centro.

Estos 10 errores que he comentado, por desgracia y en su práctica totalidad, aparecen en (casi) todos los modelos de digitalización que conozco. Y conozco unos cuantos, tanto a nivel de centro como de administración.

Eso sí, que no nos quiten el poder hacer sumas en una maravillosa tablet, el poder poner, en la PDI que algunos siguen usando, un dibujo con colores para que el alumnado de Infantil se levante para tocarlo y haga música o, simplemente, algunos hagan sus típicos kahoots y obliguen a su alumnado a hacer Canvas o Geniallys. Pero, por favor, que no lo llamen digitalización.