Tripadvisor para docentes: ahora sí que lo peto

Tengo una cabeza en la que, por desgracia, se limita la cantidad de sombreros y gorras que pueden encajar en ella. Sí, soy cabezón. Cabezón con un cuerpo proporcionado al tamaño imaginario de esa cabeza. Y es por ello que, en ocasiones, surgen por dentro de la misma, por las ganas que tiene mi única neurona de expresarse libremente, algunas ideas. Entre ellas, siempre teniendo en cuenta la necesidad, por ser catalán de pura cepa, de mirar siempre por la pela, están esas ideas que surgen como concepto de negocio.

Hace un tiempo planteé a algunos amigos, en esas sesiones interminables de horchata con fartons, lo que lo petaríamos creando una cuenta de Tinder para docentes. Especialmente viendo la cantidad de cosas que suceden en los centros educativos, mezcla de Falcon Crest, con su Ángela Channing y Magnums de diferentes colores y sabores. Estaba convencido de que iba a ganar más pasta que el Llados ese que sale en TikTok. Y sin necesidad de hacer ningún burpee ni levantarme a las cinco de la mañana.

El problema, como siempre sucede, es que la idea, al final, se quedó solo en idea. Más que nada porque los amigos dijeron que no querían tener nada que ver con eso porque, seguramente, acabarían siendo señalados por estar tras esa idea. Y, aunque no lo parezca, como en mi caso tampoco me gusta demasiado que me señalen, vi que crear ese Tinder podría tener determinadas consecuencias a nivel personal para los participantes porque, al final era muy complicado filtrar entre docentes, salvo que solo permitiéramos el registro con su correo profesional (cosa que limitaría ese “pillar cacho” solo a docentes de la pública y excluiría a los profesionales macizos de centros privados). Además, seamos sinceros, ¿quién necesita, después de pasarse todo el día en un centro educativo, realizar acciones erótico-festivas con compañeros de trabajo? Bueno, mejor que no hable más del tema. Dejémoslo aquí.

Pero ayer, en una llamada de teléfono, me surgió otra gran idea. Una idea que sé que no debería compartir con vosotros, pero para la que voy a pediros opinión. ¿Cómo veis un Tripadvisor de centros educativos para docentes? ¿Cómo veis el tener un listado de centros educativos, que puedan ser consultados según diferentes características y que tengan valoraciones de los docentes que trabajan o han trabajado ahí? Es habitual ver en determinados grupos en las redes sociales a docentes que preguntan cómo son determinados centros educativos cuando les adjudican ahí. ¿Por qué no aprovecharse de ello? Hay la demanda. Pues pongamos la oferta sobre la mesa. Hay listado de centros educativos con valoraciones de familias y alumnado, ¿por qué no hacer esa valoración bajo determinados criterios que puedan ser interesantes para los docentes?

Entre las categorías que podíamos tener, podrían existir las siguientes:

• Profesores macizos. ¿Tiene el profesor de Educación Física abdominales de acero? ¿Sus bíceps podrían rivalizar con los de Thor? ¿Tiene la profesora de Matemáticas unas curvas que siguen una normal o más bien una distribución chi cuadrado? ¿El equipo directivo está de toma pan y moja o más bien se parece a los trabajadores del Tren de la Bruja? ¡Califícalo aquí!
• Bares cercanos. ¿Hay bar en el centro educativo? ¿Cuál es el tamaño de los bocadillos? ¿Sirven alcohol bajo mano? ¿Hay bares decentes cerca? ¿Se ofrece descuento en ellos para docentes? ¿Son de los padres de algún alumno y puede extorsionárseles para que te den más barato el gin-tonic? ¡Comparte tus hallazgos!
• Alumnado que atiende. ¿El alumnado de ese centro educativo presta atención o se pasa el día enviando memes por WhatsApp y haciendo historias para Instagram? ¿Tiran sillas a los profesores? ¿Se levantan al entrar en clase el profesor? ¡Evalúa su nivel de compromiso!

Además del ejemplo de las categorías anteriores, a las que podríamos añadir muchas más (podéis incorporarlas en los comentarios) podríamos hacer rankings más precisos de algunos temas dentro de la valoración de los centros educativos. Bueno, más bien podríamos incorporar la posibilidad de dejar comentarios que amplíen la valoración mediante determinados ítems que se plantee. Imaginaos lo que aportan comentarios como “la profe de Geografía e Historia viene disfrazada de Napoleón o de María Antonieta”, “el profe de Matemáticas es un número uno y lleva bufanda en pleno mes de mayo”, “la profe de Educación Visual y Plástica tiene problemas en pintarse los labios y acaba yéndose de las comisuras”, “el profe de Religión solo cuenta chistes satánicos”, etc.

No es por nada pero yo lo veo. Y no lo digo en coña. Seguro que vosotros también lo veis igual que yo. Es que, al final, lo de elegir centro educativo cuando eres docente es muy complicado y eso de ir a ciegas a nadie le gusta. ¿Comeríais una cucharada de algo con los ojos vendados? Yo no. Prefiero tener la mayor cantidad de datos antes de que alguien me pusiera algo en la boca. Imaginaos que ese algo fuera arroz con cosas y, entre esas cosas, estuviera chorizo, atún y pimientos.

Más información, mejor decisión. Y no solo en el negocio que planteo en este post. Y antes de que se me olvide, ¿qué tal el sustituir las estrellas de valoración por algo mucho más interesante como pueda ser, barriendo para mi casa de adopción, falleras? De una a cinco falleras para valorar un centro educativo. Es que lo veo.

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