No es un post patrocinado por El Corte Inglés. Lo aclaro porque, al final, algunos intentan buscar motivaciones en lo que se escribe que, en la mayoría de ocasiones, nada tienen que ver con la motivación real para escribirlo. Y hoy toca felicitar a los creativos que han contratado para la campaña de la «vuelta al cole» del próximo curso por haber conseguido que, habiendo tanto papanata sensiblero, autootorgándose el rol de defensor de lo que debe permitirse y lo que no, en las redes se haya difundido masivamente su campaña de publicidad a coste cero. Sí, las redes, como sabemos todos, está plagada de personas que parecen defensores de la liga de lo políticamente correcto en público. En privado, ya si eso…
Me parece una imagen brutal a nivel creativo. Aunque haya docentes y personas de otras profesiones que estén poniendo a caldo a los creativos de la imagen y a la propia empresa, pidiendo incluso que rueden cabezas, se trata de una auténtica obra de arte. Es que, al final, nos va a quedar un yupismo cara a la galería tan innecesario que vamos a olvidarnos del objetivo de todo porque lo de la censura, por gustarnos más o menos algo o, simplemente, por hacerlo quien lo hace, está llegando a unas cotas muy exageradas.
Lo de llevar antorchas para perseguir brujas, o a quienes tengan la mala suerte de no comulgar con la corriente buenista de una cierta ideología que se está encargando de ser mediatizada «como la única, la buena y la de los buenos», se nos está yendo de las manos. Al igual que el odio enfermizo a quien no piensa como nosotros o, simplemente tiene una concepción diferente de ciertas cosas. Es que, al final, los defensores de la moral pública son los peores censores de los demás.
Cada uno es libre de acudir o no a comprar al Corte Inglés. Cada uno es libre de decidir si le gusta o no una campaña publicitaria. Eso sí, por favor, lo de pretender tallar toda la sociedad con unos determinados parámetros para homogeneizarla a la medida de lo que algunos están vendiendo es de personas muy sectarias. Y las sectas, aunque cuenten con mucho apoyo mediático o difundan sus rebuznos en Twitter, no dejan de ser sectas.
Nos está quedando una sociedad muy sectaria de lo políticamente correcto. Algo que debería preocuparnos porque, aprovechando la pandemia, algunos están usando todas sus herramientas para conseguir que la sociedad solo piense de una determinada manera ya que, si no lo haces eres, entre otras cosas, ultraderechista, homófobo, xenófobo.
Y, por cierto, dejad de joder en vacaciones con lo de la vuelta al cole o la necesidad de ser un buen profesional de la docencia en vacaciones preparando materiales. Bueno, podéis hacer lo que queráis porque, curiosamente y a diferencia de los que hacen lo anterior que taxonomizan como malos profesionales faltos de vocación a los que no lo hacen, yo dejo libertad para que todos hagan lo que les dé la gana. Un detalle, yo estas vacaciones me los estoy tocando a dos manos. Es lo que toca si uno ha currado a lo largo del año y creo que por fin he aprendido a hacerlo 😉
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