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Los que criticáis la EGB y defendéis a muerte la LOMLOE, ¿os habéis leído la Ley General de Educación?

Entiendo que algunos, para defender sus postulados pedagógicos, deban acudir a sus experiencias personales como alumnos (sesgadas y, pasados los años, difuminadas en el tiempo) o, simplemente, basarse en creencias acerca de lo que debían haber supuesto ciertas cosas. Es que, como bien sabéis, a día de hoy hay algunos que siguen diciendo que en EGB se enseñaba la lista de los Reyes Godos o que la agresión física de docentes a alumnos era algo habitual. Sin olvidarnos de aquellos que cuestionan el aprendizaje del alumnado que finalizaba esos estudios porque dicen “que no todo el mundo los finalizaba” y, por ello, no era válido que aprendieran unos pocos. Bueno, ahora aprenden unos pocos menos, pero parece ser que ahora no les importa porque el abandono escolar se ha reducido. Es lo que tiene la contraposición de argumentos absurdos.

Pero hoy voy a afirmar que la Ley General de Educación (LGE), de la que emana la EGB, es la ley más moderna de educación que ha pergeñado nuestro país. Además, yendo más lejos, voy a afirmar que con las ratios actuales, la cantidad de docentes que disponemos en los centros educativos, las infraestructuras (a pesar de lo malas que sean) y el equipamiento, si tuviéramos la LGE en vigor tendríamos mejores resultados en el aprendizaje de nuestro alumnado. Y también, de facto, se hubiera reducido el número de alumnado que abandona el sistema sin necesitar maquillar resultados de abandono o titulación. Lo afirmo porque yo sí que me he leído la ley. Una ley de la que os voy a desgranar hoy tan solo el preámbulo y que podéis consultar en su totalidad aquí.

La Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa se basa en un documento o un “libro blanco”, titulado “La educación en España. Bases para una política educativa”. Un documento de más de 200 páginas del cual os voy a enlazar una síntesis del mismo (enlace). Ya veis que fue mucho más trabajada que la LOMLOE y que cualquiera de las leyes anteriores a la última salvo, quizás, en el caso de la LOGSE, que también tuvo su propio “libro blanco” (enlace).

Vayamos a lo que nos interesa. A argumentar, con evidencias y no relatos, por qué considero que la LGE es una ley más moderna y actual que la LOMLOE. Y solo me voy a centrar en su apartado introductorio porque dejo el desarrollo de la misma para posteriores artículos.

En primer lugar era una ley que se declaraba fundamentalmente anticlasista y pretendía democratizar la enseñanza. En ninguna otra ley se ha leído hablar tan claro del clasismo educativo y de querer luchar contra el mismo. Además argumentaba que el cambio de la Ley Moyano (la anterior a la LGE) era necesario porque había cambiado la estructura social y mejorado la tasa de analfabetismo, con lo que las necesidades de cambio eran impepinables.

El marco legal que ha regido nuestro sistema educativo en su conjunto respondía al esquema ya centenario de la Ley Moyano. Los fines educativos se concebían de manera muy distinta en aquella época y reflejaban un estilo clasista opuesto a la aspiración, hoy generalizada de democratizar la enseñanza. Se trataba de atender a las necesidades de una sociedad diferente de la actual: una España de quince millones de habitantes con el setenta y cinco por ciento de analfabetos, dos millones y medio de jornaleros del campo y doscientos sesenta mil «pobres de solemnidad», con una estructura socioeconómica preindustrial en la que apenas apuntaban algunos intentos aislados de industrialización. Era un sistema educativo para una sociedad estática, con una Universidad cuya estructura y organización respondía a modelos de allende las fronteras.

Se cambia de ley, no por cambiar. No para complicar nada. Simplemente para dar respuesta a unas necesidades de nuestro alumnado. Por cierto y aprovecho para preguntar, sin acritud, a los defensores de la LOMLOE, qué cambio social ha habido para ser necesaria su promulgación. Salvo, claro está, que el único argumento sea el ideológico.

¿Había demanda social para la LOMLOE? ¿No se podían hacer zurcidos en la LGE antes de promulgar, por ejemplo, la LOGSE? Porque, en el caso de la LGE sí que existía, tanto esa demanda social. Y además, uno de los motivos por los que se redacta es porque ya eran demasiados los “apaños” que se habían dado en la misma en los últimos 30 años. ¿Lo estáis leyendo? 30 años sin cambiar de ley educativa.

Las reformas parciales que se han ido introduciendo en nuestro sistema educativo, particularmente en los últimos treinta años, han permitido satisfacer en medida creciente la demanda social de educación y hacer frente a nuevas exigencias de la sociedad española. Pero es necesario reconocer también que generalmente se ha ido a la zaga de la presión social, al igual que en la mayor parte de los países y, sobre todo, que los problemas educativos que tiene planteados hoy nuestro país requieren una reforma amplia, profunda, previsora, de las necesidades nuevas, y no medidas tangenciales y apresuradas con aspecto de remedio de urgencia.

Si leéis los siguientes dos párrafos os encontraréis con unas cuestiones muy relevantes: una reforma no siempre sirve para mejorar la situación existente, se debe contar con los profesionales más capacitados para redactarla y que la historia legislativa de la educación es con frecuencia un ejemplo de leyes desprovistas de eficacia. ¿La LOMLOE os parece una ley eficaz? Para mí no lo es. Y ya nos alertaban desde la LGE de este tipo de leyes sin sentido.

Una reforma, aunque la inspiren muy nobles deseos, no siempre sirve para mejorar la situación existente. Y cuando se trata de reformar algo tan trascendente y delicado como la educación, todo estudio y reflexión de las nuevas medidas y orientaciones es poco. Se ha querido, por tanto, contar con el asesoramiento de los sectores profesionales más capacitados y de las entidades más representativas de la sociedad española antes de redactar esta Ley.

(…) la historia legislativa de la educación en cualquier país, y también en España, ha sido con frecuencia ejemplo de leyes desprovistas de eficacia, despegadas de la realidad a la que se intentaba, sin embargo, remodelar.

También se habla de la necesidad de disponer de mecanismo de autocorrección y flexibilidad. De la necesidad de que todas las hipótesis pedagógicas sean puestas a prueba antes de ser aceptadas o rechazadas. No plantea en ningún momento imponer, tal y como se ha hecho con la LOMLOE, un constructo pedagógico como el DUA basado en pseudociencias y totalmente falto de análisis previo.

La educación es una permanente tarea inacabada; por ello la Ley contiene en sí misma los necesarios mecanismos de autocorrección y de flexibilidad, a fin de que, en el deseo de acertar, no haya hipótesis pedagógica que se rechace, sino después de ensayada, ni ayuda que no se acepte y agradezca , ya que la Educación, en definitiva, es tarea de todo el país.

Imposición cero a los docentes en su práctica educativa. No se quiere una ley dogmática a nivel metodológico porque, en la LGE se confía en los profesionales de la educación porque se supone que todos están subordinados al éxito educativo y tienen la mente abierta para aprender y colaborar. Algo que no sucede con otras leyes posteriores, especialmente con la LOMLOE, que cuestiona los criterios y la capacidad de los profesionales que están en el aula y, por ello, se controla, mediante informes infinitos, hasta el milímetro su acción docente.

El espíritu de la Ley no consiste, por tanto, ni en el establecimiento de un cuerpo de dogmas pedagógicos reconocidos por todos, ni en la imposición autoritaria de un determinado tipo de criterios. Lejos de ello, esta Ley está inspirada en la convicción de que todos aquellos que participan en las tareas educativas han de estar subordinados al éxito de la obra educadora, y que quienes tienen la responsabilidad de estas tareas han de tener el ánimo abierto al ensayo, a la reforma y a la colaboración, venga ésta de donde viniere.

La LGE reconoce en su preámbulo la necesidad de no tener un modelo educativo uniforme. Dice que la experiencia ha demostrado que no es eficaz la introducción de reformas mediante disposiciones generales y rígidas, prescribiendo métodos no ensayados en centros educativos que no dispongan de formación y medios. Introduce los centros específicos de formación del profesorado que, en su planteamiento original, no es en lo que se han convertido ahora.

La ley, fuera de las líneas básicas del sistema educativo, ha tratado de huir de todo uniformismo. La experiencia ha demostrado cuán poco eficaces son las reformas de los Centros docentes intentadas mediante una disposición general y rígida, prescribiendo planes o métodos no ensayados todavía y dirigidos a un personal docente que no esté identificado con el pensamiento del legislador, o que carece de información y medios para secundarle. La tarea de los Institutos de Ciencias de la Educación, en este sentido, será de suma importancia.

La personalización del aprendizaje es clave también en la LGE. No considera el sistema educativo como un sistema de criba selectiva. Lo considera como un sistema capaz de desarrollar al máximo la capacidad de todos los ciudadanos. No habla solo del alumnado. Va mucho más allá y engloba a toda la ciudadanía porque, otra de las cuestiones que plantea, es la necesidad de una formación permanente. Un concepto que aparece por primera vez en los articulados legislativos.

Se trata, en última instancia, de construir un sistema educativo permanente no concebido como criba selectiva de los alumnos, sino capaz de desarrollar hasta el máximo la capacidad de todos y cada uno de los españoles.

Se establece un sistema flexible y permeable que pretende acabar con cualquier tipo de discriminación. Además, para aquellos que sigáis diciendo que la EGB o el BUP eran excesivamente academicistas, tan solo hace falta leer una de las apreciaciones que aparece en el párrafo siguiente, en el que dice textualmente, “el BUP, al ofrecer una amplia variedad de experiencias práctico-profesionales, permite un mejor aprovechamiento de las aptitudes del alumnado y evita el carácter excesivamente teórico y academicista”. Así pues, como veis, de nuevo el argumento de los detractores del modelo de EGB salta por los aires. Lo único en lo que sí que se ha mejorado es en la gratuidad del Bachillerato aunque recuerdo que, estando la LGE en vigor, por mejora de la coyuntura económica del país, ya se había establecido esa gratuidad.

El período de Educación General Básica, que se establece único, obligatorio y gratuito para todos los españoles, se propone acabar en el plazo de implantación de esta Ley con cualquier discriminación y constituye la base indispensable de igualdad de oportunidades educativas, igualdad que se proyectará a lo largo de los demás niveles de enseñanza. El Bachillerato unificado y polivalente, al ofrecer una amplia diversidad de experiencias práctico-profesionales, permite el mejor aprovechamiento de las aptitudes de los alumnos y evitar el carácter excesivamente teórico y academicista que lo caracterizaba, siendo de esperar que cuando las condiciones económicas del país lo permitan, también llegue a ser gratuito. La enseñanza universitaria se enriquece y adquiere la debida flexibilidad al introducir en ella distintos ciclos, instituciones y más ricas perspectivas de especialización profesional. En cualquier momento del proceso educativo, pasado el período de Educación General Básica, se ofrecen al alumno posibilidades de formación profesional, así como la reincorporación a los estudios en cualquier época de su vida de trabajo.

El párrafo siguiente es brutal. Habla de mejorar el rendimiento y calidad del sistema educativo y, para ello, considera fundamental dos cosas que afectan al profesorado: su formación y su dignificación, social y económica. Y otro tema que también es importante es que desmonta la confusión interesada que hacen algunos del aprendizaje memorístico que, supuestamente, era lo que sucedía porque dice textualmente que “esta ley se orienta más hacia aspectos formativos y adiestramiento para aprender por sí mismo, que a la erudición memorística”. Incluye también la coletilla de evitar la subordinación a los exámenes. Es decir, que no solo es más moderna que la LOMLOE. Es que habla de la necesidad de saber para poder aprender por sí mismo. Primero el alumno sabe y, posteriormente, moviliza esos conocimientos para poder aprender por su cuenta. Y nos recuerda que se debe evitar la ampliación de asignaturas y currículo, además de evitar la introducción no ponderada de nuevos métodos y técnicas de enseñanza.

Se pretende también mejorar el rendimiento y calidad del sistema educativo. En este orden, se considera fundamental la formación y perfeccionamiento continuado del profesorado, así como la dignificación social y económica de la profesión docente. Para el logro del primero de estos objetivos desempeñarán una función de la mayor importancia los Institutos de Ciencias de la Educación, que, establecidos en todas y cada una de las Universidades españolas, han de prestar servicios de inapreciable valor a todo el sistema educativo, cumpliendo así la misión rectora de la Universidad en el plano educacional. Para intensificar la eficacia del sistema educativo la presente Ley atiende a la revisión del contenido de la educación, orientándolo más hacia los aspectos formativos y al adiestramiento del alumno para aprender por sí mismo, que a la erudición memorística, a establecer una adecuación más estrecha entre las materias de los planes de estudio y las exigencias que plantea el mundo moderno, evitando, al propio tiempo, la ampliación creciente de los programas y previendo la introducción ponderada de nuevos métodos y técnicas de enseñanza, la cuidadosa evaluación del rendimiento escolar o la creación de servicios de orientación educativa y profesional, y la racionalización de múltiples aspectos del proceso educativo, que evitará la subordinación del mismo al éxito en los exámenes.

Incluye un concepto que para mí es clave y que ya he mencionado anteriormente: la flexibilidad. Y otro tema muy importante que es el basarse en el análisis de la propia realidad educativa. Eso sí, sin olvidar poder ver qué están haciendo en otros países pero siempre teniendo claro que la reforma está basada en lo que sucede en nuestro país.

La reforma está inspirada en el análisis de nuestra propia realidad educativa y contrastada con experiencias de otros países. La flexibilidad que caracteriza a esta Ley permitirá las reorientaciones e innovaciones necesarias no ya sólo para la aplicación de la reforma que ella implica, sino también para la ordenación de la misma a las circunstancias cambiantes de una sociedad como la actual, profundamente dinámica.

Una de las cuestiones que son, para mí, de las más importantes que menciona la LGE, es la necesidad de “ser una ley con menor dosis de jurisdicidad en sentido estricto” porque incide en que la educación no es algo uniforme y que depende, tanto de los docentes, del alumnado y del contexto. Por ello habla, no de imponer y sí de convencer al profesorado y a la sociedad en su conjunto, de que es una ley para la mejora educativa. A diferencia de la LOMLOE, en la LGE se da mucha autonomía a los docentes y a los centros educativos, mediante una menor carga burocrática y un menor control, considerando la profesionalidad de los que trabajan ahí.

La Ley General de Educación, desde un punto de vista jurídico, necesariamente ha de presentar unas características diferenciadas respecto de la mayoría de las demás Leyes. Cabría afirmar que en ella forzosamente debe ser menor la dosis de jurisdicidad en sentido estricto. Basta señalar que factores tan decisivos en una obra de educación como la personalidad del Maestro, su relación con los alumnos, la auténtica vida corporativa de los centros docentes y el imprescindible ambiente favorecedor de la enseñanza no son susceptibles de una regulación uniforme, imperativa y pormenorizada por el Estado, al modo con que se efectúa la ordenación de otro tipo de conductas. En dicha vertiente, como no puede ser menos en una Ley General de Educación, no se trata de vencer, sino de convencer.

Y, finalmente, habla de que para que la reforma tenga éxito, debe cambiarse la mentalidad de los que han de dirigirla y aplicarla. Sí, pone la misma importancia en el docente que en el que gestiona, desde la administración, las políticas educativas. Repite la gran competencia profesional de los docentes y vuelve a decir que en sus manos está la responsabilidad más honrosa y difícil del tema. Algo de lo que no se habla en la LOMLOE salvo para pedirles cuentas.

El éxito de una reforma como la que ahora se acomete solamente será posible con una mentalidad nueva e ilusionada en los que han de dirigirla y aplicarla. Será necesaria una reorganización profunda de la administración educativa, y así se prevé en esta Ley, pero será necesario, sobre todo, que cada docente se sienta solidario de esa acción renovadora y contribuya con su competencia profesional. Imaginación y entusiasmo a prever y solventar los problemas nuevos que surgirán en esta etapa de transformación de la educación española. En el profesorado de todos los niveles recaerá la responsabilidad más honrosa y difícil de la reforma, y su proverbial dedicación profesional hace augurar una colaboración inteligente y decidida que permitirá alcanzar los nuevos ideales educativos.

No sé vosotros, pero a mí como docente y padre, me apetecería volver, con todas las modificaciones que hubieran que hacerse, a la LGE. Su espíritu, a diferencia del ordeno y mando de algunas de las posteriores, creo que mitigaría el malestar, mejoraría la situación en las aulas y, estoy convencido de que acabaría mejorando el aprendizaje de todo el alumnado.

Por poner una pregunta encima del tapete… ¿realmente los que criticáis la LGE os la habéis leído? Porque es, a nivel de redactado, mucho más moderna, innovadora y respetuosa con la comunidad educativa que todo lo que ha venido desde la LOGSE. Y, por favor, no me vengáis a decir que el papel lo aguanta todo porque, precisamente estáis diciendo que, por su redactado legislativo, la LOMLOE es maravillosa y que el problema de los que la criticamos es que no hemos entendido la ley. O que no queremos lo mejor para el alumnado. Algo que, como bien sabéis, es un argumento totalmente falso.

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28 comentarios

  1. Yo debo ser una de esas nostálgicas de la EGB porque para mí fueron los mejores años de mi vida, tanto es así que desde muy pequeña tenía claro que quería ser maestra. Desde entonces he vivido cada uno de los cambios de leyes educativas y creo que me estoy perdiendo algo pues mi impresión es que vamos a la deriva.
    Soy una persona muy creativa y me encanta innovar pero creo que algunos se confunden cuando piensan que los problemas de la educación en España se arreglan “inventando” nuevas recetas, que por cierto casi siempre ponen el foco en la “mala praxis” del docente ( que si están obsoletos, que si les falta formación, que si no se adaptan a los cambios, que si no entienden las necesidades del alumnado, etc, etc, etc).
    Parece que ni los cambios de leyes , con todo lo que acarrea, ni las ratios, ni la educación que reciben los alumnos en casa, ni los valores de nuestra sociedad, ni el acceso ilimitado a las nuevas tecnologías y redes sociales, ni muchas otras cosas parecen tener nada que ver en todo esto.
    Que a pesar de todos los cambios introducidos en los últimos años sigue yéndonos mal, no pasa nada, volvamos a cambiar leyes, currículum, metodologías, métodos de evaluación, como si de un experimento se tratase ( ensayo-error).
    Y al final , después de tanto cambio todo se reduce a lo mismo: “si Mahoma no va a la montaña…” Que seguimos con malos resultados? pues bajemos el listón hasta que los malos resultados se conviertan ,al menos en el papel, en buenos.
    Lo siento mucho pero no compro ese discurso. Aquí el principal problema es que llevamos muchísimos años fomentando la cultura del cero esfuerzo y convirtiendo los colegios en aparca-niños. Da igual si aprenden algo o no, lo que interesa es que pasen de curso para no saturar el sistema y cuando lleguen a los niveles superiores que se salve el que pueda. Educación inclusiva la llaman y yo me pregunto cómo de inclusivo será el acceso al mundo laboral con esta maravillosa formación.
    No sé si pensar que detrás de todo esto está el negocio de todos los chiringuitos que hay montados con dinero público o es que simplemente esas cabezas pensantes
    son tan analfabetos como los que ellos mismos pretenden crear.
    Todos esas metodologías innovadoras de las que comen muchos llevan inventadas muchísimo tiempo solo que no tenían nombre. No sé si yo tuve suerte o algunos no tienen tan buena memoria, pero en mis años de EGB no todo eran clases magistrales. Aprendizaje cooperativo, proyectos, fundamentos de ABN, experimentos, concursos, etc, los he vivido yo en aquella época, mucho antes de que le pusieran nombre y gracias a la vocación de mis maestras ( digo maestras porque no había maestros en mi colegio). Ah y por cierto, también me enseñaron a coser un botón, que aunque algunos lo vean como un crimen me ha salvado en más de una ocasión.
    Dudo mucho que haya más traumatizados por aquella época que niños y adolescentes en psicólogos en la nuestra.
    Sigamos fomentando la cultura del cero esfuerzo, los maravillosos valores de nuestra sociedad, la libertad de los menores para elegir lo que les conviene o no , el uso indiscriminado y sin control de tecnologías y redes sociales, que a los niños no se les pueda ni soplar para que no se frustren y un etc, etc, etc. Tendremos el caldo de cultivo perfecto para las sociedades del mañana. Como reza la frase: “que Dios nos coja confesados”.

    1. Permíteme una reflexión personal… yo no creo en que la experiencia personal sea extrapolable. A pesar de ello tengo muy claro que, por desgracia, la deriva educativa, desterrando todo lo antiguo (funcionara o no), en lugar de modificar y mejorar lo que no lo hacía, no es positiva para nuestro alumnado. Un saludo y muchas gracias por tu comentario.

  2. Olvidas un cambio social, la edad legal para trabajar pasó a ser 16 , lo cual dejaba en la calle durante dos años a todos los adolescentes, para ello la LOGSE aumentó la edad obligatoria de la enseñanza.

    1. Cierto, pero en lugar de ampliar la formación, simplemente se paso a dar los mismos conocimientos en lugar de en ocho, en dos años mas. El nivel formativo actual de los alumnos es inferior al de la EGB. Cuando un alumno finalizaba 8° de EGB había adquirido mas conocimientos que los actuales alumnos de 4° de la ESO.
      Para mayor inri, todo alumno obtiene el título de la ESO independientemente de si ha aprovado las materias.

    2. No, no me olvido de ello. Una edad legal que cambió con el Estatuto de los Trabajadores de 1980, que subió de los 14 a los 16 (la LGE se aprobó en 1970, por tanto, antes). Yo soy partidario de escolarizar al alumnado hasta los 16, con estrategias personalizadas a partir de los 14 pero, para eso debería hacerse bien. Y ya sabemos, por desgracia, como funcionan las cosas en educación. Un saludo.

  3. Totalmente de acuerdo.
    Yo no conozco a ninguna persona que no esté a favor de la EGB.
    Creo que si se hiciera una recogida masiva de firmas entre padres y profesores se reunirían muchas rápidamente.
    Hay muchas razones para ello: optimización de recursos, del tiempo de todo el alumnado (el que quiere y el que no), mejor preparación para el bachillerato (unos estudios en los que muchos abandonan), los alumnos que no quieren estudiar verían con más esperanza el final en que en cuarto, lo cual les conviene a ellos y a sus compañeros, tendrían mejor autoestima, y podrían hacer un FP Inicial (¿era así?), o al menos sacarse el título sin que les marearan otros dos o tres años en opciones que se inventa el sistema para que obtengan el título sin hacer casi nada, y no se bajaría el nivel ni tendríamos las presiones que tenemos de aprobar a los alumnos (lo que vuelve a bajar el nivel, y así una y otra vez).

    ¿No te gustaría liderar una recogida de firmas al respecto? Mi situación actual no me deja ni el tiempo ni la energía… pero tú qué ya tienes este blog, y entre todos los profes que siempre conocemos otros profes de otras comunidades…

    Y gracias por los artículos.

    1. A mí lo de las recogidas de firmas es algo que no me inspira ninguna confianza. Prefiero la política y las presiones que pueden/deben hacerse a la clase política que nos representa, mediante todo tipo de estrategias que nos permita la normativa. Muchas gracias a ti por tus palabras y pasarte por aquí.

  4. Pues creo que todas las desgracias comienzan, precisamente, con esta ley de Villar Palasí. A este catedrático de Derecho Administrativo se la metieron doblada los de la secta pedagógica que, sí, con Franco en las últimas, dominaban ya el mundillo de los teóricos de la educación (¿os acordáis de los movimientos de renovación pedagógica?). Y desde entonces hasta hoy, sin solución de continuidad. No ha habido ningún cambio que no haya sido a peor. La Lomce fue un amago que quedó en nada. Y así seguiremos mientras no se reconozca que la educación no puede ser la misma para todos a partir de una cierta edad, los 11-12 años.

    1. Tengo mis dudas acerca de los 11-12 años. Creo más bien que deberíamos, como mínimo hasta los 14, potenciar al máximo estrategias de lectoescritura, habilidades matemáticas, oralidad, etc. E intentar que nadie se quedara atrás al menos hasta esa edad, abocando todos los recursos posibles y estableciendo todas las medidas que pudieran darse para ello. Después, como bien dices, ir avanzando en función de las inquietudes del alumnado siempre que las mismas no vinieran motivadas por su situación sociofamiliar. Un saludo.

  5. Estoy decepcionado con el contenido del artículo. No por se participe de la LOMLOE, si no por la falta de rigor en algunos de los puntos que trata. Haced un análisis, como dice el autor, y que no os lo cuenten, preámbulo a preámbulo y artículo a artículo de todas las leyes educativas, que son básicamente 3: EGB, LOGSE y LOE, y las revisiones y modificaciones que solo atienden a puntos de controversia que poco tienen que ver con lo pedagógico. Todas las leyes desde 1985 hasta ahora han sido construidas aportando cambios pero manteniendo la misma estructura. Y todas, de derechas e izquierdas, han mejorado disposiciones que buscan la calidad del sistema educativo. Pero obviamos que los maestros poco han cambiado, y que los principios, fines y objetivos tan bonitos de la ley actual, que son casi los mismos dede hace 50 años, no los pone en práctica casi nadie. Y el DUA es muy antiguo y si análisis que quede reservado a quien sepa de pedagogía y neuroeducación, algo que desgraciadamente no existía en las décadas de los 70, 80 y 90, por decir una parte del periodo educativo. Espero que los próximos análisis tengan en cuenta el recorrido normativo con rigor, que la Ley que ha Modificado la LOE de 2006 (construida con aportaciones de 1990, 1995, y 2002, de ideologías diferentes). Análisis crítico es el que falta hoy en el sentido común.

    1. Yerras en tu comentario porque la LOGSE modificó estructuralmente el modelo educativo previo. Por cierto, en la distribución de quiénes implantaron determinadas leyes, en los últimos cuarenta años, en solo siete (ponle cinco, quitando los dos años de implantación) ha regido una ley educativa del PP. No estoy defendiendo nada. Simplemente estoy hablando de datos. Un saludo.

  6. Es muy interesante lo que planteas, enhorabuena. Estoy muy de acuerdo con muchas de las cosas expuestas.

    Por supuesto que la LGE ya permitía innovar y hacer cosas distintas en el aula. Pero claro, desde el rigor, el análisis serio y la reflexión. No hay que ir pertrechado con ceras manley, cartulinas y hacer el mamarracho para que el aprendizaje y la formación de los alumnos sea placentera y efectiva. Y, por cierto, no se debe caer en el crucial error que para mí comete la ley de confundir fines y medios: la metodología que uses es un medio, nunca puede ser un fin, el fin es la formación integral de los chicos. Confundir esto es muy peligroso y nos lleva a poner en primer plano, por ejemplo, hacer proyectos de dudosa seriedad y efectividad.

    Hay un tema que planteas y que puede parecer secundario, pero que para mí es crucial. Cuando dices “aprovecho para preguntar, sin acritud, a los defensores de la LOMLOE, qué cambio social ha habido para ser necesaria su promulgación”, creo que tocas algo muy, muy importante y que siempre se pasa por alto. Y ojo, puede parecer muy progresista que se basen en ese supuesto cambio social: pues para mí es al contrario, es muy regresivo y peligroso.
    Tiene relación con la premisa que emplea todo gurú que se precie: “no podemos seguir enseñando como hace x años, porque la sociedad ya no es como la de xxx” (normalmente el gurú habla de la revolución industrial) + foto de un aula antigua con niños sentados.
    Bueno pues tras discutir con mucho gurú, no consigo que me expliquen dónde está exactamente el punto del cambio social al que aluden. No entienden que su discurso es mucho más regresivo de lo que creen y no tienen ni medio punto de análisis de clase. Cuando además lo aderezan con un discurso pseudodemocratico en el que rebajan la figura y conocimientos del docente, ya es para correr muy muy lejos e intentar escapar.
    Pero es que ya, cuando alguno plantea que el cambio social es que los chavales tienen móvil y ven videos de youtubers… En fin

    De verdad, animo al personal a que exponga qué cosas no se podían hacer antes y ahora si. A quién la ley (leyes) anterior(es) les reprimía sus ganas de hacer cosas y de mejorar el proceso de aprendizaje para sacar lo mejor de los alumnos.

    Medios, medios, medios. Eso es lo que hace falta, y no tanta charlatanería y ganas de hacerse el prota.

    1. Faltan medios y un correcto diseño educativo más allá de las premisas ideológicas que, por desgracia, subyacen tras las leyes educativas que hemos tenido en los últimos años. Un saludo.

  7. La LGE fue, sin duda, una buena ley… En especial si se compara con lo anterior.
    Que se llevó a la práctica como se pudo (o como se quiso y, a veces, de modo terrible).
    Si no se advierten los cambios (políticos, sociales, económicos, demográficos…) desde entonces, poco hay que discutir.
    Hay que llevar cuidado con lo que se escribe, intentar ser lo más objetivos posible, manejar adecuadamente la información…
    Al sistema educativo español le sobran hipérboles, tremendismos y mucho, mucho, ruido

  8. Estoy totalmente de acuerdo. Esta ley, la LOMOE, parece sacada de un contenedor.
    Es una ley con una clara finalidad ideológica . No quieren que los alumnos tengan criterio propio.
    Desde luego no está hecha por expertos, sino más bien por una aplicación o programa informático, que junto con una posible IA, han redactado sin más. No me cabe la menor duda que es así. Sería interesante que alguien pudiera investigar sobre ello.
    Tiene unos criterios de evaluación y saberes tan ambiguos como inexistentes, pues no aportan nada. No saben que inventar para presumir, hasta inventan palabras.

  9. La LGE dice, en esencia, lo mismo que la LOMLOE, hasta esboza el DUA: nunca se llevó a la práctica. La consecuencia lógica es ir reduciendo progresivamente el poder de decisión de los docentes en lo que a la calificación cualitativa refiere. Los docentes ignoran sistemáticamente la legalidad y la inercia del sistema es tal que engulle cambios como una ballena Placton. El fallo fundamental de la LOMLOE es no especificar de manera meridiana que todo el mundo debe superar la estampa obligatoria de escolarización, con independencia de cualquier otro factor.

  10. Hice egb y bup. Tal vez estaba del otro lado y no tenía capacidad para comprender pero de todo lo que dices no percibí nada.
    La sociedad actual no es la misma que en 1970. Estás de acuerdo. Por tanto también debe cambiar el sistema educativo. Se dejo la ley moyano. Se dejo la egb. Y tenemos que seguir. A lo mejor esta ley actual no es la mejor pero no podemos volver atrás.
    Te imaginas que no tienes internet ni un blog. Lo más una charla en un bar. Si quieres cosas modernas pues hagamos cosas modernas.
    Quieres la egb. Y algo más de 1970?
    La represion politica y sexual. La normalidad del castigo fisico. La precariedad laboral. La religion obligada. La falta de medios. Las malas carreteras. Los ricos con muchas criadas. Los salarios pequeños. Y franco. Te acuerdas de todo eso? Pues yo no lo quiero ni como profesor ni como padre.

    1. Yo hice EGB. Había cosas mejorables, sí, pero no sé en qué planeta hicieron algunos la EGB. Yo no conocí a Franco (cuando empecé EGB ya criaba malvas). No vi ni un solo castigo físico en ninguno de los centros donde estudié. Tuve religión en el cole porque era de monjas, pero en el instituto cogí “ética” y me libré de religión. Los salarios eran bajos, pero con un solo sueldo en mi casa (y en la de tantos) daba para vivir “bien” (hoy con dos sueldos se “malvive” muchas veces). No vi represión política ni policial ni similar… viví huelgas, manifestaciones, cambios de gobiernos… más represión veo hoy en día con el rollito de ser políticamente correcto que nos han grabado a fuego… En fin… que tu EGB y la mía debieron ser en planetas diferentes.

      1. No vivimos en planetas diferentes sino en epocas diferentes. Yo empecé la EGB en 1970 y habia todo eso.
        Solo he comparado 1970 con 2023 porque hay nostalgicos de esa epoca

    2. Hola Pedro, no puede ser que de nuevo comentes sin haberte leído el artículo. Ya lo hiciste cuando hablé de PISA, enviándote para la lectura un enlace con los informes, que te negaste a leer porque “te daban igual”. Es que así no se puede debatir contigo.

      Creo, por cierto, que al no leerte lo que he escrito, que es simplemente el preámbulo de la Ley General de Educación, te hayas perdido lo de “voy a afirmar que con las ratios actuales, la cantidad de docentes que disponemos en los centros educativos, las infraestructuras (a pesar de lo malas que sean) y el equipamiento, si tuviéramos la LGE en vigor tendríamos mejores resultados en el aprendizaje de nuestro alumnado”. Pero bueno, da igual. Supongo que te da igual. Lo importante es ponerte delante del teclado a hacer demagogia.

      Claro que podemos y debemos ir atrás (o adelante). Si hay leyes que no funcionan, lo lógico es derogarlas. Y si hay cosas que antes funcionaban, no entiendo el porqué de la negativa a coger las cosas que funcionaban en las mismas. Esta cerrazón no la he comprendido nunca.

      Y no entro en lo de la represión sexual, la normalidad del castigo físico o los ricos con muchas criadas. Yo soy de 1975 y no viví nada de eso. Precisamente hay temas sociales en los que hemos ido atrás. Y en algunos… pues creo que los ricos siguen teniendo muchas criadas aunque no entiendo qué tiene eso que ver con un articulado legislativo que, a mi entender, como articulado es mucho mejor que todos los que han venido a posteriori (con modificaciones que le haría, claro está).

      Un saludo y, por favor, no es por no dejarte comentar en el blog. Es pedirte que, antes de volver a pasarte por aquí, pienses un poco si vale la pena o solo lo haces para suplir tu necesidad de que alguien te haga un poco de caso.

      1. Ja ja ja
        Aplicate el cuento
        Todo lo que dices es demagogia pura
        Tampoco hay nada bueno en las nuevas leyes?
        Mirar siempre hacia atras no es bueno
        Y ya te lo dije No soy un cateto
        No tienes ni idea de quien soy ni de mi trayectoria profesional
        Contestas siempre lo mismo que si no he leido que si no entiendo.
        Me insultas e intentas menospreciarme y eso es dictadura y represion.
        Acaso tú no te enrocas en los mismos argumentos?
        Yo también pienso que hay cosas que mejorar en educación pero no me dedico a tirar por tierra todo lo nuevo. Yo detecto un fallo y propongo soluciones en mi centro.
        Estoy haciendo un proyecto con los alumnos de primero. Cuando lo termine te lo mando. Yo eso no lo hice nunca como alumno
        Otra cosa. El que tú no hayas vivido algunos hechos no quiere decir que no ocurrieran.
        Deja la ley del todo o nada. Ni todo es excelente ni todo es un fracaso.
        A tus análisis le faltan rigor. Y cuando ves un problema no aportas soluciones.

        1. No tengo ni idea de quién eres. No sé qué estudios tienes. No sé nada de tu profesión, aunque supongo por este comentario, que eres docente. No, no tengo ni idea. Y, a diferencia de lo que haces, yo fundamento mis respuestas con datos e investigaciones que te pongo en cada una de ellas y que, por motivos que tú sabrás, no te lees para seguir con tu diatriba.

          ¿Quién aporta más? ¿El que pone datos e investigaciones encima de la mesa, además de cientos de propuestas que puedes leer en este blog y que he realizado en otros lugares o el que, en lugar de ello, se enzarza en defender su ideología o religión educativa dejando comentarios como el tuyo? Reflexiónalo.

          Y encantado de poder saber de tu proyecto, que me puedes facilitar por correo electrónico al que pone en la pestaña de “contactar” del blog.

      2. No te preocupes que no voy a volver a leerte. Allá tú com tu religion falsa de gran pedagogo y tu coro de palmeros
        Esto no lo publiques
        Pero reflexiona sobre tu intransigencia

        1. Lo he publicado porque no lo había acabado de leer. Si quieres que lo quite, ningún problema. Eso sí, lo de llamarme “intransigente” después de que cualquiera lea tus comentarios…

          Por cierto, añado una cosa a esta respuesta, que considero clave: al igual que yo no te he criticado a ti y simplemente te he dicho que había aportado enlaces, bibliografía y datos que no te has dignado a leer, te pido que no insultes a la gente que opina diferente a ti porque, ¿a ver quién va a ser el intransigente, demagogo y acólito de su religión educativa?

          Un saludo y ya sabes que, cuando quieras argumentar con datos y reflexiones, en lugar de acudir a la demagogia, bien recibido serás. Aquí no filtro ningún comentario por estar de acuerdo o en desacuerdo conmigo.

  11. Totalmente de acuerdo con el autor del artículo. Soy docente de Secundaria desde hace casi 35 años y me he tenido que tragar todas las leyes educativas hasta esta aberración llamada LOMLOE, un engendro pseudoeducativo, sectario y dogmático del que no tardaremos en arrepentirnos. José Muñoz Domínguez

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