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Algunas reflexiones acerca del uso de la inteligencia artificial en el ámbito educativo

Creo que he probado más de cincuenta herramientas de inteligencia artificial en los últimos tiempos. He probado las que me responden a preguntas, las que me dibujan cosas, las que me crean música, las que resumen artículos, las que dan ideas, las que realizan PowerPoints e, incluso, las que clonan la voz para poder hacer vídeos sin necesidad de que aparezca nuestra cara. La verdad es que hay herramientas de inteligencia artificial para aburrir. Y, a día que pasa, parece que se reproduzcan como hacen las hormigas en mi casa que, entre exterminio y exterminio, aumentan el número de miembros.

También he leído varias investigaciones sobre el tema, he analizado los textos críticos con su implantación y he visto surgir, para algunos, un modelo de negocio vendiendo cosas que se hacen con esas herramientas o, simplemente, convirtiéndose en ponentes de todos esos cientos de charlas cuyo leitmotiv gira alrededor de la inteligencia artificial.

Supongo que lo anterior me permite poder hablar con un poco de conocimiento de causa. Sí, como usuario. Es que, sinceramente, creo que al final todos los que hablamos de este tema, salvo cuatro que saben programación avanzada y pueden hablar de código, somos unos simples usuarios de alguna o varias herramientas. Herramientas a las que les pedimos que nos hagan A, B o C.

Por tanto, permitidme hablar un poco del uso de la inteligencia artificial en educación. Permitidme cuestionar la utilidad que algunos le ven porque, sinceramente, a mí que haya herramientas que me permitan generar situaciones de aprendizaje, darme una programación o, simplemente, poder hacer exámenes personalizados para el alumnado, no creo que sea ningún tipo de mejora educativa. Veo, quizás y siendo optimista, una reducción de tiempos que se pierden en ciertas cosas pero, más allá de lo anterior, ¿qué utilidad tiene una herramienta para crear animaciones en formato Pixar? ¿Qué sentido tiene decirle a una herramienta que te haga una presentación para explicar los Reyes Godos?

En este último caso que he comentado, resulta curioso que sean los docentes que piden que no se usen libros de texto los más ansiosos por difundir el maná de la inteligencia artificial para que se convierta en su nuevo libro de texto. ¿No habíamos quedado en que lo importante era que los docentes no usaran ningún material como material único en el aula? ¿Realmente hay una mejora en el aprendizaje en usar un libro de texto o un material elaborado por inteligencia artificial? ¿No será que lo importante es revisar qué material se usa en el aula? Sí, con independencia de su fuente.

Puedo entender que la inteligencia artificial sea un buen nicho de negocio. Que los que se suman al carro puedan obtener beneficios, directos o indirectos de herramientas que, por ahora, no están difundidas de forma masiva entre los docentes. Pero, sinceramente, ¿qué aporta lo anterior a nuestro alumnado? Decidme solo una mejora que presente para ellos. Solo una. Porque, al final, yo lo único que estoy intuyendo es que hay alumnado que ha pasado de copiar el trabajo que les mandan, de la Wikipedia a pedírselo que se lo haga ChatGPT. No veo ninguna mejora en ningún otro aspecto.

El modelo de enseñanza-aprendizaje no va a cambiar por la irrupción de la inteligencia artificial. Ahora estamos con el hype del asunto y parece que lo va a revolucionar todo pero, algunos ya machuchos, sabemos que todas las revoluciones basadas en herramientas han sido un soberano bluf. Que las expectativas jamás han acabado coincidiendo con la realidad. Pero bueno, no soy quién para quitar la ilusión a nadie.

Prefiero mil veces un vídeo de YouTube en el que me expliquen algo que pedirle a una herramienta de inteligencia artificial que me lo haga. Mucho más todavía tener a alguien que sabe, pudiéndomelo explicar en directo. Eso sí, queda muy bien a 12 de noviembre de 2023, como early adopter, decir que la inteligencia artificial va a revolucionar la educación. Sí, al igual que hicieron los códigos QR, el Flipped Classroom, la introducción masiva de tecnología o la realidad aumentada.

¿Va a mejorar la inteligencia artificial la educación? En etapas obligatorias ya os digo yo que no. Eso sí, no niego, porque no sé ver el futuro, que pueda tener un impacto social y en determinadas profesiones. Pero bueno, eso se lo dejo a los que tengan bola de cristal. Que son los mismos que, cuando yo estudiaba BUP, decían que los combustibles fósiles se iban a acabar el año 2000 o a los que, desde hace años, dicen que, para aprender cosas, nos inyectarán unos nanobots que ya vendrían con todo el aprendizaje necesario. Cuánto daño ha hecho Superman y Regreso al Futuro. Cuánto daño hace la ficción a aquellos que la confunden con realidad.

No es un artículo crítico con la inteligencia artificial. Es un artículo en el que expreso sus múltiples limitaciones para el aprendizaje de nuestro alumnado. Eso sí, ahora toca vivir la mediatización del asunto y la de personajes, al igual que sucedió con la moda de Pokémon Go, que ven una revolución educativa donde yo solo veo un avance tecnológico. Un avance tecnológico de uso muy limitado en nuestras aulas.

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4 comentarios

  1. Hola, muy de acuerdo con lo que expresás. Pusiste en palabras varios pensamientos sueltos que no había podido terminar de armar precisamente por la gran cantidad de información, cursos, webinars, etc. que andan dando vuelta sobre la IA en educación. Para mi es significativo lo que decís de los estudiantes que pasan de copiar de Wikipedia al chat GPT, porque lo que más me interesa es saber cómo usan los estudiantes estas tecnologías y por qué casi siempre es para facilitarse el trabajo que los docentes les proponemos. Sigo pensando. Saludos.

  2. Hola Jordi, muy buena reflexión. Yo añadiría algún aspecto más. La IA me parece una herramienta excelente para reducir tiempos en la producción de un resultado… Y por eso me parece tan útil para ciertas profesiones como inútil para el estudiante. Por qué? Pues porque lo importante del proceso de enseñanza-aprendizaje no es el resultado, sino el proceso en sí. Es curioso que defendamos que a la hora de corregir un ejercicio lo importante no es una respuesta correcta sino un desarrollo correcto, y luego veamos tanto potencial en la IA para el estudiante. La IA no mejora el camino del estudiante (más bien al revés, se lo puede cargar), y lo único que genera es un resultado… Y eso es lo opuesto a lo que consideramos adecuado para aprender. Así que del mismo modo que hace años la digitalización en las aulas iba a ser el no va más y ahora ya se están desdigitalizando porque se ha visto que es contraproducente, creo que con la IA pasará lo mismo. Sí creo que para ciertas prácticas docentes puede ser útil, pero las desventajas superarán a los pros, y finalmente darán un saldo negativo en el aula, por lo que compensará eliminarlas (no a todos los niveles, pero sí desde luego hasta los cursos más avanzados de enseñanza postobligatoria).
    Un saludo,

    1. Toda la razón. Si queremos evaluar procesos acabados, la IA puede tener su función. El problema es el uso como herramienta para conformar un aprendizaje significativo en nuestro alumnado. Un saludo.

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