Espero me disculpéis la “pequeña maldad” de ayer

En el día de ayer fui bastante malo con todos los que os pasáis por aquí. Publiqué un post, titulado “El Centro Mágico de Enseñanza” que, a pesar de lo bien recibido que fue por parte de algunos, no lo escribí yo. Lo escribió la inteligencia artificial. Se escribió, dándole algunas palabras que debían enlazarse, una longitud y un tono que debía usar, mediante el mediatizado ChatGPT.

Reconozco que la frase final es mía, al igual que algún retoque mínimo, pero el grueso del contenido fue escrito por un robot. Y no, no me preocupa que haya colado como artículo propio. Tampoco me preocupa que puedan usar la herramienta mi alumnado. Lo que sí que quizás me tenga un poco mosca es el no saber cómo se gestionan los algoritmos ni los procesos que hay detrás. Siempre me ha preocupado no saber cómo funcionan las cosas. Lo sé, si funcionan, mejor no preguntar. Pero os repito que soy bastante raro. Especialmente con temas tecnológicos.

Os prometo que cuando publiqué ayer el artículo no lo hice con mala intención. Sin ningún tipo de ganas de inducir al error atribuyéndome el contenido. Simplemente, al igual que me sucede en numerosas ocasiones, eran ganas de compartir resultados de cosas que he ido probando. Ya sabéis que cada domingo, los que me seguís en Twitter, tenéis una maravillosa fotografía de la paella que voy a degustar ese día.

¿Debo ser fustigado por la pequeña broma de ayer? Bueno, eso lo dejo en vuestras manos. Ya sabéis que, como siempre he defendido, uno es libre de criticar lo que le parezca. Y, al menos en mi pueblo, de piedras están las calles llenas. Eso sí, procurad coger alguna de canto romo porque, aunque mi cabeza sea dura, con la edad se ha ido reblandeciendo.

Fue solo un experimento. Y, al igual que el de los elefantes, prometo no volverlo a hacer. Bueno, prometo intentar no volverlo a hacer.

Finalmente deciros que el libro que os publicito en cada post, ese en el que os sale un Satisfyer maravilloso en un pop up y que os publicito en cada post, sí que lo he escrito yo. El próximo a ver si se lo encargo a la inteligencia artificial. Total, entre mi inteligencia y la artificial…

Como estoy haciendo en los últimos artículos, os recomiendo mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel) o en ese pop-up tan molesto que os sale. Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos sobre educación este curso.

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