Un alien en la Facultad de Pedagogía XII: la hora de guardia

-Te toca guardia.
Esa fue la frase.

Ni buenos días, ni ¿cómo estás?, ni nada. Solo eso. Te toca guardia.

Y TORREZNO 3PO, que pensaba observar una jornada “normal” desde la sala de profesores, fue lanzado de lleno a la pedagogía del imprevisto.

La hora de guardia. Esa dimensión paralela del horario escolar donde lo que sucede no estaba previsto… y sin embargo ocurre.

Le asignaron el pasillo de la planta baja. Le dieron una carpeta, un parte en blanco y una orden ambigua:

-Estate atento. Por si pasa algo.
-¿Y si no pasa nada?
-Entonces, mejor.

Los primeros minutos fueron tranquilos. Demasiado.

TORREZNO 3PO escaneaba el entorno. Alumnos en tránsito lento, mochilas arrastradas como piedras simbólicas, conversaciones a media voz sobre cosas que no entendía.

Hasta que se abrió la puerta del aula de 1ºB y salió un alumno con cara de circunstancia y papel en mano.

-Me han echado.
-¿Por qué? —preguntó TORREZNO.
-No lo sé. Por respirar raro, creo.

Lo sentó a su lado. El alumno sacó el móvil y empezó a deslizar pantallas con la serenidad de quien sabe que la vida sigue, incluso expulsado temporalmente del aprendizaje formal.

Minutos después, una profesora apareció apresurada:

-¿Has visto a los de 2ºC? No han ido a clase.
-¿A dónde han ido?
-A ninguna parte, pero no están.

TORREZNO 3PO activó su sistema de rastreo térmico. No sirvió de nada.

Los de 2ºC reaparecieron veinte minutos después, desde la puerta trasera del gimnasio, con la misma expresión que tienen los gatos cuando fingen que no han hecho nada.

Otro alumno pasó corriendo. Nadie supo por qué. Le siguieron dos más.

La guardia entraba en fase de entropía leve.

TORREZNO 3PO anotó: “Durante la guardia, el docente flota entre la prevención y la resignación. Todo puede pasar, pero rara vez cambia algo. El protocolo es claro: observa, interviene si es grave y respira si no lo es.”

A los cuarenta minutos, llegó el clásico:

-Profe, ¿puedo ir al baño?
-¿Y tú quién eres? —preguntó TORREZNO.
-Uno que necesita ir al baño.

Autenticidad sin florituras. Lo dejó ir.

Al final de la hora, la planta volvió a la calma.

El expulsado de 1ºB se despidió con un leve “gracias”. Nadie le había preguntado su versión de los hechos.

TORREZNO 3PO no emitió juicio alguno. Solo pensó en que hablar a veces no arregla nada, pero al menos ofrece otra capa de sentido.

De vuelta en la sala, entregó la carpeta.

-¿Todo bien? —le preguntaron.
-Todo dentro del margen de lo esperado.
-Entonces ha sido buena guardia.

Ya en su nave, TORREZNO 3PO escribió: “La hora de guardia es un intersticio dentro del sistema: ni clase, ni recreo, ni autoridad plena. Es pedagogía improvisada. Un lugar donde el control se vuelve permeable y la mirada sustituye al discurso. Lo que no se enseña, a veces, se aprende allí.”

Y cerró con una nota, sin mayúsculas: “a veces la mejor pedagogía es simplemente estar cuando nadie sabe bien qué hacer.”

Lista de capítulos de las aventuras de TORREZNO 3PO

Capítulo I. Un alien en la Facultad de Pedagogía 

Capítulo II. Un alien en la Facultad de Pedagogía II: curso para educadores innovadores

Capítulo III. Un alien en la Facultad de Pedagogía III: observación de un centro educativo real

Capítulo IV. Un alien en la Facultad de Pedagogía IV: el claustro

Capítulo V. Un alien en la Facultad de Pedagogía V: la jornada de puertas abiertas

Capítulo VI. Un alien en la Facultad de Pedagogía VI: el simulacro de evacuación

Capítulo VII. Un alien en la Facultad de Pedagogía VII: el día en el que se fue la luz

Capítulo VIII. Un alien en la Facultad de Pedagogía VIII: excursión al museo de ciencias

Capítulo IX. Un alien en la Facultad de Pedagogía IX: la visita del inspector

Capítulo X. Un alien en la Facultad de Pedagogía X: una propuesta metodológica para revolucionar la educación

Capítulo XI. Un alien en la Facultad de Pedagogía XI: la sala de profesores

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