Tras su abrupta salida de la Facultad de Pedagogía y, antes de volver a su planeta Raticulín, TORREZNO 3PO, aún con el diccionario lanzado por el profesor de sociología incrustado en su sesera, decidió que necesitaba comprender mejor la educación terrestre. Consultó su base de datos intergaláctica y descubrió que existía un curso para educadores innovadores. Sin pensarlo dos veces, se inscribió. Eso sí, antes tuvo que buscar algún sistema para poder pagar esa matrícula que, traducida a su moneda intergaláctica, hubiera servido en su mundo para vivir toda una vida. Pero eso, a lo mejor, forma parte de otra historia.

Al llegar, fue recibido con entusiasmo por un grupo de facilitadores que, en lugar de saludarlo, comenzaron a entonar el siguiente mantra… «desaprende para reaprender, fluye como el conocimiento líquido». Confundido, TORREZNO 3PO intentó seguir el ritmo, pero su procesador no estaba programado para coreografías educativas. Menos todavía para coreografías más parecidas a haberse intoxicado con el combustible de la nave que a algún tipo de lógica.

La primera sesión trataba sobre «Gamificación Holística y Aprendizaje Transdimensional». El ponente, vestido con una túnica de colores y portando un bastón de mando (que resultó ser una regla de metro), explicó que el futuro de la educación residía en enseñar a través de juegos de rol interplanetarios. TORREZNO 3PO, intrigado, preguntó si eso incluía enseñar a leer y escribir. La sala quedó en silencio. Una participante susurró: eso es muy siglo XX.

Durante el taller de «Evaluación Cuántica», se les pidió que evaluaran a un compañero sin usar palabras, números ni gestos. TORREZNO 3PO, en un intento de adaptarse, emitió una serie de luces intermitentes y sonidos armónicos. El facilitador aplaudió emocionado: ¡Eso es! ¡Evaluación sensorial pura!. El alienígena no estaba seguro de qué había evaluado, pero al menos no le lanzaron otro diccionario.

En la pausa para el café, TORREZNO 3PO intentó entablar conversación con otros asistentes. Les preguntó sobre la importancia de la gramática en la enseñanza. Uno de ellos, con una camiseta que decía «La ortografía es opresión», le explicó que la gramática era una construcción social impuesta por las élites lingüísticas. TORREZNO 3PO, por si acaso, decidió no mencionar que su idioma natal tenía doce casos gramaticales y ocho tiempos verbales.

Al final del día, se organizó una ceremonia de cierre donde cada participante debía compartir su mantra educativo. TORREZNO 3PO, ya adaptado al ambiente, proclamó: «enseñar sin enseñar es el nuevo enseñar». Los aplausos fueron ensordecedores. Alguien incluso le ofreció dirigir un seminario sobre «Educación Intergaláctica Descolonial».

De regreso a su nave, TORREZNO 3PO reflexionó. Pensó que en la Tierra, la educación parecía más un arte performativo que una ciencia. Decidió enviar un informe a su planeta natal recomendando precaución al interactuar con las instituciones educativas terrestres. Mientras despegaba, pensó… quizás en la Facultad de Filosofía las cosas sean más claras. Pero eso sería una aventura para otro día.

Este relato continúa el devenir de TORREZNO 3PO explorando la educación española, que empezó en el día de ayer (enlace). Lo sé. Hubiera sido más interesante un extraterrestre en Benidorm a lo Alfredo Landa pero, seguramente, hubiera sido vetado por la nube de wokismo actual.

Finalmente deciros que me gustaría saber si os apetece seguir sabiendo de TORREZNO 3PO. Decídmelo como comentarios a este post o por las redes sociales. Yo le estoy empezando a coger cariño.


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