No todo el mundo quiere debatir. Algunos solo quieren imponerte su modelo. Los conoces. Son los dueños de la verdad educativa. Los mismos que se presentan como referentes, que hablan en nombre del alumnado y que organizan auténticas jaurías digitales para intimidar a quienes no piensan como ellos. Si alguna vez te cruzas con uno -o con varios-, aquí tienes una guía de supervivencia rápida, para no caer en sus trampas y, sobre todo, para no dejarte silenciar. Es que estos personajes, normalmente agrupados en colectivos o asociaciones, porque solos o a cara descubierta son muy cobardes, no se merecen que nadie se vea amedrentado por ellos.

Primero… no entres al barro. Es exactamente lo que buscan. Sus discusiones no son debates, son exhibiciones. No quieren escucharte; quieren dejarte en evidencia. Si respondes con enfado, ya han ganado. Respira, cuenta hasta diez… y recuerda que el silencio, a veces, duele más que cualquier réplica.

Segundo… no te dejes aislar. Una de sus tácticas favoritas es señalarte para que su colectivo te rodee y te desgaste. Cuando empiece el ataque, no te lo comas solo. Apóyate en compañeros, en tu red de contactos, en quienes te conocen de verdad. El contraataque no está en la agresión, sino en no dejar que te conviertan en diana fácil. Ni en dejar que sus ganas de hacerte bullying triunfen frente a la verdad.

Tercero… no alimentes su narrativa. Si ves que intentan etiquetarte, no caigas en su juego. Es un truco básico. Te provocan para que encajes en el papel que ellos te han inventado. No lo aceptes. No eres su caricatura ni su muñeco de trapo.

Cuarto… protege tus espacios. Si actúan en redes, actúa tú también. Silencia, bloquea, reporta si es necesario. No es censura. Es autodefensa digital. Ellos tienen su ejército, tú tienes tu paz mental. El algoritmo vive del ruido, y a veces la mejor estrategia es simplemente quitarles el altavoz.

Quinto… no te dejes arrastrar a debates eternos. Su táctica favorita es saturarte. Te contestan en hilos de tropecientos mensajes, te etiquetan, te lanzan mierda, usan pantallazos que, en ocasiones ni tan solo has escrito porque los han manipulado con alguna de esas herramientas que existen actualmente. Todo con un objetivo… agotarte. Aprende a salirte a tiempo. No estás obligado a quedarte en una pelea que no busca soluciones, solo sumisión. Es que están acostumbrados a maltratar y a que la persona maltratada sufra del síndrome de Estocolmo.

Sexto… recuerda que no eres minoría. Puede que hagan mucho ruido, pero no son tantos. Y, sobre todo, no representan a todo el mundo. Hay miles de docentes trabajando de verdad, en silencio, haciendo cosas increíbles en las aulas sin necesidad de exhibirse o imponer dogmas. Hay cientos de investigadores haciendo investigaciones muy serias y de utilidad para la mejora educativa. Son mayoría. Solo que no hacen tanto espectáculo.

Séptimo… no caigas en la autocensura. Este es su objetivo real. Que pienses dos veces antes de hablar, que borres un tuit, que no participes. Y no, no se trata de pelear por pelear. Se trata de no renunciar a tu voz. El debate educativo se empobrece cada vez que alguien decide callar por miedo.

Y, sobre todo, recuerda esto… nadie tiene el monopolio de la educación. No hay una única forma de enseñar. No hay un único modelo válido. No hay un camino obligatorio. Si alguien te dice lo contrario, sospecha. El problema no es que tengan ideas diferentes; el problema es que quieren convertir las suyas en ley. Y tú no estás obligado a obedecer.

Así que no te dejes amedrentar. Defiende tus ideas. Comparte tu experiencia. Escucha, aprende, cambia de opinión si te convence un argumento, pero nunca porque te empujen a hacerlo. Que el miedo no decida por ti. Porque el día que el miedo cambie de bando, los dueños de la verdad educativa perderán su arma más poderosa.

Podéis descargaros mi último libro en formato digital, TORREZNO 3PO: un alien en educación, desde aquí.

Me podéis encontrar en X (enlace) o en Facebook (enlace). También me podéis encontrar por Telegram (enlace) o por el canal de WhatsApp (enlace). ¿Por qué os cuento dónde me podéis encontrar? Para hacerme un influencer de esos que invitan a todos los restaurantes, claro está. O, a lo mejor, es simplemente, para que tengáis más a mano por dónde meteros conmigo y no tengáis que buscar mucho.


Descubre más desde XarxaTIC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

2 comments
  1. Me reconozco en la autocensura. Cuando cae alguna shitstorm y me veo envuelto en una polémica que no he buscado, la verdad es que me desaparecen las ganas de publicar sobre educación. De hecho, escribo menos, por cierto cansancio y por desconexión vacacional. Prefiero expresarme en el blog, donde me explico mejor y hay más tranquilidad. Un saludo.

    1. Y yo, Salva, y yo.
      De hecho me salí de Twtter/X por eso mismo ( y por algún ataque personal y amenaza que solo podía provenir de alguien que me conociese, yo que siempre he buscado cierto anonimato).
      Recuerdo interactuar contigo, y en ocasiones discrepar, siempre con respeto, por ambas partes. Aunque sospecho que contigo, al igual que con otros, las discrepancias expresadas textualmente en redes no serían prácticamente nada en la vida real. Pq esa es otra: los algoritmos de esa red social ( y de todas, realmente) están diseñados para actuar como lente de aumento de, precisamente eso, las discrepancias y diferencias. Yo ahí no vuelvo. Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like
Leer Más

Cuestión de perspectiva

Facebook Twitter Telegram WhatsApp Email¿Cuál es una buena decisión educativa? ¿Qué valor tiene el usar una determinada metodología…