Debido al alto número de alumnado con conductas suicidas e intentos de autolesión en la Comunidad Valenciana, la Conselleria de Educación ha optado por realizar el programa «Som imprescindibles«. Un programa que, tal y como indica la infografía de su presentación, consiste en lo siguiente:
Un programa que desarrollará, tanto el profesorado de los centros educativos de los IES (tutores de segundo y cuarto de ESO), la dirección de estudios, el jefe de Departamento de Orientación y las personas coordinadoras de igualdad y convivencia, además de cualquier otro docente designado por el equipo directivo. Todo, claro está, sin ningún tipo de reducción horaria para ello.
Pero bueno, más allá de lo anterior, que supone de nuevo carga extra entre el profesorado, hay cuestiones realmente importantes que subyacen tras este programa. Y solo hace falta haber leído un poco o conocer algún experto en psicología clínica para que os lo expliquen. Sí, hay mucha teoría pseudocientífica, apelando a inteligencias emocionales que no existen, tras el programa (enlace).
Además, el formulario para la detección de conductas suicidas no tiene ningún tipo de planteamiento de preguntas de control. Algo que, para cualquiera que sepa algo de estas cosas, debería hacer saltar todas las alarmas ya que da la sensación que el programa se haya hecho para realizar una sobredetección de casos.
Lo anterior es muy importante. Estamos aplicando un programa al alumnado que, además de realizar una detección de casos superior a la que hay, está basado en teorías pseudocientíficas.
Entonces, ¿por qué se ha optado por este programa? ¿Por qué se ha elaborado todo este entramado, de una forma tan rápida, para ponerlo a disposición de los centros educativos?
Lo de siempre… toca seguir al dinero. Vamos a buscar quién se ha llevado la contratación de este programa porque, curiosamente, no hay nada que chirríe más que encontrarte a ciertos entramados empresariales tras ciertas cosas.
Pues si os fijáis en el logotipo de la infografía superior, que aparece en gran parte de las presentaciones que podéis encontrar en el programa, os encontraréis con lo siguiente:
Un logotipo que es de la empresa Siena Educación, más conocida por la mayoría de vosotros como la empresa que está detrás de Magisterio Español y de la página web Magisnet. Además de tener el INAV (un centro de formación donde se sacan títulos oficiales los deportistas) y ser quienes están tras La Feria de los Colegios y Scholarum.
Además si tenéis curiosidad y os ponéis a investigar un poco, encontraréis que el presidente de su Consejo de Administración es Áureo Ruiz de Villa Gómez-Setién (enlace) que, curiosamente, también es uno de los impulsores de la Fundación Diálogos (enlace) que, a su vez tiene en el patronato (enlace) a miembros muy significados del Opus Dei. Incluso alguno de ellos consejeros delegados del Colegio Tajamar, uno de los principales colegios del Opus en nuestro país. Y con relaciones laborales con la Universidad Villanueva que, curiosamente, también pertenece a la Obra.
Pero bueno, ¿por qué os cuento lo anterior? Porque, como os he dicho antes, según la plataforma de Contratación del Estado, la empresa adjudicataria del programa de prevención de conductas suicidas, ha sido Siena Educación (enlace) por valor de 1.386.990,00 euros.
Ya veis. Un programa basado en pseudociencias, en disciplina positiva, en configuración del carácter, con un cuestionario sin ningún tipo de preguntas de control que, lo único que va a hacer va a ser incrementar el número de resultados, adjudicados a una empresa con, por lo visto, bastante relación con el Opus Dei. Es que, tirando del hilo uno descubre que ciertas cosas que, por su importancia, deberían hacerse de otra manera, acaban siendo, si uno piensa mal, en una especie de pagos muy extraños por no se sabe qué.
Es un escándalo muchas de las cosas que están sucediendo en la educación en nuestro país. Pero, sabéis qué, esto nos importa a cuatro. Y es muy triste que sea así.
Como estoy haciendo en los últimos artículos, os recomiendo mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel) o en ese pop-up tan molesto que os sale. Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos sobre educación este curso.
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Jolin, no me esperaba que hubiera un entramado tan turbio detrás del programa.
Desde los departamentos de orientación llevamos mucho tiempo pidiendo ayuda en este aspecto porque nos desborda la situación y desde principo del curso 22/23 se nos comunicó que estaban trabajando en dar respuesta.
Por otra parte, desde mi humilde opinión y formación, realizar dinámicas sobre emociones puede llamarse de mil formas: inteligencia emocional, gestión de emociones, regulación emocional… pero al final es la base de cualquier prevención e intervención en estos casos, por lo que si utilizamos el término “inteligencia emocional” sí suena a pseudociencia, pero a nivel práctico la regulación emocional es imprescindible, te lo puede decir cualquier psicólogo/a clínico.
Por último, yo misma vi hace meses las ofertas de empleo en el portal de la UV buscando psicólogos clínicos para desarrollar el programa e impartir los talleres, así que esto me hace pensar que no toooooodo está relacionado con las empresas y organizaciones que comentas, no?
Aún así, a nivel práctico ya estamos viendo las evidentes carencias del programa, pero creo que es de valorar y agradecer que por primera vez se apueste así por la Salud Mental de los adolescentes.
Queda muchísimo por mejorar y hacer, así que gracias por aportar otra perspectiva del asunto.
Hola Alba. Yo, como docente, soy el primer interesado en programas que ayuden a prevenir determinados casos de suicidio o intentos de suicidio. Lo que no creo es que debamos plantearlo, tal y como se plantea en el programa concreto que menciono, como algo basado en pseudociencias, tests que no deberían aplicarse a adolescentes (lo de la escala suicida de Beck es de traca) o dárselo a una empresa privada para que, al final, sea solo una manera de lucrarse. Lo importante sería contar con psicólogos clínicos en los centros y mucho más personal ESPECIALIZADO para tratar con el alumnado estas cuestiones. Un saludo.
Me he fijado en que al alumnado se le pasará el cuestionario Beck sobre desesperanza. Desconozco si hay una versión apta y validada para niños o adolescentes, pero en principio el Beck solo vale para personas de entre 17 y 80. Espero que no cometan la temeridad de usar una escala que no es apropiada a la edad de aquellos a los que se les va pasar.
Un abrazo,
M.
No, no hay ninguna versión apta para niños o adolescentes. Y si a ello le sumas el cuestionario (que no sé si he incluido, pero que puede encontrarse en la web del programa) donde no existe ningún tipo de preguntas de control, apaga y vámonos. Uno de vuelta.
Jordi, cuando dices scholarium ¿a qué te refieres?
¿A la plataforma eScholarium de la Junta de Extremadura?
No. Me refiero a una plataforma para la «selección y publicitación» de centros educativos que tiene el grupo SIENA. La plataforma la llevan otros. Otro melón que también resulta curioso y que, creo que en alguna ocasión, he abierto por las redes sociales.
Se llama Scholarum, hay que informarse bien.
Ya está modificado en el post. Tienes razón, la plataforma de comparación y publicitación de colegios que posee esa empresa se llama «Scholarum». Se me coló la «i». Saludos.