Entiendo que estéis cansados de que os cuente mis anécdotas profesionales. Entiendo, también, que cuestionéis mis ideas acerca de la educación o de cuestiones relacionadas con ella. Sé que mis ideas sobre educación, incluso que estén basadas en datos, choquen, para algunos, con lo que queréis creeros. Sé que ese happyflowerismo que tenéis algunos, debería haberme sido inoculado con la vacuna de Pfizer (he tenido que buscar a ver si lo escribía bien). No lleva chip, lleva una alta carga de nanocitos «innovadores». Pero después de la segunda dosis sigo sin entender el sentido de tantos flippeds, youtubers, abperos, gamificadores o, practicantes de sexo tántrico. Me deben haber puesto agua destilada. Sí, a mí me ha tocado el placebo.

Eso sí, lo que no voy a soportar más tiempo es a aquellos “graciosillos” que se dedican a enviarme, sea por las redes sociales (especialmente Twitter) o por correo electrónico, noticias relacionadas con la horchata que publican los medios. Al igual que he dicho en múltiples ocasiones que sé lo justo de educación, debo confesaros que algo sé de este tema. Y no, la horchata no es eso que se envasa en tetrabrick o botellas de plástico y se vende en los supermercados. Eso es agua azucarada con dosis mínima de chufa. Es como decir que una paella congelada es paella o, simplemente, vender Don Simón como vino. No me vengáis con chorradas. No me vale. No es lo mismo. Mi meado matutino, mezclado con agua de mar y zurullos de iguana, se parece más al Red Bull que eso que venden como horchata en ciertos lugares a la horchata.

Por cierto, a ver si empezamos a saber un poco del asunto. No puede ser que en pleno siglo XXI no sepáis qué tipos de horchata existen. Os comento que hay tres maneras de presentar la horchata: líquida, mixta y granizada. Por cierto, la verdadera horchata granizada no es mezclar hielo con horchata líquida. Otra cosa que también debe quedaros clara. Ergo ya intuís que la horchata mixta es aquella mezcla de líquida y granizada. Una horchata que tiene menos azúcar de lo que nos venden.

Que no te guste la horchata de una determinada marca que te venden en el súper no indica que no te guste la horchata. Significa, simplemente, que no te gusta esa (…) que venden con esa denominación. Tampoco me vale esa horchata pasteurizada que te encuentras en la sección de refrigerados. Pero qué mala es, por favor. Además ni huele a horchata. Así que, si no tenéis ni idea del asunto poneos a hablar de medicina o educación. Molesta menos. Y ahora con la pandemia, si queréis investiros de epidemiólogos, hacedlo pero, voto a brios que me voy a acabar cabreando si seguís hablando del oro blanco como lo estáis haciendo. Paso de los trending topic, de la comparación con la tortilla con cebolla o la pizza con piña. No es lo mismo. Nada que ver.

Si alguien tiene dudas acerca de qué es la horchata, dónde se toma o, simplemente, con qué mezcla de helados va mejor, que no dude en preguntarme. Eso sí, al próximo que me envíe noticias sobre el tema publicadas por tipos que no tienen ni idea y que, al igual que el pollo que han visto siempre iba envuelto en plástico solo conocen la versión industrial del asunto, … Me ahorro las amenazas no me cierren el blog pero creo que me entendéis.

Estoy hasta los mismísimos del tema “horchata”. A la horchata no se la toca. Y ahora lo tuiteáis.


Descubre más desde XarxaTIC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.