Mi “hijo 2.0” ha pasado por la Buchinger con el fin de prepararse para el verano. Como bien sabéis, cada cierto tiempo remodelo la web y hago ciertos cambios. En ocasiones los cambios no se ven. En otros se ven. Y en la mayoría de ocasiones, he de reconocer que queda bastante peor después de pasar por quirófano.

Uno de los motivos de la última remodelación es incorporar los tres proyectos que he empezado hace poco (el de las herramientas 2.0, el del foro y el del aula virtual que, posiblemente llegue en verano y que ha de servir para pagarme -o no- ese espacio que ya tengo mirado en las Maldivas). Pues sí, al final he optado por venderme al mercado y al mejor postor. No todo era cobrármelo en abrazos y emociones. Que a mí, como buen catalán, la nómina (si puede ser incrementada en un porcentaje interesante) me motiva. Y ya no digamos como docente vacacional lo que me motivan otras cosas. A ver, que cada uno tiene los orgasmos con lo que le apetece. Yo no cuestiono que tengáis orgasmos jugando a La Primitiva o apostando en criptomonedas.

Ojo, seguramente en breve, a falta de confirmación oficial de mi persona como Conseller d’Educació catalán por parte de Pere Aragonés, deba proceder al borrado de posts y tuits como si no hubiera un mañana y todo este rediseño se va al garete. Se denomina supervivencia política. Y hay cosas que no quedan muy bien en mi blog, especialmente aquellas en las que cuestiono determinadas cosas. Hasta soy capaz de ponerme una barretina multicolor y unas espardenyes de color amarillo limón para ir a explicar cosas en el Parlament. A ver, que en mi vestidor tengo muchas cosas para ponerme, según me coloquen unos u otros. Eso sí, como siempre digo, tengo la gran suerte de poder poner mis condiciones.

Nada, un simple post para informaros, como hago siempre, de los cambios que perpetro en la web. Sé que debería poner anuncios, publicitar mis libros y sacarme una pasta, con el ingente número de visitas, haciendo posts patrocinados de la Universidad A, de la herramienta B o del producto erótico C. Lamentablemente, por ahora, todavía no necesito lo anterior para vivir. Y mis gustos son bastante simples, muy relacionados con el enlorzamiento y el disfrute.

Disfrutad del domingo. A lo mejor hoy cae algún post serio. O, a lo mejor no. Es lo que tiene no ser un sin techo digital porque, al final, mola mucho más tener un espacio web propio que ir mendigando a Twitter, Facebook o Instagram que permitan “mis mierdas”. Un abrazo de esos de antes del codo, la mano al corazón o la sujeción de las partes.


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