Hoy me voy a poner la camiseta de economista aficionado. Sé que voy a ser un intruso, al igual que lo fue Ibai en la entrevista que realizó a Messi, pero no me voy a complicar mucho la vida poniendo datos ni analizando series económicas. Además, como bien sabéis, el mejor economista (al igual que el mejor docente) es aquel que no se dedica a gestionar activos económicos. Es que es de cajón. Si uno es inteligente sabe cómo no trabajar de lo suyo y, curiosamente, sacar mucha más tajada no haciéndolo.
Estos días son muchos los que claman por una empresa pública de energía. Ya hay algún ejemplo de empresa pública de energía, como en el caso de Barcelona que, por lo que se ve, ofrece la electricidad a un precio más caro que el cártel que la controla. Sí, he dicho cártel, aunque lo podría sustituir para los más puristas y que no ven cosas raras, como oligopolio. Un oligopolio, haciendo un spoiler antes de que lo busquéis en Google, es el control por parte de pocos de un recurso determinado. Va, ya puestos, también os pongo que el cártel es un convenio entre varias empresas para evitar la mutua competencia y regular la producción, venta y precios en un determinado campo industrial. Lo que, por lo que se ve, hacen entre otros, determinadas multinacionales (tanto de telecomunicaciones, como de control de recursos agrarios o energéticos).
La disertación anterior tiene todo su sentido para intentar responder a la cuestión que se plantea en el título del post… ¿por qué la educación y la sanidad privada son tan baratas en España? Y la respuesta es muy fácil: hay una oferta pública del servicio. Sí, al haber una oferta pública de servicio no pueden aumentar los precios ya que esa presión haría que muchos no eligieran acudir a la empresa privada para que le diera ese servicio. ¿De verdad alguien se piensa que en Estados Unidos los precios de determinados servicios sanitarios no son muy altos? ¿Y por qué creéis que lo son? Pues porque no hay la oferta del servicio público. La competencia pública es la que hace que los precios no puedan ser más altos en determinada oferta privada.
¿De verdad alguien cree que se podría mantener la oferta de una sanidad privada con cuotas cercanas a 50 euros mensuales si no hubiera el contrapeso de la sanidad pública? ¿Alguien cree que los centros educativos privados tendrían «clientes» si en muchos casos no estuvieran concertados y se cobrara una cuota mínima pero suficiente para segregar? ¿Alguien se piensa que económicamente pueden mantenerse determinados servicios si no es por existir una competencia pública contra determinados entramados empresariales? Ojo, actualmente solo existe competencia en educación, sanidad y seguridad. También por eso los precios de los servicios de protección privada (esos asustaviejas que salen en la radio y en la televisión de forma permanente) son muy bajos y accesibles.
Creo que algunos aún no se dan cuenta de lo anterior. Creo que no se entiende que podemos disfrutar en nuestro país de unos buenos servicios privados a un bajo coste porque existe el contrapeso público en la oferta de esos servicios. Es que es tan sencillo de ver como ponerse a ver qué sucede en los países en los que no existe esa competencia ni la potencia de esos servicios públicos. Por cierto, privatizar un servicios (como los carburantes o la electricidad), aunque exista ahorro para el Estado y se puedan conseguir muchos millones por ello, acaba repercutiendo en el coste de adquisición de determinados servicios. Tanto los combustibles como la electricidad es el claro ejemplo que, aún teniendo una empresa pública mal gestionada a nivel Estado (las empresas públicas pequeñas no aportan ningún valor y son contraproducentes), con unos costos laborales mucho más caros de sus trabajadores, ese combustible y esa electricidad eran muchísimo más económicas para el ciudadano que sin tenerla. Y ya no hablo de la existencia de un banco público.
No se trata de no permitir la existencia de empresas privadas. Se trata de poder tener algo público para poder controlar los desmanes que puedan llegar a hacer. Si no tienen competencia, nadie podrá controlarlas porque, sinceramente, se ha de ser bastante estúpido para creer que alguien quiere obtener menos beneficios de los que puede obtener. Eso no pasa en la vida real. Menos aún en empresas tan despersonalizadas que funcionan como un gobierno autónomo.
Quizás me hubiera explicado mejor delante de una horchata, pero creo que se entiende por dónde he ido en mi argumentación. No hay problema que en un país haya empresas privadas que ofrezcan determinados servicios. El problema es no tener ninguna empresa pública que los ofrezca y que les haga de contrapeso. Y con ello no estoy diciendo que no se pueda acudir a nutrirse del servicio en la privada. El post no va en este sentido.
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Jordi, la educación y sanidad pública son caras. No confundas coste con precio. No pagan los usuarios directamente, está subvencionado y se paga entre todos los españoles. Si los usuarios pagaran el coste real … se irían a la privada, al menos parte de ellos.
No es cierto. Si no existiera educación y sanidad pública, la mayoría de los ciudadanos de nuestro país no podrían llevar a sus hijos a la escuela ni ser atendidos. El funcionamiento de lo público está basado en el concepto de socialización de costes. Nadie se iría a la privada si pagara ese coste real porque, vuelvo a repetirlo, no sería asumible para la mayoría. Por lo anterior es por lo que el servicio privado es asequible para los clientes. Por la competencia del servicio público. Si no estuviera ni se pagaran impuestos, con ese «supuesto» ahorro por parte del ciudadano, no podría cubrirse ni una décima parte del coste de ningún servicio que solo fuera ofertado por entidades privadas. Un saludo.