Reconozco que asisto atónito, de nuevo, a la propuesta de algunos pedagogos de guardia, normalmente muy faltos de pedagogía, para la creación de un grado de profesorado de Secundaria que permita, por lo visto, tener a los mejores docentes en esa etapa educativa. Me causa hilaridad que esos pedagogos que, curiosamente jamás han recibido ningún curso de didáctica específica para dar clase en la Universidad, estén tan ansiosos por poder ser ellos los que impartan didáctica o «pedagogía» a futuros docentes en etapas en las que jamás han dado clase. Pero bueno, son los pedagogos de guardia en las redes sociales que, curiosamente, acostumbran a ser bastante cuestionados por sus propios compañeros de profesión y solo reciben algún aplauso por los acólitos que han conseguido en alguno de esos espacios virtuales en los que viven.
Pero, ¿sabéis qué pasa? Que este tipo de debate acerca del sueño húmedo de algunos, al que se dedica tiempo y esfuerzos, nos detrae de lo realmente importante. Y lo importante es lo que estamos conociendo en los últimos tiempos y que están ratificando todos los informes e investigaciones, tanto los que se realizan a nivel nacional como a nivel internacional: los aprendizajes de nuestro alumnado están cayendo en picado.
No ha sido la pandemia. No es solo a nivel España. Los resultados de competencia en lectura, ciencias y matemáticas están cayendo desde hace quince años de forma inexorable. Curiosamente, si miramos fechas, desde el momento en que se empezaron a implementar determinadas medidas educativas, introducir indiscriminadamente la tecnología y asentarse determinadas leyes educativas. Además, un solo dato, coincide esa bajada en nuestro país (más pronunciada que en otros, para lo cual recomiendo la lectura de los diferentes documentos que nos facilita la OCDE o cualquiera de las instituciones educativas, tanto a nivel interno como externo), con la implantación del máster del profesorado en el año 2009. Lo sé. Ha sido una pequeña maldad por mi parte estableciendo esta correlación. Pero, dadle una vuelta a determinadas cosas que han sucedido en educación y asociadlos con esta bajada de resultados. Ya os digo yo que hay demasiadas casualidades.
A mí lo anterior son los datos que me importan. Que cuatro quieran montarse un chiringuito con la formación inicial del profesorado no me importaría si, realmente, con ese chiringuito pudiéramos solucionar los problemas que tiene nuestro alumnado. Pero, por desgracia, la solución no pasa porque un pedagogo de guardia en X te diga cómo debe hacer las cosas alguien en un aula que jamás ha olido. Tampoco pasa porque renunciemos a las investigaciones educativas. Y mucho menos pasa porque hagamos lo imposible para decir que no debemos evaluar todo el sistema educativo, de forma seria y global, para poder tomar decisiones basándonos en los datos que obtengamos.
Pero da igual. Algunos seguirán erre que erre hablando de cosas que, con suerte, no van a empeorar el aprendizaje del alumnado. Lo que pasa es que, al final, lo que realmente importa es que tenemos un problema educativo serio. Y que lo tengan en otros países no hace que lo dejemos de tener. Y ello implica es que hay algo que se está haciendo mal en todas partes y que, quizás, convendría revertirse.
¿Y si la innovación educativa que se está aplicando a nivel global no está funcionando? ¿Y si el dejar de lado determinadas prácticas educativas, por rancias o tradicionales, está perjudicando el aprendizaje del alumnado? ¿Y si la aparición de nuevas estrategias de aula, la realización de proyectos, el discurso de que no hace falta escribir a mano o que las faltas de ortografía no deben penalizarse, el DUA o la creencia en estilos de aprendizaje o inteligencias múltiples, están haciendo perder un precioso tiempo a los docentes formándose en ello y detrayendo tiempo para volver a lo básico? ¿Y si…? Nada, no me hagáis mucho caso. Seguramente, como dirán algunos, la solución pasa por hacerles caso a ellos y obviar todas las investigaciones salvo las que ellos digan que son válidas, aunque estén en proporción una a cien.
Tenemos un problemón en educación. Y ya os digo yo que no se arregla con cuatro ideas brillantes y sí con mucho picar piedra, retomar ciertos clásicos y gestionar muy bien lo que sucede dentro del aula, desterrando de la misma el efecto piña que, por lo visto, no funciona ni en Mercadona.
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Completament d acord . El problema si se li vol buscar sortida serà desmantellar l administració pública ocupada per un exèrcit de incompetents i il.luminats des de la LOGSE fins ara.
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Fa molts anys també pensava en que un desmantellament global de l’educació i el nàpalm eren les úniques opcions. M’he anat fent gran i sumant experiència i crec més en que es tracta d’una responsabilitat compartida. No tota la culpa és sempre externa. No tota la culpa és sempre interna. Hi ha molts matissos i el fàcil (no només a educació) sempre ha estat el desmantellar. El problema és «a canvi de què?». Salutacions i gràcies per passar-te per aquí.
Felicidades por el texto. Se ve que te gusta escribir y que, además, lo haces bien. Tu estilo enardecerá a los partidarios de este discurso quienes, sin duda se verán reforzados en sus planteamientos.
Me gustará leer más de tus escritos.
Estoy convencido de que en el futuro encontraré, junto con tu aguda crítica a los pedagogos, propuestas concretas que ayudarán a solucionar el problema de los bajos niveles de aprendizaje de los alumnos fruto de tu conocimiento, experiencia y reflexión.
Adelante.
Hola Jesús.
Lamento que no hayas leído ningún artículo mío más que este en el que has recalado. Siento mucho tu visión sesgada y defendiendo a ultranza a los «pedagogos de guardia». Siento también tu comprensión lectora y el haber englobado a toda la pedagogía en la crítica puntual y quirúrgica que se hace en el post. Eso sí, siempre con el ánimo constructivo, te invito a leer el montón de investigaciones educativas comentadas que se han publicado en este blog, la cantidad de manuales de herramientas, las estrategias de aula, las propuestas, etc.
Adelante. Los artículos están abiertos para que los analices, desmenuces y aportes. Eso sí, mejor aporta donde se pueden cambiar las cosas. Un saludo.
Gracias por tu respuesta.
Comparto muchas de las afirmaciones de tu trabajo. Soy pedagogo, profesor de Formación Profesional y profesor en la universidad. La observación en la práctica educativa diaria confirma los datos de los análisis en relación con el nivel del alumnado en España.
No son los pedagogos los culpables (ni los de guardia ni los salientes de guardia). Algunos de los que defienden el discurso pedagógico actual que está detrás de muchos de los problemas que señalas, tienen esta titulación, pero su desconexión de la realidad de la persona y de la educación y su sesgo ideológico les lleva a promover y defender iniciativas y enfoques que en otros países y momentos de la historia se han mostrado ineficaces e incluso nocivas. No todos pensamos así.
Disculpa porque en mi forma de expresarme he sido algo mordaz.
Sinceramente interesado, sigo buscando en tus artículos tus propuestas.
Saludos y ¡adelante!
Coincido en que nos hemos desviado. Hemos perdido pedagogía seria y se hace pedagogía de la risa. Estudiar gramática no mola, escribir no mola, corregir las faltas de ortografía no es necesario, memorizar es lo peor…
En fin, que ahora solo mola no hacer casi nada.
Hay buena pedagogía y se están haciendo investigaciones muy interesantes que, adaptadas al contexto de aula, pueden mejorar las cosas. El problema es que algunos mindundis sin escrúpulos se han adueñado del relato y, debido a la gran difusión que se está haciendo de sus barbaridades, copan todo el debate educativo.
Solo un pequeño apunte, lo de que coincida la bajada con la introducción del máster en el 2009…
En realidad eso sí que no es causa-efecto, porque los profesores que entraban en el año 2008, 2009, 2010 masivamente estaban formados en el CAP. Yo solo empiezo a ver ahora gente que masivamente ha hecho el máster.
En cualquier caso, por supuesto, estoy muy de acuerdo en todo y me preocupa muchísimo las barbaridades que les están enseñando en mi especialidad en la universidad de mi ciudad. Yo soy tutora de alumnado de máster y en los últimos años las cosas que me cuentan m indignan…. Y además ahora ya me agradecen mi visión y que en esos meses sí que aprendieron cosas importantes. Que qué cosas importantes? Reflexionar constantemente cómo trabajar los contenidos de la materia, las distintas posibilidades, qué hemos hecho mal y cómo mejorarlo… Objetivo? Exigir trabajo constante en el alumnado sobre la materia. Sin embargo una compañera me dijo que su alumno de prácticas le puso en cuestión, usando palabras de su profe de máster (quien jamás dio clase en secundaria y las prácticas que les enseñan son una gilipollez absoluta con la que se pierde el tiempo), los contrnidos del currículo…. Mi amiga le dijo, mira, dile a ese profesor que se mire la ley y que os enseñe en relación a eso.
Lo del máster era irónico. 😉
Desde mi experiencia de decenas de años…cien por cien de acuerdo…y el artículo aún se queda corto …demasiado light para mí parecer.
Me he hecho mayor.
Cuanta razón, amigo Jordi. Me estoy agotando de nadar contra corriente en el aula.
Las aulas, por suerte, siguen viviendo y funcionando al margen de lo que dicen determinados personajes en las redes sociales. Y siguen habiendo muchas posibilidades para hacer cosas.
Buenos días a tod@s.
A ver… lo del curso ese de marras para el profesorado de secundaria ya es la gota que colma el vaso, si no tuviésemos poco con el Master cansino, sin contenidos, aburridísimo, sin pedagogía de nada y mucha ley infumable de adoctrinamiento, ahora nos quieren enchufar otro tostón, efectivamente, impartido por personas que las clases del instituto las tienen ya muy olvidadas desde su tierna juventud, al menos, en la mayoría de los casos.
Por favor, que lo mejor que se aprende en el Master Universo sean aplicaciones tipo Plickers, etc…. que uno mismo aprende sobre la marcha, casi sin tutorial, ojo que pueden ser muy muy útiles, pues dice mucho de lo que se desaprende en ese Máster.
Bueno y ahora estarán locos viendo como enchufar la IA en esas horas desperdiciadas del curso para darle brillo al asunto.
Por favor, que se contraten profesores de la ESO y Bachillerato para dar no menos del 80% de las clases del Máster, con no menos de 10 años de experiencia.
En fin ….Un despropósito.
Un saludo Jordi.
La verdad es que las opiniones del alumnado que cursa ese máster, cuando aterrizan en los centros a realizar la parte práctica, dejan mucho que desear. El problema es que, lamentablemente, esa formación inicial es algo muy diferente a lo que necesita el profesorado de Secundaria cuando aterriza en el aula. Convendría dar una vuelta a todo el modelo de formación inicial. Eso sí, contando con la realidad y las necesidades objetivas que se tienen. Un saludo y muchas gracias Jesús por pasarte por aquí.
Soy maestra de Educación Física y Primaria desde hace 24 años.Y estoy total y absolutamente de acuerdo en todo lo que se comenta en el artículo, al menos en lo que respecta a la Educación Primaria.
Primaria es la clave de todo. Y los docentes de esa etapa, junto con los de Infantil, los que tenéis en vuestra mano el mejorar la educación. Eso sí, con recursos y una buena gestión.