Ya es oficial. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha dictaminado, después de rechazar las alegaciones presentadas por la Conselleria ante un primer auto, que decía que «los ámbitos en la ESO no pueden ser impuestos por la administración educativa valenciana y por eso la suspensión, cautelarísima y urgente, del artículo donde se mencionaba su obligatoriedad». Que son los centros quienes deciden en votación imponer esos ámbitos y que, en caso de que dicha votación salga favorable, debe tener el profesorado para poder impartirlos. No solo profesorado que quiera impartirlos entre su plantilla. También profesorado para poder tener todo primero de ESO, en las materias que se agrupan en ámbitos, en codocencia. No lo digo yo. Por lo visto lo dicen los Tribunales.
No es la primera vez que la Justicia da un varapalo a la educación valenciana. Lo ha hecho con los proyectos lingüísticos, lo hizo antiguamente con la obligación de dar Educación para la Ciudadanía en inglés y en cuanto a la carga horaria de la asignatura de Religión en segundo de Bachillerato. Amén, claro está, de otras sentencias menores. Y no pasa nada. Se acata en silencio por parte del político que gestionaba la educación en ese momento y se ponen los mecanismos para cumplir las sentencias pertinentes. Más que nada porque, al final, la ley toca cumplirla.
Lo que sí sucede, es que ha sido la primera vez en la que el número 2 de la Conselleria de Educación Valenciana amenaza y coacciona a docentes y equipos directivos. Lo nunca visto. La verdad es que algunos ya conocíamos -y habíamos sufrido- en privado la faceta de este señor, pero ahora se ha pasado todos los límites. Algo que debería ser desautorizado por la Consellera, Raquel Tamarit, y obligaría a Ximo Puig, president de la Generalitat, a intervenir para su cese. Repito: no es la primera vez. Y este tipo de conductas no pueden permitirse en cargos políticos porque, no lo olvidemos, un Secretario Autonómico es un cargo político.
Este señor ha reunido a los sindicatos y les ha dicho lo siguiente (enlace):
- Si se decidiera no hacer ámbitos de forma mayoritaria en primero de ESO en la mayoría de centros educativos valencianos deberíamos prescindir de 516 docentes que se asignaron para la codocencia.
- Si se decide no hacer ámbitos no se sabe si se podrá empezar el curso el 12 de septiembre porque los centros educativos deberán rehacer sus horarios.
- Si se decide no hacer ámbitos, la Conselleria deberá volver a adjudicar las comisiones de servicio, los desplazamientos, las supresiones y las adjudicaciones provisionales, tanto de funcionarios como de interinos.
Esto en mi pueblo se denomina coacción. Si no pasáis por el aro de aprobar los ámbitos en vuestro centro, vais a ser culpables de que haya docentes que no trabajen o vayan a trabajar más lejos de su casa. Y además, vais a ser los culpables de no poder empezar el curso el 12 de septiembre con lo que ya os apañaréis frente a las familias. Digno de algunas películas y series de las que me voy a ahorrar los títulos porque, a buen entendedor…
Es que tiene cuajo. Ahora va a resultar que una normativa que está mal hecha y que les tira para atrás los Tribunales es culpa de los docentes de aula. Y de los equipos directivos. Ya solo falta echarles la culpa a los de otros partidos. Todo se andará. Lo inverosímil todavía puede ser más inverosímil.
Por cierto, si el Secretario Autonómico reconoce que se han adjudicado 516 plazas para codocencia y, antes del auto judicial había grupos en primero de ESO que, solo impartiendo un ámbito, ya hacían que ese número tuviera que haberse multiplicado por cuatro, es que nos miente y no había adjudicado plantilla para cubrir esas horas de ámbitos con dos profesores en codocencia. Sumémosle la mentira a las amenazas y las coacciones.
Las amenazas y las coacciones las llevo muy mal. Además, en este caso, al ser tan flagrante la situación, creo que lo lógico es que este señor dimita o le hagan dimitir. Ya lo de declararle persona non grata en todos los centros educativos valencianos es algo que no sirve. A mí lo de las firmas en change.org, o este tipo de decisiones para que uno se sienta algo, no me van. Se ha pasado muchos pueblos de frenada. Muchísimos.
Todo mi apoyo a mis compañeros y compañeras. A los equipos directivos y a todo aquel personal de los centros educativos (léase personal administrativo entre otros) que se verán obligados a solucionar los despropósitos de la administración educativa valenciana. Que, por desgracia, este año están superando todos los límites. Y una vez superados esos límites, los siguen superando.
Nuestro alumnado no se lo merece. Las familias que llevan a sus hijos a los centros educativos, tampoco. No se lo merecen, al igual que, como profesionales de la educación, tampoco nos merecemos, alguien que tenga poder para decidir temas educativos que amenace, coaccione y mienta. No nos merecemos a este señor como Secretario Autonómico.
Finalmente un detalle… ¿por qué no hay ningún centro educativo que haya recibido unas instrucciones para saber qué deben hacer? Es que lo de enterarse de las noticias educativas por la prensa, en cosas que afectan a un curso que empieza en menos de una semana, tiene cuajo.
Estos meses voy a ir haciendo un poco de publicidad, si me permitís (bueno, y si no da igual, porque esto es mi blog), de mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel). Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos este curso que viene sobre educación. 😉
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