Hago algunas pequeñas trampas en el título. Mi hija, ya ha acabado la ESO, empieza Bachillerato el curso que viene y procede de una Comunidad Autónoma, la catalana, en la que se les prestaba un ordenador portátil a todos los estudiantes de ESO (un detalle, yo jamás hubiera elegido el modelo que se les prestó). Por tanto, mi hija, habiendo tenido que devolver el equipo al bajarse a la Comunidad Valenciana, necesita un ordenador para poder estudiar y que reúna tres características básicas: bueno, bonito y, especialmente para un padre catalán, barato.
Y como sé que esta es la tesitura con las que os encontráis algunas familias, os voy a intentar dar unos consejos acerca de cómo he procedido a la elección del equipo.
En primer lugar conviene determinar si el ordenador debe ser de sobremesa, uno de eso all-in-one, con menos cables u optar por un portátil. Descarto la tablet, incluso sabiendo que se puede incorporar teclado porque, sinceramente, siempre he visto la tablet más como un dispositivo de consumo frente a uno de uso diario para un alumno. Estoy diciendo para un alumno. No estoy diciendo que no tenga su utilidad en determinados ámbitos laborales (pasar consultas en un hospital, tomar nota en un restaurante, etc.).
La decisión la tenía bastante clara: necesito un equipo que pueda moverse con facilidad y que no implique tener hipotecada parte de la mesa. Por tanto, sin ninguna duda, un portátil será siempre la elección más adecuada. ¡Claro que prescindimos de tamaño de pantalla! ¡Claro que alguna de las prestaciones se nos va a ver reducidas! Pero estamos hablando de un equipo que, fundamentalmente va a ser usado para tareas ofimáticas y búsqueda por internet. Si alguien se plantea comprar un equipo informático para jugar o quiere que su retoño se convierta en un influencer porque le quiere muy poco, ya estaríamos hablando de otra cosa.
Por tanto, portátil. ¿Tamaño de la pantalla? Pues bien, el tamaño ideal con el que no se sacrifica nada de tamaño para poder ser usado cómodamente y siempre pensando que le podemos añadir una pantalla extra de veinticuatro o más pulgadas, estaríamos hablando de 14 pulgadas. Ese es el tamaño ideal. Además, normalmente los equipos con ese tamaño de pantalla tienen una buena duración de batería. Por cierto, el tema de la duración de la batería es clave: mínimo que aguante una jornada escolar en caso de necesitarse llevar al instituto aunque, sinceramente, con los equipos de las aulas y los carros de portátiles hay más que suficiente para, en el momento en el que el profesor lo necesite, poder no necesitar llevarlo.
¿Un Mac? ¿Un Mac? Pues va a ser que no. Y no por motivos que tienen mucho que ver con la compatibilidad con determinadas aplicaciones que puntualmente se pueden necesitar, especialmente en FP. Si después mi hija quisiera estudiar un ciclo formativo de grado superior de diseño, entonces sí que sería una opción. Pero ahora no lo es. Además, en comparación con un equipo portátil basado en Windows, es mucho más caro. Por favor, compraos el Windows original. En la Comunidad Valenciana u otra en la que estéis, posiblemente vuestros hijos tengan un convenio con Google o Microsoft y ya dispondrán de las aplicaciones ofimáticas. Pedir que te instalen un Windows OEM es muy barato. Te puede encarecer unos 10-12 euros el equipo.
Por favor, por muy frikis que seáis como padres, ni se os ocurra comprarles un ordenador que lleve instalada una distribución Linux. El equipo es para trabajar, para usarse de forma muy sencilla y para que las aplicaciones sean compatibles. El frikismo en la ESO, Bachillerato y FP, salvo que alguien estudie un ciclo formativo de informática, es un error. El ordenador es para no tener problemas. Hacedme caso. Nada de LibreOffice. Nada de programas que no usa ni el tato fuera del ámbito educativo. No tiene ningún sentido. Además, recordad que estoy hablando en este post de comprar un ordenador, pagado con mi dinero, para que use mi hija.
Va. Más cosillas. Que tenga un mínimo tres puertos USB, uno USB-C (el del móvil) y un conector HDMI. No hace falta conexión RJ45 (para conectar internet) porque en la mayoría de casas todos nos conectamos por WiFi. Lo de la conexión de auriculares y una webcam de fácil acceso y uso, con sistema de protección (que permita ser desconectada de forma más sencilla que pegar un trozo de papel con celo) es importante. Yo tengo un Huawei que la pantalla se abre en el teclado y tengo que poner algún libro por debajo para poder hacer una videoconferencia. Y eso no es.
Ha de ser un equipo que funcione de forma fluida. Recomiendo 16 GB de memoria RAM. En cuanto al almacenamiento, teniendo todo el mundo almacenamiento en la nube (el que te viene por ser alumno), hay suficiente con 256 GB de disco SSD. Y el procesador que sea de mínimo quinta generación, tanto si hablamos de Intel como de AMD. Da igual que sea Intel o AMD. No es relevante.
Que pese poco. Por favor. Menos de 1,5 kg. Estamos hablando de un portátil que debe trasladarse de un sitio a otro, aunque se use habitualmente como si fuera un ordenador fijo.
¿Marcas? ¿Estética? Pues, sinceramente, no tiene mucha importancia. Eso sí, buscad alguna marca que sea fácil de reparar y ampliar, como pueden ser Lenovo, Asus, HP o algunos similares. ¿Marcas desconocidas? Pues va a ser que no. Antes de que se me olvide, porque no sé si os lo he dicho antes… que no sea táctil. Hay portátiles que son táctiles. Huid de ellos.
Y ahora os voy a decir una cosa importante: NO LO COMPRÉIS NUEVO. No vale la pena. Hay portátiles reacondicionados que salieron al mercado hace dos o tres años que por unos 300 euros podéis comprar. Para lo que se necesita hay más que suficiente. No tienen que mover cálculos fractales ni estadísticas muy complejas. El uso que se le va a dar es ofimático, hacer alguna chorrada con algún programa que les van a recomendar en algunas asignaturas y usar online unos determinados programas (Canva, Genially, etc. Pensad también que estamos hablando de algo que va a tener un uso limitado y muy básico.
Yo supongo que voy a acabar comprándole a mi hija un reacondicionado que estoy viendo por alguna de esas páginas que venden estos productos por internet. Lo único que me da un poco de miedo es la duración de la batería pero, como os he intentado explicar, son equipos que sí que van a moverse pero, normalmente, siempre van a estar enchufados en gran parte de uso uso a la corriente. Veremos…
Espero que os puedan servir estas breves recomendaciones. Lo sé. Cada casa es un mundo y, seguramente alguno de vuestros hijos os dirá que quiere el ordenador gaming X o el portátil rosa, azul o verde que tiene su amiga. El problema es que, al final, lo que estáis comprando es algo que no tienen nada que ver con el objetivo básico que tiene que tener ese equipo: ser un elemento de trabajo para vuestro hijo.
Si os puedo haber ayudado o tenéis cualquier duda… ¡preguntad! Y si puedo… os responderé.
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Aún recuerdo cuando era pequeño y nos regalaron un Amstrad CPC porque servía para jugar y para estudiar. Al final de estudiar, nada, solo jugamos.
Haste hace unos años cualquier ordenador servía para conectarse a internet y ofimática, pero hoy en día con el trabajo en la nube, las videoconferencias, la creación de contenido digital… Pues al final hay que mirar por algo medianamente potente para el trabajo de nuestros hijos. Eso sí, no le pongamos una tarjeta gráfica super buena o sino acabará utilizando el PC para jugar.
Yo fui de los afortunados del Spectrum. Y, como bien dices, al final su uso fue simplemente lúdico. Poner una tarjeta gráfica buena en un equipo para nuestros hijos es, como bien dices, arriesgarte a que se pasen el día en su habitación… ¡para jugar! Todos hemos sido adolescentes. 😉
Benvolgut Jordi,
(paso al castellano)
Hace tiempo que voy leyéndote y suelo estar bastante de acuerdo con tus escritos. No creo que un «yo también» aporte nada y mis objeciones, si tengo alguna, serían menores.
Sobre este artículo, estando de acuerdo con muchos de tus consejos, he de decir que sí que discrepo en otros y que me gustaría exponer los que me mueven a responder.
No quiero ir de experto, pero tampoco opino gratis* (aclaraciones al final).
1. La configuración que expones es comparable a lo que se facilita al profesor en Catalunya, y está bien, para un uso tradicional, pero se puede llevar más allá con un convertible (sí, táctil, aunque se quede en 10″, todo y que hay de segunda mano de 12″ bien de precio y prestaciones adecuadas), para poder tener las posibilidades tradicionales y también las de una tablet. Pero ha de ser buena manejando la entrada táctil, manuscrita, rechazando la palma de la mano, etc.
Los profes tenemos querencia al papel, o la pizarra blanca o negra, y no diré yo que no está bien, pero también tengo que decir que la experiencia de toma de notas en clase con una buena tablet no tienen igual, ni la de preparación de materiales y su presentación y explicación en clase (sobrepasa una simple y, a menudo, insuficiente, projección de diapos). Hablo de bachillerato, soy de física y química y a veces consigo sacar mi tablet por pantalla (ahora con los paneles espero que sea siempre y más fácil). Mi hija lo probó y ya no lo cambia ni loca (está acabando Biotec y, de hecho, se apropió de mi tablet Samsung S6, que lleva lápiz incorporado tipo Wacom). Anotar sobre presentaciones en PDF, dibujos, diapos, redimensionar y reubicar, insertar resumes o esquemas cuando ya repasas, visualizar sobre la marcha demos, proteínas en 3D, añadir y anotar capturas…, y siempre lo puedes imprimir y seguir a mano.
2. Es cierto que hemos de acabar muriendo todos en Windows, ese virus de pago que viene instalado por defecto (sí, para mí, defecto, en todos los sentidos) y otras aplicaciones privativas, y me resigno a morir en ello, acepto pulpo como sistema operativo. Sin embargo, me niego a ser considerado un friki, pues mi experiencia es que mis instalaciones Linux siempre me han dado infinitamente menos trabajo que las Windows. He podido trabajar en lo importante más y mejor, y eso a pesar de tener que lidiar contra el mundo y sus inercias. A nivel de centro, pudimos en su día, con el profe de tecno, gestionar dos aulas Linux con LTSP y un par de decenas de ordenadores obsoletos cada una (aquellos de La Caixa y otros donados por familias que se los cambiaban), con menos problemas que aulas Windows con ordenadores más nuevos, con congelaciones y toda la pesca. Por tanto, me declaro también fan de Linux, y friqui también, ya no me viene de ahí.
Y ya està. Gracias por opinar libremente y sin complejos. A veces te sientes un poco impostor por pensar ciertas cosas, hasta que ves que no eres el único. Que alguien se atreva a decirlas claramente es refrescante y tranquilizador.
Salutacions cordials,
Àngel.
PS:
* Aun a riesgo de parecer que mis opiniones son sesgadas, diré que de los 30 años, aprox., que hace que soy funcionario docente, deben ser unos 24 los que he tenido responsabilidades de coordinaciones informáticas, TIC, TAC, digitales (diles como quieras, que al final haces lo mismo y no lo que debería ser realmente), y los 4 años que no, fue porque tuve que hacer de coordinador pedagógico. También, harto de hacer cursillos más técnicos que de orientación pedagógica, acabé haciendo el máster en educación y TIC (e-learning) de la UOC. Estuve a favor del 1×1 en su momento, y soy fan total de Moodle, especialmente por encima de Classroom, si bien comprendo las dificultades de entrada y su curva de aprendizaje, pero la mayor parte de soporte digital a la docencia y al aprendizaje de los alumnos se diseña fatal, o no se diseña, y se implementa peor (en classroom y en moodle, yo también, mea culpa, en mi caso por falta de tiempo). No se puede esperar que el profesorado, además de experto en la materia y en su docencia, escriba un libro nuevo de cada materia y nivel que imparte con cada cambio de currículum. Disculpa mi larga intervención.
Hola Ángel, en primer lugar muchas gracias por tu extenso comentario y tan solo, si me permites, algunos matices a lo que comentas… en referencia al uso de tablets, no lo veo claro en la ESO, especialmente porque creo que todavía debemos trabajar la «manipulación fina». Creo que se entiende a lo que me estoy refiriendo. Por eso yo considero que el ordenador/tablet o cualquier dispositivo digital, debe tener un uso muy pautado en el aula. Especialmente en esas etapas. Además es lo que dicen las investigaciones y, como siempre sucede, me adapto a lo que dicen.
En referencia a las distribuciones Linux, yo las he probado casi todas. Tenía un Mint (que para mí es la mejor distro) en un portátil que hacía las delicias para mí. Pero, repito el argumento que he dado en el post… mi situación, como «experto» en tecnología digital, no es la misma que la del alumnado ni la de la mayoría de docentes. Además para dar clase lo relevante es darla con las mejores herramientas posibles y, tal y como sabemos todos, al final lo que necesita saber nuestro alumnado es lo que se va a encontrar cuando salga del aula. No estoy refiriéndome a preparar laboralmente. Me estoy refiriendo a dotarles de herramientas que les puedan ser útiles en un futuro.
En referencia a Moodle toda la razón en que es mejor que Classroom. Otra cuestión es la necesidad en la ESO o Bachillerato, salvo que sea en modelos semipresenciales, de colgar las clases en la red porque, al final, es mucho más cómodo un libro de texto.
E insisto… agradecerte la extensión. No tengo nada que disculparte. Solo agradecimientos.
Como siempre, son muy buenos los posts de pone en su blog. Aprendo mucho con usted. Permítame un pequeño comentario sobre la duración de las baterías. Aquí, en Brasil, hay varias empresas que venden las baterías para los notebooks, o sea, que es muy fácil reponer alguna batería que ya esté sin dar la carga suficiente con el paso de los años. Supongo que en España haya esa posibilidad también. Saludos cordiales.
En España también existen empresas que venden baterías e incluso otras que, en caso de ser complejo el cambio, te la cambian. Muchas de las empresas que venden «reacondicionados» ya te las cambian previamente a vendértelas, con lo que, en principio, no vas a tener problemas por ahí. Por cierto, muchas gracias por tus palabras y un saludo desde el otro lado del charquito.