En las redes sociales miles de memes de Djokovic y ni un solo meme de Biles. Puedo entender que uno sea visto por terceros, basándose en sus declaraciones a los medios, como alguien que pueda caerte mal, pero lo que me sorprende es el sesgo del humor y el doble rasero que se destila. La facilidad para reírse de unos y no hacerlo de otros. Límites del humor marcados por lo que se supone «correcto». No solo sucede en casos como éste. Podría entrar también en leer un libro o no en función del autor y no por la calidad de lo que escribe. También sucede en el ámbito educativo. Existe un doble rasero muy curioso mediante el cual se considera buena o mala una medida educativa según quien la proponga.

En educación ha habido recortes salariales a los docentes (que, por cierto, ni ahora hemos recuperado los mismos). Recortes efectuados por unos y otros. Y, curiosamente, conozco compañeros que solo han cuestionado los recortes cuando se los hacían los de su cuerda. O sea, los de su ideología. Lo mismo con las leyes educativas. Silencio absoluto ante los despropósitos de la LOMLOE y salir a la calle para enfrentarse a la LOMCE. Es que, vamos a ser sinceros, un país en el que parte de sus ciudadanos justifican la subida de la luz de casi un 50%, mientras no pararon de insultar a los anteriores cuando se la subió menos de un 10% da para cuestionarse muchas cosas. No, no estoy hablando del proceso de privatización que se hizo en su momento. Estoy hablando de lo que está sucediendo ahora y de la toma de decisiones políticas para que esto no suceda. Si queréis un caso opuesto, puedo hablar del procedimiento de vacunación y de los errores que se están cometiendo en alguna Comunidad que esconde, por lo que se ve, vacunas en el congelador.

La escuela concertada no fue creada por el PP. El mantenimiento de la religión en las aulas no es cosa de los que mandaban antes. Ni los de antes, ni los de ahora quieren quitarla. Va, que hasta hay algunos que creen que los suyos no están en el gobierno. Y, como digo siempre, no estoy defendiendo a unos ni a otros. Eso sí, jamás he visto camisetas verdes en la calle cuando mandan unos. Curioso.

Hay Comunidades en la que se acusa a los que mandan ahora de decisiones que tomaron los que mandaban antes y otras en las que se acusa a los de antes de decisiones que están tomando los de ahora. Todo muy lógico. Todo muy justificable. Es que, al final, prima la ideología frente a los hechos. Vuelvo al tema EDUCACIÓN, donde también sucede lo mismo. Es que solo tenemos que ver las declaraciones de los de ahora cuando la gestionan frente a lo que decían cuando la gestionaban los otros. Vale para cualquier partido político. A ver, que lo de haber vendido la educación catalana a una determinada Fundación no es de ahora. A la OCDE le hacen genuflexiones los de ahora y los de antes. Eso sí, siempre justificándolas, unos y otros, torticeramente.

Estos días he visto a varios docentes justificar los ámbitos, la necesidad de que el alumnado de familias pobres aprenda menos, el que todo está en Google… incluso he visto a aquellos que no han dicho ni mu de que la exconsejera de Educación de Murcia haya fichado por Google después de firmar, mientras estaba mandando, un convenio con ellos. Mucho Google Certified en las redes pero todos callados como putas. Es lo que tiene el doble rasero. Es que hasta hay algunos en mi Comunidad que hablaban de que Microsoft era el enemigo a batir y ahora se dedican a vender las bondades de su uso en los centros educativos. Y sin ningún rubor. Todo por mantenerse alejados del alumnado. Con lo fácil que sería la coherencia dentro de una incoherencia, por motivos de cambio de planteamiento (que puedes tener), lógica.

No puedes decir que la educación pública es maravillosa si llevas a tu hijo a la concertada. No puedes decir que la sanidad pública es maravillosa y elegir, como funcionario, una mutua privada en lugar de la seguridad social. Joder, que no cuesta nada decir que la sanidad pública es actualmente un desastre a nivel de gestión (plagada de buenos profesionales, pero un despropósito en cuanto a atención al paciente). Ni tampoco te cuesta nada decir que no vas a matricular a tus hijos en la pública porque no quieres que tus retoños puedan ir a clase con alumnado que no deja dar clase o que no cumple tus «requisitos de lo que es un buen compañero de pupitre para ellos». No pasa nada por decirlo. Otro tema es que, de forma muy hipócrita, hagas una cosa y defiendas la contraria. Que no cuela ese doble discurso.

A mí me da igual el color político o la postura ideológica del que diga o haga ciertas cosas. No tengo nada personal a favor o en contra de esa persona. Eso sí, me jode bastante más que desde mi postura ideológica (que la tengo, aunque sea muy extraña), los más afines a mí digan o hagan ciertas cosas. Además, siempre tengo claro que la crítica la haré al que hace o dice. No la voy a hacer a sus antepasados ni a los que gestionaron antes el cotarro. Algo que no excluye no poder criticar lo que se dice desde la oposición. Ni tampoco excluye el no poder criticar lo que se hizo en el pasado. Pero, si vamos a mejorar el futuro, lo que debemos hacer es cuestionar las cosas sin doble rasero y lo más objetivamente posible. Sí, se puede. O, al menos, creo que se puede.

Un disclaimer final… agradecería que no digáis que he dicho cosas que no he dicho. Que a algunos os conozco y leéis/entendéis lo que os da la gana. 😉


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