Seguramente sea muy atrevido por mi parte proponer, dentro de mis posibilidades y sabiendo que, posiblemente, ninguna de las propuestas llegue a los que van a empezar a gestionar en breve la educación valenciana, ciertas cosas que creo que pueden ser interesantes para mejorarla. Incluso dudo, tal y como dicen algunos, que por no «ser de los suyos», que deba tener voz para ir contra lo que ellos proponen. Es que ayer leí a un pedagogo diciendo que «solo se debía permitir opinar sobre educación a los que pensaran como él». Pero bueno, mi incontinencia verbal habitual va a hacer que vaya a exponer mis propuestas educativas.

¿Qué cambios deberían hacerse en la educación valenciana? Ojo, son cambios técnicos y para la mejora educativa. Cambios que, me da igual que apliquen los nuevos como que hubieran realizado los de antes o los que, en un futuro, vengan. Es lo que tiene hablar, desde hace mucho, con independencia de quienes se sienten en determinados lugares. Ventajas que tiene uno.

Permitidme, antes de que se me olvide, recordar que la ley marco actual (la LOMLOE) o la que venga si hay cambio de gobierno a nivel nacional o, simplemente, aparece otra persona ocupando el Ministerio que quiera poner su nombre a otra, deja muchísimo margen de maniobra a las Comunidades para hacer ciertas cosas mediante el despliegue de Decretos, tanto de currículo como de gestión de los centros educativos. Así que nadie me diga… es que no pueden hacerse cosas. No es verdad.

La primera medida que debería tomarse y, además con una cierta urgencia, es el realizar un análisis técnico y riguroso de la situación actual de la educación valenciana. Se debe saber siempre en qué lugar estamos, qué falla, qué es susceptible de mejora o qué debería mantenerse antes de tomar cualquier tipo de medida. Si no sabemos dónde estamos estamos a ciegas. Y tomar medidas sin saber el estado de salud del sistema educativo tiene mucho de mala experimentación.

Para lo anterior debería, como he defendido en privado y en público, reformularse completamente el modelo de gestión de la Conselleria de Educación. No tiene ningún sentido que haya la descoordinación actual. He estado ahí y sé perfectamente que las diferentes Direcciones Generales desconocen qué están haciendo las otras. Además, con el agravante en ocasiones de que, incluso dentro de las propias Direcciones Generales, se desconoce qué están haciendo los diferentes servicios. Por tanto tocaría normativizar la gestión de la Conselleria de Educación.

Va, una pista de cómo lo haría. Pues cogería y en Campanar dejaría la siguiente distribución:

  • Dirección General de Personal, encargada de todo el profesorado.
  • Dirección General de Centros, que absorbería la Dirección General de Infraestructuras educativas y todo lo que afecte al funcionamiento del día a día de los centros educativos (tanto a nivel de ordenación académica como de obras). Con diferentes subdirecciones especializadas pero bien coordinadas.
  • Dirección General de Enseñanzas, encargada de todas las etapas educativas con sus subdirecciones o jefaturas de servicio para cada una de ellas (Infantil y Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, FP, etc.) y de la ordenación académica.
  • Dirección General de Innovación, encargada tanto de la evaluación del sistema educativo valenciano como de la toma de medidas para mejorar. Se integraría en esta Dirección General, tanto Formación del Profesorado, Proyectos Lingüísticos como Inclusión.

Ya veis que me cargo las múltiples Direcciones Generales y dejo tres, con mucha competencia para cada una, pero muchísimo más fáciles de coordinarse en temas que tienen mucho que ver.

Me quedan dos cuestiones en el tintero… Inspección Educativa, a la que debe darse autonomía y ser gestionada por un servicio de Inspección General, dependiendo directamente de la persona que ostente la Conselleria o, si es el caso y se mantiene la bicefalia actual, la Secretaria Autonómica y todo el apartado tecnológico de las diferentes aplicaciones y equipamiento TIC (que no pedagógico) que, a mi entender, también debería de ser común, como lo es actualmente, entre todas las Consellerias y que, por eso, no debería depender de la Conselleria. Eso sí, debería existir un equipo de personas, dentro de la DG de Innovación, que fueran clave para la coordinación con la parte de aplicaciones y equipamiento TIC.

En cuanto al tema de las diferentes Delegaciones Territoriales (Castellón, Valencia y Alicante) les metería un meneo para que atendieran mejor al profesorado, familias y alumnado. Y lo que sí que cambiaría es el tema de que no hay manera de ponerse en contacto con la Conselleria, contratando más personal y estableciendo un sistema más dinámico de relación con los ciudadanos a los que debe atender.

Va, sigo con otros detalles que deberían cambiarse. Uno de ellos es reformular el sistema de XarxaLlibres para que, sin desmontar la gratuidad de los libros de texto, tuviera un modelo paralelo de gestión de materiales educativos de calidad que puedan descargarse y/o usarse directamente desde una plataforma ad hoc por parte de todo el profesorado de la Comunidad.

También cambiaría, como es lógico, el modelo de formación del profesorado. Me cargaría la mayoría de CEFIRE (Centros de Formación del Profesorado) y visaría, con un equipo centralizado, toda la oferta formativa que se ofrezca. No puede ser que, a día de hoy, cada CEFIRE sea una especie de cortijo en el que se imparte formación según lo que sus directores decidan porque, al final, lo que se crea es un modelo perverso. Para mejorar la formación, lo que haría sería también establecer un sistema gratuito de formación para el profesorado en las Universidades valencianas.

Crearía un CEFIRE específico para la gestión (que no creación) de materiales educativos que pudiera complementar, como he dicho anteriormente, a XarxaLlibres. Debería ser el lugar de recopilación de materiales realizados por docentes, filtrado de los mismos y subida a una plataforma para su uso por parte de la comunidad educativa.

Otro tema al que también le daría una vuelta es al CEED (Centro de Enseñanzas a Distancia) que tenemos en mi Comunidad. No funciona. Debe convertirse en un pilar de la formación a distancia y debería ser el encargado, aparte de ofrecer formación, de gestionar toda la formación semipresencial de la Comunidad, ayudando y asesorando. Además, debería disponer de todos los cursos de formación de esas semipresencialidad en un solo lugar. Un modelo como el que tienen la mayoría de Universidades de nuestro país. Toca modernizarse.

Por ahora me he ido por las ramas y no he entrado en el tema centros y aulas. Que es, al final, lo más importante. Eso sí, sin mejorar todo el entramado que tiene afección ahí, poco se puede hacer.

A nivel de lo que afecta al alumnado, recuperaría los SPES. Tendría servicios de asesoramiento psicopedagógico, detección y con especialistas para determinados trastornos, por comarcas y que, además, estuvieran coordinados con los ayuntamientos de la misma para que los equipos fueran mixtos (municipales-Conselleria). Imprescindible la colaboración entre administraciones. Reformularía también el modelo de orientación en los centros educativos valencianos y la atención educativa, por parte de especialistas (PT y AL entre otros), dotando de más personal y estableciendo unos criterios para sus actuaciones. Que en la actualidad en algunos centros (cada vez más) estén siendo profesores de apoyo es no saber usarlos bien.

Reduciría la burocracia mediante la creación de formularios que faciliten ese trabajo, tanto a docentes como a equipos directivos. Les daría ya hechas ciertas cosas desde la propia administración y ello haría que se pudieran dedicar a lo verdaderamente importante.

Crearía un equipo de expertos docentes, con amplia experiencia sobradamente demostrada, de las diferentes materias para que diseñaran, evaluaran y establecieran directrices para impartir la materia. Eso sí, dando libertad metodológica absoluta al docente (que es el que más sabe de adaptarse a su alumnado) pero ofreciéndole ayuda en caso de que lo necesitara (tanto a nivel material -recursos- como estrategias de trabajo).

Recuperaría la competencia de los Claustros, siempre con los límites que permite la Ley Orgánica, para que pudieran tomar determinadas decisiones: entre ellas la votación de las direcciones y que dicha decisión fuera vinculante.

Establecería un sistema de ojeadores de edificios educativos que se pasearan por todos los centros de la Comunidad y recibieran, por parte de docentes y equipos directivos, además de poderlo ver in situ, todas las necesidades para la mejora de esos edificios (tanto a nivel infraestructura como dotación).

Establecería un complemento salarial para los tutores (somos de las pocas Comunidades en las que el tutor no cobra) y para los diferentes cargos de coordinación. Regularía el número de coordinaciones y controlaría las materias optativas que se imparten en cada centro. Establecería un protocolo de materias optativas que deben ofertarse y las condiciones en las que se permitiría impartirlas. Y las materias serán únicas en todos los centros educativos de la Comunidad para que la formación que reciba el alumnado, con independencia de donde viva, sea la misma.

Rediseñaría el currículo, dentro de las posibilidades autonómicas, para dotarlo de más coherencia. Incrementaría el número de centros educativos que ofrecen «nocturno» o determinadas modalidades de Bachillerato específicas (por ejemplo el artístico). Además de tener un protocolo para abrir los centros educativos por las tardes, con personal específico, para poder usar las instalaciones.

Revisaría toda la dotación de los ciclos formativos, los laboratorios y los talleres de Tecnología para modernizarla. Hay que renovar con urgencia ciertas cosas.

Volvería a la evaluación cuantitativa (mediante nota) para facilitar la interpretación de los padres de la misma. Eso sí, establecería por defecto la comunicación con los padres, mediante medios digitales o visitas personales, en un determinado número de ocasiones. Incluso plantearía que todo el equipo docente de un determinado grupo tuviera una reunión anual con todos los tutores legales de ese grupo.

Se me ha hecho tarde y no he acabado de decir qué cambios más haría porque, después de releerlo, se me han quedado muchos en la recámara. Así pues toca decir… ¡continuará!

Deciros que si veis interesante alguna propuesta que tengáis los que os pasáis por aquí no dudéis en dejarla en los comentarios. Al igual que cualquier crítica ante lo que, de forma personal, he propuesto.

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