El otro día, en otro de esos tuits fantásticos que publican determinadas administraciones educativas y sus lacayos, retuiteados hasta la saciedad por sus fanáticos, se hizo bastante viral (no lo suficiente) unas declaraciones del Director General de Innovación del Departament d’Educació, en el que afirmaba que «la escuela debe preparar a la sociedad para que la misma sea más resiliente»).
El concepto de resiliencia está siendo usado para conformar un relato. Un relato acerca de la necesidad de soportar múltiples esfuerzos sin quemarlo todo. Sí, ser una sociedad resiliente significa mirar a otro lado cuando ves que hay gentuza que ha hecho negocio con una pandemia que ha arrasado los geriátricos, suben los combustibles y te venden que no han subido nada gracias a la gestión magnífica de los que mandan o, simplemente, seas capaz de soportar peores condiciones laborales mientras, desde yates de lujo, algunos están disfrutando de los impuestos que estás pagando. Porque, no lo olvidemos, los que piden esfuerzos a la sociedad para tirar adelante son los que, habitualmente, menos esfuerzos realizan.
Por eso este tuit me chirrió bastante. Especialmente viniendo del infiltrado de la Fundació Bofill en en Departament d’Educació, Joan Cuevas. Una persona que empezó, como podéis ver en su Linkedin (que he enlazado), haciendo prácticamente de becario a coste cero como coordinador de asociacionismo (no hemos de olvidar que el movimiento escolta está detrás de la Fundació Bofill y sus experimentos pedagógicos), con muchos trabajos variados y sin ninguna estabilidad profesional. No lo digo yo. Es lo que puede deducirse de su vaivén profesional según cuenta él mismo en su perfil.
Ello llevo a tirar del hilo de los salarios que cobran los responsables de gestionar la educación catalana (gracias @Profejander) por ahorrarme buscar el enlace. Una tabla de Excel que, filtrada por «Educació», nos arroja lo que cobran a lo largo del año.
Como podéis comprobar este señor que habla de resiliencia cobra 90.008,98 euros al año. A sumar a ese dinero las dietas que cobra por acudir a cada uno de los actos a los que va. Va, para establecer una comparación, ¿sabéis cuánto cobra el Presidente del Gobierno? Pues, según los datos públicos que han recopilado determinados servicios de transparencia (que también pueden consultarse desde el propio Congreso), la cantidad siguiente:
Es decir que este que se permite ir pidiendo que se haga al alumnado más resiliente cobra más en salario que Pedro Sánchez. Y no digamos lo que cobra Cambray, que con 117.827,70 euros también es el Consejero de Educación que cobra unos 32.000 euros más al año que la Ministra del ramo. Y después recortan condiciones laborales a los docentes, no invierten en mejorar la educación y, ni tan solo se dedican a reparar las infraestructuras que deben gestionar.
Os recomiendo que hagáis una búsqueda rápida de todos los perfiles profesionales y el currículum de los gestores de la educación catalana. Sí, seguramente os echaréis a llorar. Más aún viendo como vosotros, que trabajáis tropocientas horas al día u os habéis formado durante años no llegáis a final de mes.
Como añadido al post os voy a poner los datos para la Comunidad de Madrid (fuente). Unos salarios bastante similares para sus responsables educativos que los de Cataluña (un poco menos para el Consejero pero unos 3.000 euros anuales más para los Directores Generales).
No es por nada, pero destrozar la educación por toda la geografía española se paga bastante bien. Multiplicad por diecisiete y sumad el Ministerio. Y algunos aplaudiendo con las orejas porque, por desgracia, ya les amputaron las manos en su momento.
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