En el día de ayer, un poco más activo en X que en los últimos tiempos y aprovechando, al igual que voy a hacer hoy, para poner un poco de orden en algunos temas profesionales que tengo en mi cabeza y hacer un timesheet imprescindible de esos que tanto gustan a algunos, escribí un hilo acerca de algunos personajes relacionados con la educación que, sin ningún tipo de ética profesional, hacen pasar cosas escritas por IA como propias.

Entiendo que lo del cambio de estilo puede ser algo subjetivo, pero sí que hay cosas que hacen que sepamos fehacientemente que alguien ha escrito un texto usando una IA por mucho que, en su aplicación de IA generativa favorita, hayan puesto que les humanicen el texto o que lo hagan indetectable que haya sido escrito bajo una inteligencia artificial.

En primer lugar hay un error bastante habitual en algunos textos de determinados personajes relacionados con la educación que hacen encender todas las alarmas. Lo sé, me estoy centrando en el ámbito educativo pero, en este caso, lo podríamos extrapolar a otros ámbitos.

¿Cuál es ese error? Pues uno que es clave. El del cambio de tiempos verbales a lo largo del artículo. Lo sé, parece algo que pueda darse pero, si os fijáis en algunos artículos o mensajes en las redes sociales escritos por determinados personajes, veréis que hacen un popurrí de tiempos verbales y de persona. A veces hablan de ellos como si fueran terceras personas y, en el mismo texto o hilo de X, hablan como «yo». Y eso, si alguien escribe algo, es un error que no comete. O no lo comete habitualmente.

Otro error fundamental y que en algunos blogs o artículos en medios de comunicación aparecen es el de la bibliografía. He leído a un pedagogo que da clases en la Universidad mencionar en la bibliografía libros que no existen. Y ya no digamos la atribución de citas inexistentes, avaladas por una bibliografía que dista mucho de mencionar la frase que dicen en el artículo. Lo sé. Seguramente será un error, pero cuando esto se repite en casi todos sus últimos artículos es que hiede a IA que echa para atrás.

También podría hablar de aquellos cuyos libros no tienen nada que ver con el lenguaje usado en sus blogs. Uno no puede cambiar tanto de tono ni de manera de expresarse. Y no me vengáis con que escribir en un libro es diferente de hacerlo en un blog. A mí se me pilla a la legua en mi manera de escribir, tanto si escribo aquí como en los libros que he perpetrado.

Mi tipo favorito también es aquel que publica la copia en bruto del artículo que le ha generado la IA y que obvia que, por desgracia, cuando inspeccionas la página viendo su código fuente, te encuentras un montón de restos de código que te generan determinadas aplicaciones de inteligencia artificial. Es como aquellos que publican una imagen sin borrar los metadatos y la hacen pasar como propia. O que hacen retoques y creen que no se van a descubrir aunque desconozcan que las versiones de las imágenes, si no se borran bien, quedan visibles para todo el mundo.

La verdad es que no entiendo tanto abuso de la IA por parte de algunos. Menos todavía por personas dedicadas a la educación. Personas que deberían dedicarse a potenciar el fair play e intentar que la creatividad, según dicen la mayoría de estos perpetradores del plagio, se fomentara entre el alumnado.

Reconozco las potencialidades de la IA para servir de ayuda cuando te falta inspiración. Reconozco que puede ser una herramienta muy potente para, dentro del ámbito educativo, poder tener más facilidad a la hora de realizar determinada burocracia o hacer determinados tipos de revisiones de productos finales. Otro tema son aquellos que la usan para crear situaciones de aprendizaje en bruto, programaciones a peso o, en el caso más triste, los que faltos de capacidad de creación, acuden a ella para escribir sobre ciertas cosas de las que, en ocasiones, no deben tener ni idea.

Nada. No me hagáis caso. Seguramente hoy vais a leer algún post o algún hilo en X que algunos hacen pasar como propios cuando ha sido escrito por una IA. No pasa nada. Es lo único que les queda a algunos para que les hagáis casito. Eso sí, ni se os ocurra preguntarles si lo han escrito ellos o la IA. Se enfadan.

Finalmente deciros que la imagen que ilustra este post, a pesar de haber sido pillada de Pixabay, es de las que se han generado con IA. Y no pasa nada por reconocerlo.


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