Hay cosas que dejan de tener sentido. Bueno, dejan de tener sentido o, simplemente, se postergan detrás de otras que tienen más. Hay urgencias, prioridades y caprichos. Hay tiempos limitados y límites de tiempo. Hay, en definitiva, algunos que prefieren dedicar el tiempo a perderlo que a buscar ese tiempo que, al final, siempre se acaba necesitando.

Yo me entiendo. Ya hace tiempo que le doy vueltas. Sigue apeteciéndome escribir pero, ni tengo tiempo ni ganas de ponerme, después de jornadas maratonianas a dar la brasa reflexionando. Pero es que no me apetece daros la brasa a los que estáis tras la pantalla ni, por desgracia, dármela a mí. Además, ¿de qué puedo hablar relacionado con mi profesión? Es que ya está todo dicho. Y si no lo está, hay otros que, seguramente, lo van a decir mejor que yo.

Es un buen día para despedirse. Es un buen día para decir adiós. Es un buen día para no pensar más en detraer tiempos para repetirse y dedicarlos a lo que realmente importa. Y lo que importa es lo personal y lo profesional en el mundo real. Esto, al igual que el ajedrez en mi juventud, que he retomado de forma parcial ahora, son aficiones. Solo eso. Aficiones de tiempo libre. Aficiones sin más. Aficiones sin necesidad de hacer negocio posterior.

Podéis rebuscar en la hemeroteca del blog. Incluso podéis indagar en mis redes sociales a ver si encontráis lo que os interese. He escrito de muchas cosas. Y, al igual que los debates cíclicos por parte de cuatro con mucho tiempo libre en las redes sociales, no queda más por hablar. Está todo dicho. Busco en el buscador del blog un tema y veo que ya he escrito sobre él.

Dejo, como siempre, la casa abierta. Es vuestra. Haced lo que queráis con lo que encontréis dentro de ella. Tenéis artículos, podéis descargaros mis libros infumables o, simplemente, podéis proceder a hacer una pira digital. No me importa.

Dije hace un tiempo que no iba a dejarlo pero, al final, los tiempos y la vida se imponen. Una vida que tiene más exigencias y urgencias que un simple blog. Gracias por la compañía. Aunque no os lo creáis, siempre habéis sido una parte importante de esto. Quizás la más importante.

Quizás vuelva en un tiempo. Sé que si vuelvo, los de siempre estarán hablando de lo de siempre. Abrir libro, saber el asesino al primer capítulo, cerrar libro.


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