Ayer publiqué un post, titulado «Más horas de una asignatura… ¿para hacer qué?«, en el que reflexionaba acerca de la necesidad que tienen algunos de multiplicar hasta el infinito su carga horaria, suponiendo que no aumentarla supone una discriminación frente a otras asignaturas. Es el yo, yo, yo, trasladado a los chiringuitos educativos en los que algunos caen. A ver, que yo puedo entender que si tienes la plaza en tu centro sujeta con pinzas, cualquier reducción horaria de lo tuyo puede complicarte el futuro laboral pero, de ahí a decir que lo haces para la mejora educativa, va a ser algo que no cuela.
Me encanta debatir en Twitter. Incluso en días como hoy, de medio relax, me permito responder más allá del límite de lo que sería un debate interesante. Más que nada porque cuando uno se enroca en ciertos argumentos y es incapaz de ver más allá de «lo suyo» no hay posibilidad de debate. Ojo, que no estoy diciendo que uno no deba defender lo suyo. Lo único que pido es que, al menos cuando se habla de educación, uno intente hablar de la educación en su conjunto porque, curiosamente, siempre hay vida más allá de la asignatura o los cursos que uno imparte. Cuesta verlo, pero es así. Al igual que cuando uno tiene problemas de otro tipo. Hay otros que tienen problemas y es lógico ver solo el nuestro pero, por favor, no ignoremos que hay otros.
Pues bien, me he encontrado con un personaje anónimo, de esos que pululan por internet, que me contesta al post que enlacé en Twitter, lo siguiente:
Ya intuyo que dos horas a la semana se trata de la segunda lengua (Francés). Tengo claro que con dos horas a la semana no se aprende nada. Menos todavía con las ratios que tenemos. Pero es que ni francés, ni nada de nada. Por eso siempre he defendido que, más allá de hablar de asignaturas concretas, deberíamos tener un sistema educativo formado con qué se debe aprender y a qué profundidad. No estoy defendiendo los ámbitos ni nada similar. Estoy defendiendo a tener diseñado un sistema educativo, con menor carga lectiva en los primeros cursos de Primaria (incluso en la ESO me parece una barbaridad las treinta horas semanales -e incluso más-), pero que tenga especialistas para impartir un currículo serio y coherente al margen de intereses de unos y otros en defender sus chiringuitos. Esto se haría con una buena ley de educación consensuada y diseñada por expertos pero, al ritmo que va el asunto es más fácil que avistemos un gamusino.
No, yo tampoco veo razonable que se impartan asignaturas de una o dos horas semanales. Me parece una pérdida de tiempo. Reducir asignaturas es la clave. Y si queréis ya montamos en los cursos superiores una cierta especialización. Pero repito, esta es mi idea que puede ser más o menos cuestionable.
Le respondo lo anterior. No es solo la carga horaria. Es hacer un puzzle coherente para encajar las necesidades de nuestro alumnado y poder ver cómo lo hacemos. Le digo que las horas jamás van a ser suficientes. Y le pongo el ejemplo claro del Inglés. Horas y horas ampliadas del currículo en la lengua de Shakespeare para tener el nivel que tenemos en cuarto de ESO. ¿Y de quién es la culpa? Pues, en parte, de no haber escuchado a los docentes de inglés en el diseño del currículo de la asignatura y a unos ratios inasumibles para determinados aprendizajes.
Más allá de la cuestión de la inmersión para aprender un idioma (algo en lo que podría estar de acuerdo), habla de la necesidad de que el alumnado está muchas horas en clase. Dice que es una cuestión de justicia porque así se igualaría el aprendizaje entre familias. Y ya la guinda del pastel… cuestiona que se dé más horas de Educación Física porque, curiosamente, eso sí que es una maría y no el Francés. Lo de decir que incrementar horas de Educación Física es lo que conviene al mercado ya es de traca. Bueno, de falta de argumentos más allá de «mi chiringuito, mi chiringuito, mi chiringuito,… y no me saquéis de aquí).
Yo le cuestiono el tema del mercado y le pregunto por qué Francés y no Alemán. O lenguas cooficiales. O…
Su contestación ya es surrealista.
Habla de que debería verme con una hora a la semana. Pues mira, he visto desaparecer Electrotecnia y Mecánica del Bachillerato. Y no se me ha caído ningún anillo por ello porque, a diferencia de ella, en mi caso sí que intento mirar el currículo de forma global. ¿Me duele que hayan desaparecido? Pues sí. Pero repito, para hacer ciertas cosas, mejor que no haya determinadas asignaturas. Lo del desprecio a su alumnado (porque supongo que lo incluye) de decir que si redujéramos el horario lectivo se pasarían el día jugando a la Play… No lo sé. A mí jamás se me ocurriría hablar de forma tan despectiva de mi alumnado en general. Soy así de raro.
Además pide respeto. El que no ha tenido por Educación Física, por el alumnado, por las familias, por… Yo me puedo ciscar en todo, pero tú no puedes cuestionar nada porque yo sí que tengo la varita para poder hacerlo. Lamentable.
Y cierro la conversación con lo siguiente (poniendo también el permiso que me ha dado para usar la conversación en un post)…
¿De verdad soy el único que ve chiringuitismo en el debate por parte de la persona que ha debatido conmigo? ¿O estaré equivocado? A estas alturas de la película ya no me queda nada claro.
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Hola Jordi. Creo que esta vez no has acertado con tu argumentación y no has entendido el argumento de la persona de twittwer. No todo el mundo en educación es de chiringuito y que hay de lo mío. En mi opinion hay más gente que es muy buena profesional. Objetivamente y sin ánimo de polemizar “dedicar una hora o dos a la semana a una asignatura” debería considerarse un insulto a la inteligencia independientemente de la asignatura y debería estar prohibido. Se llama hipocresía educativa. Y si debemos de intentar que las horas sean de aprendizaje y no de relleno pero eso es otro tema. Primero debemos tener una estructura que permita desarrollar el contenido disciplinar.
Un saludo desde la discrepancia contigo en este tema.
Hola José Carlos, creo que he entendido perfectamente el argumento de esa persona en Twitter. Estoy totalmente de acuerdo con ella en que una hora a la semana de una asignatura es un insulto. No tiene ningún sentido. Lo que tampoco no tiene ningún sentido es hacer un diseño educativo en función de lo que quiere el profesorado de forma aislada porque, al final el encaje debe ser el que dé un mejor aprovechamiento y aprendizaje para el alumnado. Toda la razón en que necesitamos esa estructura pero, por desgracia, hay límites horarios y deben ser distribuidos de la forma más coherente posible. Y repito, estoy totalmente en contra de asignaturas de una o dos horas lectivas a la semana.
Un saludo. Siempre es bueno discrepar. 😉