Como la muchos de vosotros sabréis, en la Comunidad Valenciana, desde la pandemia, se obligó a trabajar por ámbitos en primero de ESO. Se agruparon diferentes asignaturas y un solo profesor, por ejemplo, impartía Lengua Castellana, Lengua Valenciana y Ciencias Sociales. Daba igual que fuera un profesor que hubiera venido de Murcia y no supiera ni papa de valenciano. Lo importante para la Conselleria era reducir el número de docentes que intervenían en primero de ESO, supuestamente, para mejorar la incorporación del alumnado en la ESO. Bueno, al principio era para reducir el número de contactos para evitar contagios pero, en algún momento alguien, para mantenerlo sine die, lo justificó de la otra forma.
Lo de las agrupaciones por ámbitos, como decisión de una administración educativa, solo se ha experimentado, de forma muy puntual, en algunos centros educativos ingleses y, su propia agencia de evaluación hizo parar el experimento por los malos resultados que se obtuvieron. Se pueden buscar fácilmente las investigaciones en Google. Por cierto, aprovecho para aclarar que lo que hacen en Finlandia, con los “fenómenos” es trabajar por proyectos. No agrupar docentes especialistas de diferentes asignaturas para que den un totum revolutum.
Pues resulta que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha obligado a que la administración no pueda decidir que todos los centros educativos den ámbitos. Les ha hecho quitar el artículo del Decreto que lo permitía y ha obligado (no he leído la sentencia, pero me lo han dicho personas fiables que la han leído) a que sean los centros los que decidan qué modelo pedagógico van a llevar a cabo en su centro y, en caso de optar por ámbitos, darlos siempre en codocencia con especialistas. Repito: no lo digo yo. Es lo que dice un Tribunal. Y como funcionario público estoy obligado a cumplir la ley. Al igual que la administración educativa.
El Secretario Autonómico, que es el que nos ha metido en este berenjenal, ha enviado una propuesta de resolución que incluye dos cuestiones clave. Una primera relacionada con la necesidad de aprobar por Claustro seguir o no con los ámbitos.
Primera. Reunión de los órganos colegiados
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La dirección del centro convocará, con una antelación mínima de veinticuatro horas, una reunión extraordinaria del Claustro de profesores en la que sus miembros deberán debatir y formular una propuesta al Consejo escolar respecto a la disposición curricular por ámbitos en todos los grupos del primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria durante el curso 2022-2023.
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Asimismo, la dirección del centro convocará, con una antelación mínima de cuarenta y ocho horas, una reunión extraordinaria del Consejo escolar en la que, teniendo en cuanta el informe previo de la dirección del centro y del Claustro, deberá aprobar si el centro adopta o no una organización curricular por ámbitos para todos los grupos del primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria durante el curso 2022-2023.
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En los centros de titularidad privada, la aprobación de dicha organización curricular corresponderá a la titularidad del centro, sin perjuicio de las funciones que la normativa básica atribuye al Consejo escolar y Claustro de profesores de dichos centros.
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El régimen de funcionamiento de los órganos colegiados se ajustará a lo establecido en los artículos 29 y 34, respectivamente, del Decreto 252/2019, de 29 de noviembre, del Consell, de regulación de la organización y el funcionamiento de los centros públicos que imparten enseñanzas de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional.
Y una segunda que implica qué sucederá si se aprueban o no los ámbitos:
Tercera. Organización de los horarios de los grupos de 1º de ESO y del profesorado que imparte clase en dichos grupos.
- Los centros que decidan mantener la organización curricular por ámbitos en todos los cursos de primero de la ESO mantendrán la organización prevista de los diferentes grupos de 1º de la ESO y los correspondientes horarios del profesorado.
- Los centros que decidan no agrupar las materias en los ámbitos que tenían previstos ajustarán los horarios del alumnado y del profesorado correspondiente. En este caso, la hora lectiva que tenía adjudicada cada profesor de ámbito para tareas de coordinación así como las horas previstas para codocencia en los diferentes ámbitos se asignarán para realizar tareas de codocencia en los diferentes grupos de 1º de la ESO en las materias que cada centro considere más adecuadas.
Además, ha indicado clarísimamente a los sindicatos, que “la partida presupuestaria autorizada por Hacienda es para impartir codocencia y no para otras tareas”.
Entonces ya vemos que hay varios motivos para decir que NO A LOS ÁMBITOS. Y entre esos motivos destacaría los siguientes:
- Cuestiones pedagógicas mencionadas anteriormente acerca del fiasco de la agrupación de asignaturas en diferentes países.
- Decisiones, que se han tomado en muchos centros, de hacer ámbitos dejando esos ámbitos, no al profesorado definitivo y sí a todo aquel profesorado interino que llega nuevo a los centros educativos, desconociendo al alumnado. Si tanto les mola a algunos defensores de los ámbitos los mismos, ¿por qué no lo imparten? No hay, salvo honrosas excepciones, funcionarios con plaza definitiva, defensores de los ámbitos (de boquilla), que impartan voluntariamente docencia por ámbitos en primero de ESO.
- Imposibilidad de cumplir la sentencia judicial porque la misma obliga a impartir “ámbitos en codocencia”. Esto es algo que no puede darse, a día de hoy, en ningún centro educativo. Los recursos de codocencia se han usado en otras cosas y no sirven, en caso de dedicarlos todos a codocencia, para impartir todos esos ámbitos en codocencia. Os han mentido. No han dotado de profesores de apoyo, tal y como dicen en los medios la administración, para poder impartir esas horas de ámbito en todos los centros en codocencia.
- La gestión de la enseñanza por ámbitos falla en sus inicios: trabajar conjuntamente nada tiene que ver con que el profesor de Matemáticas imparta Biología. Bueno, el ámbito científico-matemático. Si nos cargamos la especialización de los profesionales, entonces dejemos que cualquiera con bachillerato dé clase en primero de la ESO porque, en ocasiones fue el último curso en el que algunos docentes vieron la asignatura que ahora les tocará impartir. Yo es que cuando veo a docentes de, por ejemplo valenciano, defendiendo los ámbitos y diciendo que imparten mejor la parte de sociales (que la vieron en su COU o su segundo de Bachillerato) que un especialista de sociales, no puedo menos que echarme las manos a la cabeza. Entonces, si votamos que sí a los ámbitos estamos diciendo que mejor no tener especialistas en primero de ESO y que sería igual de bueno tener a un licenciado/graduado en Historia dando ciencias sociales dentro del ámbito que a uno que solo tenga segundo de Bachillerato o COU. Esto es así.
- El sentido común. Aumentan horas en primero de ESO con un proyecto de 2 horas que nadie sabe para qué sirve ni se ha montado nunca (¡otro experimento!) y se alega que lo importante es que tengan menos docentes. No, lo importante es reducir el horario lectivo, redactar el currículo de forma más coherente y realizar una correcta formación permanente del profesorado. Lo de los ámbitos no tiene ningún tipo de justificación. Al menos, ninguna válida. Y tiran mucho sus defensores de justificaciones sin ningún tipo de validez.
Es que sobran motivos para VOTAR NO a los ámbitos en el Claustro. Eso sí, se ha de ser muy (…) para haber hecho un Decreto, que se sabía a ciencia cierta que era muy fácil de impugnar porque iba contra muchas leyes superiores (no interferencia pedagógica, criterios de especialidad, etc.). Y aún peor es ser alguien que ahora echa balones fuera, presionando y echando toda la responsabilidad a docentes, alumnado y familias (están en el Consejo Escolar y deben ratificar la decisión del Claustro) para mantener algo que no puede ser acorde a ley. Hay motivos para votar NO A LOS ÁMBITOS, pero es que votar sí y no cambiar los horarios en los centros educativos para que se dé codocencia en todos los ámbitos o, simplemente obligar al profesorado que acaba de llegar al centro, porque los definitivos no quieren impartirlo, los imparta (las decisiones pedagógicas son individuales según sentencias Constitucionales -que están por encima de cualquier otra cosa-) es ir contra lo que dice la sentencia judicial. Y entonces pueden empezar a llegar denuncias ante los Tribunales contra equipos directivos o contra los propios miembros del Claustro que hayan votado algo ilegal.
Yo lo tengo claro. Como funcionario público, obligado a respetar y hacer cumplir sentencias judiciales, además convencido de que lo mejor para el alumnado no son los ámbitos, por los puntos que he dicho antes y con algunos otros, que seguramente me haya dejado en el tintero, votaré en mi centro educativo… ¡NO A LOS ÁMBITOS! Respeto, tanto el aprendizaje del alumnado como la profesionalidad de mis compañeros. Además, como he dicho al principio de este párrafo, debo cumplir la ley. Así que no me queda otra. Lo haré por imposición legal y porque, al menos para mí, es lo mejor para mi alumnado.
Estamos a tres días de empezar a trabajar y no hay derecho. Ni nos lo merecemos el profesorado. Ni se lo merecen las familias. Ya no digamos el alumnado. La educación valenciana está dando un espectáculo vergonzoso. Y todos sabemos de quién es la culpa.
Estos meses voy a ir haciendo un poco de publicidad, si me permitís (bueno, y si no da igual, porque esto es mi blog), de mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel). Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos este curso que viene sobre educación. 😉
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