Creo que estamos pervirtiendo el discurso empoderador, para convertirlo en un discurso ideológico, valorando -y a la vez minusvalorando- tanto a las mujeres como a determinado tipo de conocimiento. Da la sensación de que si una niña no quiere estudiar una rama científica, queda anulada por un contexto que, cada vez presiona más para forzarla a que lo haga. El paternalismo que subyace tras las campañas para potenciar las carreras científicas en las niñas es algo preocupante. En primer lugar porque intentas influir, de forma descarada, para condicionarlas en que sigan un determinado camino en su educación. Y, de rebote, les estás diciendo que si estudian algo relacionado con las humanidades, ello las va a hacer inferiores. En este caso, esa inferioridad se extrapola fácilmente a todos los sexos porque ya estamos priorizando una determinada rama de conocimiento.

Si mi hija no quiere estudiar una carrera científica no lo va a hacer. Si lo quiere hacer, lo hará. No va a depender de sesgos de ningún tipo. Va a depender de lo que quiera hacer. No voy a forzarla a que quiera ser científica. No voy a matricularla en «campus para niñas» para acercarlas a las profesiones STEM. No voy a tomar ninguna decisión que impida que sea lo que quiera. Y voy a apoyarla decida lo que decida. Sí, incluso que decida estudiar algo tan perverso como algo relacionado con las Humanidades. Va, voy a ir más lejos… incluso que quiera ser maestra y dedicarse al alumnado de Infantil. Algo que haré porque creo que ella debe decidir. No voy a imponerle lo que yo quiero que haga. Por eso me parece nefasto lo que se está haciendo, a nivel político, para forzar ciertas cosas cuando lo que tendrían que hacer es dar menos discursos y elaborar leyes para que no exista discriminación y aplicar mano dura cuando se den actuaciones sexistas.

Yo estudié una ingeniería ya hace años. Veinticinco justos desde que acabé y empecé en la docencia. En mi carrrera éramos, dependiendo de la orientación elegida, parejos ambos sexos. Claro que había orientaciones en las que había más chicos. Seguramente, también habrá carreras en las que haya más chicas. ¿Por qué nadie propone que haya más maestros en Infantil? ¿O más trabajadores sociales o psicólogos? ¿Por qué no se fuerza, de forma tan sibilina como se está haciendo con las carreras científicas para las mujeres? Ya, seguro que alguno me vais a decir que no es lo mismo. Pues sí, el discurso debería ser el mismo. Bueno, mejor que no haya discurso y que se eviten discriminaciones. Algo que incluye el no discriminar a alguien por querer estudiar ciencias o no. Es que ya es muy cansino el asunto.

Sí a la visibilización de la figura femenina en las ciencias. Sí a establecer estrategias laborales que no impidan que las mujeres no puedan acceder a puestos directivos. Sí a potenciar que las chicas puedan decidir qué quieren hacer con su vida pero, de ahí a decir que las niñas no pueden acceder a las carreras científicas porque hay múltiples barreras machistas para ello o, simplemente, decir que es imprescindible que las mujeres hagan ciencia de forma global como afirma la Ministra de Igualdad, va un largo trecho.

¿Realmente nadie ve lo machista que es incentivar, como se está haciendo, que las niñas quieran ser científicas? Joder, dejadlas que sean lo que quieran y que estudien lo que les dé la gana. Otra cuestión es que haya familias que coarten esa libertad pero, ahí que está la clave del asunto, nadie quiere intervenir. Y para mí es muchísimo más grave ver cómo alumnado de una determinada etnia no llega a la Universidad (o lo hace de forma ínfima) por presiones familiares y modelos sociales propios, que no que una niña decida libremente estudiar ciencias o letras. Por cierto, ¿qué hay de malo en que quiera estudiar una FP de, por ejemplo, peluquería si lo decide libremente? Eso sí, ayudemos a las que estén estudiando algo que no quieran, por motivos externos a ellas. Algo que también deberíamos hacer con ellos.

Sé que me he metido en un gran charco -y más en un día como hoy- pero creo que el problema educativo es más social que de sexo. Y repito, no pasa nada por estudiar una carrera humanística o preferir estudiar una FP. Lo importante es que se haga por decisión propia.


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