Tengo un problema que, al menos a mi edad y después de mis dos décadas y media de aula (con un interludio de tres en la zona gris de la administración y uno, por desgracia, recuperándome de una enfermedad), ya es imposible que varíe. Y es la necesidad de leer cosas de personas inteligentes. Me gusten o no. Sean acordes con mis planteamientos educativos o no. Incluso estén mejor o peor redactadas, usen más o menos tacos o, simplemente, estén más o menos difundidas por los medios.
Hace unos meses me releí el Panfleto Antipedagógico (incorporado en este post) de Ricardo Moreno, licenciado en Matemáticas y Filosofía, posteriormente Doctor en Matemáticas y profesor, tanto de del extinto BUP y COU, como de la ESO y el Bachillerato durante décadas. Y sí, también dio clases en la Universidad. En el cómputo total, treinta y ocho años de experiencia. Persona formada e informada acerca de la realidad de las aulas españolas.
Panfleto_Antipedagogico_RMorenoUnas reflexiones inteligentes, que puedo o no compartir en (gran) parte pero que, a nivel de debate sobre educación aporta mucho más que esos mindundis, encumbrados a gurús educativos, cuyo mérito es, o bien ser finalista en un premio otorgado por una empresa destinada a la fabricación de misiles balísticos o entidades bancarias muy poco éticas. Es que comparar a alguien que ha pisado un aula por minutos o nunca, con alguien que, además de tener formación, tiene el culo pelado de estar en ella es algo muy poco serio.
Quizás Ricardo Moreno no tenga Twitter. Quizás no tenga tantos seguidores en las redes sociales como algunos de esos que saben poco y venden humo. Eso sí, para mí es mucho más importante lo que pueda decir que una charla de un Sir o de cualquiera promocionado por determinados medios de comunicación o think tanks relacionados con la política educativa.
¿Sabéis cuál es el problema de las personas inteligentes en educación y de su discurso? Que acaba siendo criticado por gente que ni tan solo ha leído o reflexionado sobre sus publicaciones. La mala pedagogía, especialmente si se encubre bajo palabras biensonantes, siempre tiene su público. Lo malo es que, por desgracia, los seres humanos preferimos oír aquello que queremos oír que aquello que, aunque no sea agradable, procede de gente que sabe más que nosotros.
No olvidemos tampoco que muy pocos serían capaces con un par de folios y sin ninguna diapositiva articular un discurso coherente como el siguiente (dos partes). Yo he de reconocer que, si alguna vez lo he intentado, me he perdido en el discurso. A veces no me he perdido pero tampoco tengo esa capacidad. Añado el inciso, de nuevo, de poder estar o no de acuerdo con (todos) sus planteamientos.
Conferencia Ricardo Moreno Castillo en la Universidad de Lund Parte 1 – YouTube
Conferencia Ricardo Moreno Castillo en la Universidad de Lund (Parte 2) 10032012 – YouTube
Yo os regalo a la mayoría de los que hablan sobre educación en determinados eventos o actúan de formadores en esas formaciones de mierda que nos/os ofrece, de forma cada vez más habitual, nuestra/vuestra administración educativa. Prefiero personas inteligentes que me obliguen a replantearme cosas. Aunque esas cosas obliguen a que permanezca en mi zona de confort ya que, por suerte, no está reñido.
Cada uno es libre de decidir quién le inspira en su día a día. Incluso, como lo comentado en este artículo, en su profesión. Yo ya he dicho que me quedo con las personas inteligentes. Son pocas y, por desgracia, mucho menos «promocionadas» entre los docentes.
Finalmente un detalle… he usado a Ricardo Moreno como ejemplo. Podría ofreceros un listado enorme de compañeros y compañeras mías. Es que, como digo siempre, las propuestas más inteligentes sobre educación solo pueden darlas personas que conocen qué se cuece. Algo que solo se sabe desde el lugar en el que suceden las cosas.
Actualización
He añadido el fantástico vídeo que me ha hecho llegar por un comentario Ricardo Moreno porque, sinceramente, es donde mejor podréis ver (siempre que queráis hacerlo) las diferencias entre remar y pedir que otros remen, sin barco y sin destino.
Ricardo Moreno Castillo – Límites de la Educación – YouTube
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Enhorabuena por el artículo y por la valentía y claridad en su exposición. Ojalá poco a poco vaya cundiendo el ejemplo.
Gracias por tus elogios, Jordi. Te dejo un enlace de una conferencia que di hace unos meses por si quieres difundirla:
Ricardo Moreno Castillo – Límites de la Educación – YouTube
Un saludo, Ricardo
Muchas gracias a ti Ricardo por el aporte (añadido como actualización en el post), no solo ahora, de determinados planteamientos educativos que deberían obligar, al menos a cualquiera que haya pisado o esté pisando el aula, a reformularse el concepto de la educación. Bueno, más bien a reflexionar sobre lo que es la práctica docente y esas aulas de las que algunos pontifican con mucho humo de colores. Saludos.