Haces un chiste sobre veganos. Mal. Te ríes de un chiste que han contado sobre veganos. Peor. Es que al final uno ya no sabe cómo actuar para que, dentro de ese club más amplio de ofendiditos ante la vida que va creciendo exponencialmente, no hagan vudú con una copia de tu imagen ante un altar con muchas velas.
Hay gente que se ofende por todo. Viven, creo yo, con la necesidad de ofenderse ante cualquier cosa. Todo les sienta mal. A todo intentan sacarle punta para poder ofenderse. Joder, si hasta abogan por un revisionismo histórico de determinados dibujos animados para, por motivos de reafirmación de sus incapacidades, prohibirlos. Serían de los que quemarían todos los libros porque, al final, es que no hay libro que no les ofenda. O bien porque salen dos chicos besándose, o bien porque no salen. Lo importante es ofenderse. Da igual el motivo.
Lo fácil es ofenderse y lo difícil es contextualizar lo que se dice. Es mucho más fácil para algunos quedarse en las formas que en el fondo. Es mucho mejor cuestionarlas porque, al final, lo único criticable para algunos son las formas. Es que no llegan más allá. Su club de ofendiditos no se lo permite. Es que viven para sentirse ofendidos. Y les gusta. Les gusta haber tomado ese rol en su vida.
En una sociedad en la que prima ser políticamente correcto sin fisuras, premiando a los que jamás se meten en ningún charco, ha surgido con fuerza la secta de los ofendiditos. De aquellos a los que les sienta mal que un hijo tenga dos padres o un padre y una madre. Siempre habrá algo malo en cualquiera de las dos cosas. Es que lo importante es poder sentirse ofendido hasta por el logo de un determinado café. Si hasta han prohibido las canciones de determinados productos alimenticios por racistas. Decir que alguien es negro, mal. Decir que alguien es blanco, mal. Decir que alguien tiene moreno guiri, también. Bueno, salvo para los de la secta «ofendiditos por todo menos por lo que dicen los míos». Que esos también son legión.
Si la sanidad pública no funciona se dice y no pasa nada. Hay gente que se ofende porque lo digas. Hay otros que se ofenden porque dices que la sanidad privada es un negocio. Hay, en definitiva, limítrofes intelectuales, incapaces de analizar qué se dice y por qué frente a lo que se ha dicho. Y, repito, hay rede sociales que amplifican ese espacio para ofenderse. Incluso hay gente que se ofende porque alguien, a quién han otorgado el rol de enemigo, les dice hola. A este nivel estamos llegando.
A mí me ofende que algunos vayan de ofendiditos. Ya veis, lo fácil es sumarme al carro. Es que lo de nadar a favor de corriente es mucho más cómodo. Especialmente cuando lo que no quieres es complicarte la vida. Y, a estas alturas de la película, ya tenemos suficientes problemas reales para ponernos a debatir con ofendiditos de manual.
Estos meses voy a ir haciendo un poco de publicidad, si me permitís (bueno, y si no da igual, porque esto es mi blog), de mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, «Educación 6.9: fábrica de gurús». Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel). Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos este curso que viene sobre educación. 😉
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No suelo contar cosas personales en las redes sociales pero hoy me veo en la necesidad de haceros partícipes de lo mal que lo estoy pasando. Siempre he sido muy optimista y alegre pero ahora no me veo capaz de afrontar lo que me está sucediendo, le puede pasar a cualquiera por eso tengo que compartir mi dolor, ¿Por qué precisamente a mi? me pregunto cada día, cada día de tristeza, cada día de miradas acusadoras y acosadoras, cada día en el trabajo, cada día en la calle,…es un infierno, necesito ayuda….
Tengo 50 años y tengo alopecia….es un drama….me quiero morir….estoy pensando en dejar el alcohol y pasarme a los antidepresivos, el psiquiatra no me entiende y no da con la solución, mis amigos no me apoyan incluso hacen chistes sobre mi problema, estoy solo, no se donde acabará esto….puede que en lo peor.
Pero aún hay esperanza….voy a montar una plataforma reivindicativa, hay un concejal calvo y con un amigo periodista y las redes sociales puedo luchar para que ningún calvo más pasé por esto, lo veo claro, seré el héroe, contaré mi experiencia a todo el mundo y seguramente consiga que algún político calvo (y gilipollas) me apoye y todos juntos conseguiremos una ley que nos asegure una subvención para ir todos los calvos a Turquía (podemos conseguir un descuento por ser tantos) a gastos pagados y con asistencia psicológica, ventajas fiscales y un carnet de ex-calvo discapacitado, sin olvidar penas para los acosadores que hacen que mi vida sea un infierno porque para eso está la Administración y el Gobierno para que con el dinero público de los que tienen pelo se pague el gilipollismo y los caprichos de las minorías….mientras tu te pagas la operación de Miopía, o el dentista o esperas 18 horas en urgencias, los mayores dependientes no tienen asistencia y la gente con enfermedades raras se muere lentamente.
Porque esto es un chollazo, después de esto mi próximo proyecto es ir a saco a por la Navidad, a mi no me gusta….voy a crear una plataforma para que nadie pueda celebrar la Navidad…panda de tarados….¿porque tengo yo que soportar lo que diga la mayoría?, aquí mando yo y que se jodan que tengo mis derechos….y tengo muchos partidarios así que seguro que lo conseguimos…
Podría continuar escribiendo durante horas pero de verdad que se me revuelve el estómago del asco de sociedad que hemos creado, ilógica, absurda e irreal, incluso bizarra.
Gente que demanda al Estado por operarle cuando lo pidió él/ella/elle mismo/a/e y se arrepiente, profesores que dicen que no se puede celebrar el día del padre pq hay familias no convencionales que se va a sentir ofendida, un tío con barba y con un mango de 25 cm que no le puedes llamar Manolo porque es no binario y quiere y exige que le llames María Antonio, le pongas unas alas en la espalda y que le des una palmadita y le digas que es un unicornio , que todos los hombres seamos potenciales violadores y gozamos de privilegios por el mero hecho de existir, que un chaval sea fluido femenino por la mañana y fluido masculino por la tarde y quiere meterse en el vestuario de mujeres con mi hija, competiciones deportivas femeninas donde participan hombres…….. Pero ¿cuando acaba esto? si les das todo lo que pide a todo el mundo ¿cual es el final? ¿porque a mi si y a ti no? ¿Por qué le pagas a ese y a mi no?, ¿hay recursos públicos para satisfacer a todos?, ¿Por qué ser normal , buen ciudadano y tener sentido común esta penalizado? ¿PERO A DONDE CARALLO VAMOS?, ¿QUE FUTURO NOS ESPERA?
ESTOY HASTA LOS MÍSMISIMOS TESTÍCULOS SEÑORES Y SEÑORAS (no se me vayan a ofender) y si se ofenden que se jodan.
Estoy pensando que alguien debería de fundar el partido político de la gente sensata, normal y con lógica y sentido común porque mi voto lo tendría desde luego.
Lo absurdo que es ofenderse simplemente por el hecho de que alguien no pertenece a nuestro grupo pero más absurdo es que desde el gobierno se apoye todo esto porque si abres la puerta a uno tienes que abrirla al otro , y al otro más y eso no tiene límite.
Esto tiene que parar ya, cuanto antes, a los problemas que ya todos conocemos como desempleo, deficiencias en el sistema sanitario, educativo, de Justicia y Pensiones estamos sumando un 40% de españoles con problemas de salud mental y una cultura del gilipollismo ofendidito que ha calado mucho en una juventud (y otros no tan jóvenes que ya eran gilipollas) alentada por gobiernos y políticos que solo piensan en votos, medios de comunicación en busca de audiencia fácil y unas redes sociales que son altavoces de la estupidez humana….FALTAN VALORES, SENTIDO COMÚN Y RACIONALIDAD. CENTRARSE UN POQUITO antes de que sea tarde porque al igual que a un niño catalán le han convencido tras 20 años de TV y colegio de que España es mala a nuestra sociedad la han convencido de que es gilipollas y ofendidita.
Estoy tan quemado con este tema que hasta voy a cambiar mi foto de perfil.