Los del Ministerio de Educación y FP (cada cierto tiempo cambian de nombre y debo aprendérmelo) son unos cachondos. Ya no es solo ver como cada cierto tiempo dan trabajo a los que ponen las letras en las carteras de los/as Ministros/as del ramo, amén de los textos en todas sus webs. Es ver como son tan buenas personas que contratan a su primo como becario para llevarles la cuenta de las redes sociales. Sí, también lo hacen los personajes políticos e, incluso en algunos casos tienen community manager para su perro. Un becario, claro está, con sueldo opaco que, en función de quien mande debe cobrar en sobre o en ingresos bancarios en países extranjeros que tengan aeropuerto. Aclaro… Andorra no tiene aeropuerto. El más cercano es el de La Seu (en territorio catalán -ya, podría haber puesto español, pero ponga lo que ponga, y más en campaña electoral, siempre voy a tener algunos que se me enfaden-).
Hoy, al más digno caso a los que debe enfrentarse Perry Mason, nos encontramos en el caso del tuit desaparecido. Un caso que, debido a su dificultad por los efectos colaterales del becario defenestrado, obliga a que Perry Mason trabaje colaborativamente con Pepe Carvalho y Sherlock Holmes. Con la colaboración inestimable de Grande Marlaska como enlace con la administración.
Esta mañana, la cuenta de Twitter del Ministerio de Educación y FP (@educaciongob) ha retuiteado el siguiente mensaje de la Ministra Isabel Celaá (sí, ya he aprendido dónde va la tilde). Un mensaje que ha desaparecido, misteriosamente y ha reaparecido a las cinco de la tarde.
Digo que ha desaparecido porque, como respuesta a ese mensaje publicado por la mañana (ahora también desaparecida la respuesta), el becario que lleva la cuenta ha retuiteado lo siguiente:
Ahora, como se puede comprobar, del primer mensaje reconstituido a las cinco ha desaparecido el original.
Después de lo anterior han saltado todas las alarmas, tanto en las redes como en el CNI ya que en estos momentos, aparte del tuit (que se ha borrado «misteriosamente») también ha desaparecido el becario que llevaba esa cuenta de Twitter.
En estos momentos los mejores investigadores externos (a ver que aquí se privatiza todo), junto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, están investigando, en primer lugar cómo se ha podido colar un terrorista 2.0 cachondo, quién lo está financiando (hay dudas razonables en si se trata de una maniobra de los propios socios de gobierno, del PP, de VOX, de los independentistas o de algún sindicato docente -aunque es domingo y está complicado el tema-) y el alcance de dicho retuit.
Seguiremos informando… o no. Por un par de bitcoins, aquí paz y después gloria. 😉
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