En X (antaño Twitter y, en el futuro ya se verá), se habla de educación como si fuera un campo de batalla. Hay trincheras, bandos, etiquetas, y hasta quien confunde “debatir” con “hostigar”. Pero, entre tanto ruido, todavía quedan rincones donde se puede aprender, reír y compartir sin necesidad de poner un hashtag ideológico en cada frase.
Aquí va un repaso de 15 tipos de cuentas que sí aportan valor al mundo educativo. No se trata de nombres, sino de actitudes.
La que comparte sin presumir.
Publica materiales, ideas y recursos que funcionan. Sin selfies ni frases motivacionales. Solo contenido útil, sin humo ni egos.
La que explica lo que pasa en el aula real.
Nada de “centros del futuro” o PowerPoints infinitos. Te cuenta cómo se las apaña con 28 alumnos, dos ordenadores y un calendario imposible.
La que sabe reírse de sí misma.
Porque no todo en educación es drama. Hay cuentas que usan el humor para ponerle un espejo amable a lo que vivimos a diario.
La que cita fuentes y no sensaciones.
No todo lo que suena bien es verdad. Y se agradece encontrar a quien aporta estudios, datos o referencias en lugar de dogmas disfrazados de pedagogía alternativa.
La que te enseña algo nuevo sin venderte un curso.
Las mejores son las que comparten conocimiento sin buscar monetizar cada idea. Sí, existen. Y son oro puro.
La que escucha.
No responde con superioridad, no corrige con desprecio. Escucha, pregunta, y a veces hasta cambia de opinión. En X eso debería convalidar un máster.
La que defiende ideas sin atacar a nadie.
Discrepa con elegancia. Argumenta sin etiquetas. Y demuestra que se puede tener criterio sin necesidad de montar cruzadas.
La que da contexto.
Explica el porqué de las cosas: cómo se legisla, qué hay detrás de un cambio de currículo o qué implicaciones tiene una nueva ley. Y lo hace sin caer en sermones.
La que recuerda que detrás de cada pantalla hay una persona.
Parece obvio, pero no lo es. La empatía digital también educa.
La que no se toma demasiado en serio.
Hay perfiles que aportan justo eso… frescura. Gente que habla de educación sin postureo, con naturalidad y sin disfraz de gurú.
La que mezcla aula y vida.
Docentes que también son padres, madres, lectores, músicos o deportistas. Porque enseñar no es un rol, es parte de una vida más amplia.
La que rescata lo importante.
Entre tanto debate sobre innovación y metodologías, te recuerda que sin lectura, escritura y comprensión, no hay magia posible.
La que aporta desde el respeto, aunque no pienses igual.
Las mejores cuentas no son las que te confirman lo que crees, sino las que te hacen dudar sin imponerte nada.
La que tiene memoria.
Cuenta cómo eran las cosas, lo que funcionaba antes y lo que aún podríamos aprender del pasado. La experiencia también es innovación.
La que, simplemente, hace comunidad.
No busca seguidores, busca conversación. No mide impacto, mide conexiones. Y demuestra que, a pesar del ruido, todavía hay gente bonita en esta red.
Seguir a cuentas así no solo mejora tu timeline, también mejora tu ánimo. Porque al final, de eso va educar. Va de escuchar, compartir y aprender sin necesidad de levantar la voz.
Y si alguna vez te cruzas con perfiles que gritan, insultan o viven de señalar al resto, recuerda: silenciar también educa.
Podéis descargaros mi último libro en formato digital, TORREZNO 3PO: un alien en educación, desde aquí.
Me podéis encontrar en X (enlace) o en Facebook (enlace). También me podéis encontrar por Telegram (enlace) o por el canal de WhatsApp (enlace). ¿Por qué os cuento dónde me podéis encontrar? Para hacerme un influencer de esos que invitan a todos los restaurantes, claro está. O, a lo mejor, es simplemente, para que tengáis más a mano por dónde meteros conmigo y no tengáis que buscar mucho.
Descubre más desde XarxaTIC
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.