Hay quien necesita muy poco para formarse una opinión firme sobre educación. Un titular en mayúsculas, una imagen de un chaval con mochila mirando al infinito y una frase tipo “¡Ya no se puede suspender!”. Con eso ya va servido para indignarse, compartirlo en el grupo de WhatsApp de amigos y empezar la jornada con las venas del cuello bien marcadas.

Por eso, y porque ya va tocando dejar de hacer el ridículo en bucle, aquí va una pequeña guía (sin pretensiones, pero con mala leche) para detectar si eso que estás a punto de creerte como si fuera el Apocalipsis educativo… en realidad es una chorrada del tamaño de un estadio. Y ya no entro en todas aquellas noticas que cuentan trolas porque son incapaces de preguntar, antes de darle la patina ideológica de turno, qué ha sucedido realmente. Simplemente… ¡no les interesa!

Vamos a la guía de noticias educativas que, seguramente, serán un bulo de enormes proporciones…

El titular incluye la palabra «prohíben». Si encuentras algún artículo que empieza con «prohíben los deberes», «prohíben corregir con boli rojo», «prohíben enseñar literatura anterior al siglo XX», etc. ya te digo yo que no han prohibido nada. Pero oye, suena tan bien para enfadar a la gente que da pena no usarlo. Por cierto, vale también praa aquellos que dicen que han «prohibido metodologías innovadoras» y así hasta un largo etcétera de prohibiciones que no son tales.

Lo publica un medido que solo habla de educación cuando hay sangre o elecciones. Si el medio en cuestión ayer publicaba horóscopos y hoy analiza algo –relacionado con la educación con tono de fin del mundo… igual no debería ser tu fuente de referencia. Digo yo.

La noticia lleva foto de una aula vacía o de un niño triste mirando por la ventana. Si ves eso ya puedes confirmar que te quieren vender un drama. Y si el niño lleva bata, mochila y cara de estar en una película de Ken Loach, no lo dudes… ¡te están manipulando emocionalmente!

Aparece la frase «expertos aseguran que…» sin citar a ninguno. Los «expertos» anónimos aparecen, al igual que los Reyes Magos, cada diciembre para salvarnos o hundirnos según el medio. Pero no preguntes mucho ya que, si lo haces, el titular se desintegra.

Si la noticia te ha cabreado antes del segundo párrafo, entonces han conseguido su objetivo. Si te has sentido indignado antes de informarte del todo, no te has informado. Te han guiado. Y tú, como buen rebaño digital, has seguido.

Mencionan Finlandia (o cualquiera de sus sucedáneos actuales). Nada más que añadir. Cuando alguien mete a Finlandia en el titular, un docente se pega un cabezazo contra una estantería de IKEA.

Te lo han mandado por WhatsApp con un «esto es real, me lo ha dicho alguien de confianza que lo ha visto o lo ha visto algún primo suyo». No. No es real. Y tu persona de confianza, seguramente, también reenvía bulos de salud y recetas con horchata del Mercadona. A ver si bajamos el entusiasmo.

No encuentras la ley o el documento que dice lo que afirma la noticia. Eso es porque no existe. Y si existe, igual dice lo contrario. Pero claro, ¿quién va a buscar las fuentes legislativas en lugar de un titular con emojis y fondo rojo?

La noticia contradice todo lo que ves cada día en tu aula (en caso de ser docente) o todo lo que hace tu hijo en ella. No pasa nada. Simplemente has caído en una distorsión diseñada por gente que quizás no ha pisado aula en las últimas décadas pero quiere opinar fuerte.

La frase final del artículo termina con una frase muy fuerte que, en ocasiones es una llamada a las armas. Entonces, ni lo dudes. Guarda la noticia en tu parte del cerebro de cosas a borrar y sigue con tu vida.

Si después de leer esto aún crees que en España se han prohibido los deberes, se ha suprimido la ortografía o se obliga a los alumnos a meditar en círculos de yoga emocional para poder promocionar, enhorabuena… tienes madera de colaborador educativo en tertulia de sobremesa.

Pero si, por el contrario, empiezas a sospechar que la mayoría de titulares educativos buscan más el clic que la verdad, quizá estés más cerca de ser de los que no se tragan todo lo que brilla y que, de vez en cuando, preguntan antes de opinar.

Finalmente, permitidme un epílogo final al artículo de hoy… cuando alguien te cuente una historia, por mucho que coincida con lo que quieres oír, si tenéis un poco de tiempo para leer la noticia, contrastarla y analizarla, más allá de preguntárselo a Grok, intentad hacerlo. Os sorprenderéis al ver que, en demasiadas ocasiones, no se parece en nada la realidad a lo que os están contando.


Descubre más desde XarxaTIC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like