Me preocupa mucho la privacidad y la protección de datos de mi alumnado. No digo nada que no haya repetido en numerosas ocasiones. Es por ello que, siempre que veo a algunos compañeros exponiendo, tanto imágenes como vídeos de alumnado en sus perfiles personales de las redes sociales, me preocupo. Eso sí, más que lo anterior me preocupa el exponer datos sensibles en determinadas herramientas digitales. En esos datos sensibles incluyo datos académicos, e incluso el propio correo electrónico de los chavales.
¿Limita lo anterior las herramientas digitales que podemos usar con nuestro alumnado? Sí. ¿Tiene importancia esa limitación en el aprendizaje del mismo? No. Si una herramienta, digital o no, influye en el aprendizaje de nuestro alumnado tenemos un problema. Se debería poder enseñar a nuestro alumnado con múltiples recursos y siempre teniendo, aunque os parezca obvio, un plan alternativo por si no funciona el plan inicial. Ya, el plan inicial es mucho mejor pero siempre puede fallar. Es que incluso un libro de texto, que puede parecer inmutable, puede olvidarse en casa y debemos tener estrategias para realizar nuestra labor profesional al margen de él. Sé que nadie, incluso que nos vendan algunos lo contrario, usa el libro de texto como biblia educativa, pero sí que sé que hay docentes, especialmente en determinadas etapas, que siguen bastante el modelo que se les ofrece desde las editoriales. Un inciso importante: el libro de texto no es el currículo aunque, en muchos casos, sea parecido.
No sé si entendéis por dónde voy. A lo mejor estoy siendo más incoherente de lo habitual. La idea es no usar ninguna herramienta digital con nuestro alumnado que no nos sea suministrada por nuestra administración educativa. En mi Comunidad, por ejemplo, hay un convenio con Microsoft que nos permite usar una identidad digital con determinados servicios de la multinacional de forma supuestamente segura, una herramienta de comunicación con las familias y gestión académica de nuestro alumnado y una plataforma, basada en Moodle, para poder ser usada por el alumnado. En otras Comunidades se ha firmado convenio con Google o, con Google y Microsoft a la vez. O con ninguna de esas multinacionales y se ha optado solo por usar herramientas creadas y mantenidas por la propia administración. No son modelos mejores ni peores. Tan solo amparan legalmente el uso de unas u otras. Y protegen a priori los datos del alumnado.
Si solo podemos usar herramientas digitales que nos suministra nuestra administración educativa, ¿qué hacemos con herramientas que podríamos usar para determinadas actividades con nuestro alumnado? ¿Cómo elaboramos material multimedia, infografías, establecemos paneles colaborativos, etc.? ¿Debemos de dejar de hacer esas cosas?
Pues en principio si se trabaja en local (con la herramienta descargada a los equipos) pueden usarse sin ningún problema ya que no se intercambian datos con ningún servidor.
¿Has dicho en principio? Pero y si, por ejemplo, en mi clase me apetece usar Canva o Wakelet. Pues tenemos que ver qué nos pide cada herramienta digital y qué datos vamos a subir a sus servidores. En el caso de Canva o Wakelet (estoy poniendo dos ejemplos, pero pueden extrapolarse) puedo crear de forma gratuita una cuenta para el docente. Y con dicha cuenta puedo crear una clase para compartir con mi alumnado y que pueda trabajar ahí sin más necesidad de que acceda por un enlace. No necesita registro. No necesita exponer sus datos personales. No hay datos académicos del alumnado porque la evaluación se hace con la herramienta oficial o con una hoja de cálculo en local. Por tanto, ningún problema a que entre Juan, Laura, Abdel, Sofía, Maverick,… a mi cuenta y que desde el vínculo suban sus trabajos ahí. Trabajos que jamás van a ser evaluados ahí y en los que jamás deberíamos pedir que aparecieran imágenes personales suyas ni de su familia. Entonces, ¿qué problema hay en qué usen esas herramientas? Ninguno.
Por cierto, no todas las herramientas digitales permiten lo anterior y por eso debemos, antes de usar ninguna de ellas en nuestra aula, ver qué calidad de protección ofrecen a nuestro alumnado.
Para finalizar simplemente comentaros que, por ejemplo en primero de ESO yo estoy usando Canva para que hagan una infografía de “los 10 que más les gustan” (cantantes, youtubers, comidas,…) y ellos no tienen que registrarse en la plataforma. Tan solo deben acceder a mi cuenta como docente y poner ahí esas infografías que yo voy a calificar a posteriori. Se puede ser repetuoso con los datos de nuestro alumnado. Debemos, como docentes, serlo especialmente.
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