¿Cuál debería ser el objetivo del sistema educativo? Que el alumnado aprendiera, estuviera capacitado a establecer criterios en su toma de decisiones y fuera capaz de seguir aprendiendo de forma autónoma.
¿Cuál es el objetivo del alumnado? Aprobar.
Basándonos en las dos respuestas a las preguntas anteriores es lógico que, dentro del modelo educativo, estén triunfando determinados personajes que vendan cómo aprobar. No es razonable ver, desde la perspectiva adulta, una necesidad básica de cualquier estudiante. Y no, no hemos de rasgarnos las vestiduras por ello. Todos en nuestro momento, incluso que hayamos escondido en lo más profundo de nuestros recuerdos lo anterior, hemos jugado a aprobar. Por eso, aunque antaño no hubiera youtubers mecanicistas ni tanto material en la red (para ahorrarnos esfuerzo), hemos de reconocer que ya existían las academias de repaso. ¿Y qué se hacía en esas academias? ¿Enseñar a razonar? ¿Aprender? No, en esas academias, se enseñaba a aprobar los exámenes de determinadas asignaturas.
Os cuento mi caso. Uno concreto pero os podría contar muchos más. Dibujo Técnico de primero de carrera. Atragantado hasta extremos imposibles de asumir. No tenía -ni tengo- una mente que sea capaz de distribuir espacialmente los conceptos y, por ello era harto complicado para mí sacarme esa asignatura. ¿Solución? Pues buscar una academia que me enseñara a aprobar. Además, curiosamente, había dos academias que «preparaban para aprobar con esos dos profesores que había en mi Facultad». Pues nada, ahí fui y, aunque no supiera ni papa de diédrico y se me diera como el culo, conseguí sacarme la asignatura porque lo único que hacía ahí era preparar unos modelos estandarizados de examen. No se me caen los anillos en reconocerlo. Hoy, esa academia se ha convertido para muchos en vídeos de YouTube. O, en caso de poder pagarlo, para muchas familias se ha convertido en otras academias a las que llevan a sus hijos.
A los cuarenta y seis aprendo de forma autónoma. Por suerte, ahora no tengo retos para necesitar engañar al sistema planteándome la necesidad de hacer un esfuerzo orientado al aprobar. Joder, que hasta cuando uno va para aprender inglés a una academia, la propia academia sabe que su objetivo para seguir teniendo clientes es que su alumnado se saque alguna de las certificaciones de idiomas que existen. Tener un B2 de inglés no es saber inglés. Tener un B2 de inglés implica haber buscado las estrategias para aprobar el examen. Sí, al igual que las oposiciones. No solo las oposiciones a docente. Todas las oposiciones son modelos basados en aprobar. Y la gente se prepara para aprobar. Lo mismo que en una campaña electoral: el objetivo es ganar las elecciones. Nadie se plantea cómo ganarlas porque, la final el objetivo siempre ha sido la clave de todo.
El sistema educativo ahora y siempre está basado en superar pruebas. No es malo que sea así porque tiene que haber un sistema que valide ciertas cosas. Se pueden denominar competencias o estándares. Incluso se puede hablar de objetivos o currículo que debe darse. Lo perverso es el sistema mismo. Un sistema que tiene que ver con la sociedad en su conjunto. El llegar se considera que es la clave. Vamos a ser sinceros, ¿cuándo empezamos a aprender realmente? Pues cuando hemos llegado a lo que queríamos llegar. Entonces podemos dedicarnos a disfrutar de ese aprendizaje (que puede ser desde aprender a pasarse niveles en un juego, hasta saber llevar un huerto o montar muebles de Ikea).
¿Estoy diciendo con lo anterior que debemos apostar por eliminar todo lo que exija una prueba final? No, porque siendo un mal método, es el mejor de los métodos que hay con lo que tenemos. Lo importante es poder tender puentes entre aprender y aprobar. Lo importante sería que hubiera una motivación intrínseca en todo el alumnado para el aprendizaje pero, vamos a ser rematadamente claros… ¿cuál es el momento que, salvo en una situación como la actual en que muchos alumnos agradecen poder salir de casa para ir a la escuela, es más esperado por el alumnado y por el profesorado? Sí, el momento en el que suena el timbre. El de salida, claro está.
El sistema educativo debe reformularse en su conjunto. Otra cuestión es que sirva hacer ese rediseño sin cambiar a la sociedad en su conjunto. Y, aunque me repita y podamos criticarlo desde la barrera (o pasados los años): el modelo de youtubers que facilitan estrategias para aprobar o las academias, en las que trabajan excelentes profesionales, son algo que va a perdurar muchos años y cumplen muy bien su función. Una función que no es otra que facilitar que el alumnado apruebe. Por eso les quieren tanto el alumnado. Es que es de cajón.
Disclaimer: que nadie se plantee este post como lo que no es. No es un alegato a eliminar las evaluaciones. No es un alegato en contra de la necesidad de establecer un currículo plagado de saberes. No es un alegato a favor de buscar divertimento a cualquier precio o hacer experimentos varios. No es un alegato a favor de abandonar ni abandonarnos,… Si creéis que os estoy haciendo alegatos de ese tipo o una crítica a alguien concreto (a nivel personal o colectivo) es que me leéis muy poco. 😉
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Aprobar es lo que quiero y después aprender, pero en la vida real, lo primero es aprender y luego tener un título…. Por ejemplo, tener carné sin saber conducir, tener cinturón negro pero ni idea de técnicas de combate, ternera titulo de cirujano pero ni idea de anatomía…. Y muchos más ejemplos…
Los exámenes nos obligan aprender…
https://culturacientifica.com/2017/06/08/la-evaluacion-mejora-aprendizaje/
Un saludo