Os prometo que hoy me apetecía escribir acerca del cocido que, con todo el amor del mundo, ha sido elaborado para consumirse un diecinueve de julio. Además, lo hubiera mezclado con una disertación acerca de las dos últimas horchatas que he probado (una, por cierto, bastante mediocre al ser añadido el hielo con posterioridad para convertirla en «mixta»). Pero, como siempre sucede, hay algo que creo que es importante mencionar, especialmente en días como hoy: la importancia de la parte informática en todos los procesos, incluyendo los educativos.

Hoy ha habido un «problemilla» con Microsoft. Por lo visto, sin haber leído mucho y solo habiéndolo oído por la radio, ha habido una actualización de algo que ha bloqueado los sistema basados en ese sistema operativo y ha afectado, entre otras cuestiones, a los despegues de los vuelos y a la gestión de los billetes. Ya os digo que no he leído mucho del tema y, simplemente, lo uso para la reflexión que voy a intentar plasmar hoy aquí.

Pues bien, en la actualidad tenemos un modelo en el que, en casi todos los ámbitos (incluyendo el educativo) hay procesos mediados por la tecnología. Y es, aunque algunos hablen de la necesidad de volver a hacer a mano determinadas cosas, una evolución necesaria. Es imprescindible que los procesos más complejos y que necesitan un mayor control se medien por la tecnología. Es necesario que, en lugar de tener cada centro unas notas hechas a mano en una libreta, las calificaciones de ese alumnado puedan exportarse con facilidad, puedan ser usadas para promocionar automáticamente al alumnado y se facilite la comunicación con la administración. La tecnología ha venido para quedarse. Y obviar lo anterior es un error. Otro tema es cómo debe gestionarse y diseñarse los procesos que van a mediarse con la misma.

¿Es positivo el uso de la tecnología en el ámbito educativo? Sí para los procesos de gestión. Para eso es imprescindible. Y lo es porque realizar gestiones con un gran número de datos, que deben cruzarse y ser trabajados de una determinada manera, siguiendo unas instrucciones y siendo ejecutadas por unos algoritmos, es imprescindible. No se pueden hacer los horarios a mano para un centro educativo de sesenta docentes. No se puede realizar un proceso de admisión de millones de alumnos sin recurrir a sistemas informáticos. Es que no se puede. No se puede si se quiere hacer bien y cometiendo los menos errores posibles.

Entonces, ¿debemos confiar ciegamente en la tecnología? No. Lo importante es tener los técnicos necesarios que sepan gestionar esos sistemas informáticos. Lo razonable es tener las mejores herramientas y las más adecuadas para realizar determinados procedimientos y con curvas de aprendizaje lo más sencillas posibles. Lo más relevante es saber qué se le pide a una aplicación informática y tener claro qué toma de requisitos va a hacer que esa aplicación pueda solucionar o facilitar la vida a sus usuarios.

La parte informática es una de las más críticas para todos los procesos. Sí, también para los educativos. Y, en estos últimos, es imprescindible, aparte de tener la mejor tecnología disponible, disponer de los mejores técnicos gestionándola y ofrecer al usuario final, con pocos conocimientos, las mayores facilidades en su uso. Y, por favor, no hacer más complicado algo con tecnología que sin ella. Algo que, por desgracia, sucede en demasiadas ocasiones cuando se usa en la parte más pedagógica del asunto.

Nada. Unas reflexiones rápidas con las que, como digo siempre, podéis estar de acuerdo o no. Eso sí, antes de criticarlas, pensad en si alguno de esos procesos macro que conocéis podrían hacerse sin tecnología. No estoy hablando solo en educación.

Dedico el artículo de hoy a todos esos excelentes profesionales que intentan, a pesar de todo y de las situaciones sobrevenidas, hacerlo lo mejor posible para solucionar todos los problemas tecnológicos que se presentan en todos los ámbitos. Las cosas no son tan fáciles como algunos se piensan desde fuera. Eso sí, entiendo que sea lógico cuando a alguien le afecte personalmente alguno de esos fallos tecnológicos se quiera ciscar en todo el mundo. Es una reacción totalmente natural.


Descubre más desde XarxaTIC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.