En una sociedad donde lo analógico se ha mezclado con lo digital, donde priman las tendencias y el trending topic, nos hemos topado con un fenómeno que, aunque parezca sacado de un cuento de Lewis Carroll, refleja más de lo que pensamos acerca de nuestra sociedad. Estoy hablando de los gatos voladores y su relación con la última moda educativa. Algo que, si le mezclamos el concepto de gurú en el contexto de las redes sociales, ya tenemos un nuevo paradigma montado.

Imaginaos un escenario en el que un gato, no cualquier gato, sino uno con una pequeña mochila propulsora que le permite volar, se está paseando por las calles de Teruel alardeando de la nueva moda educativa. Este gato, al que podemos llamar Gurú Gatuno, ha sido creado por parte de la imaginación colectiva de algunos seres con dos patas y poca inteligencia que pululan por las redes sociales. Un gurú cuyos memes, gracias al mucho tiempo de que disponen algunos, ha sido viralizado por X, Instagram y TikTok. Incluso ha llegado a la red viejuna del «feisbuk» en formato meme.

Pero, ¿qué tiene que ver este gato volador con la última moda educativa? Una moda que, según dicen sus defensores y viralizadores, va a revolucionar el sistema educativo aragonés. Una moda, entre rulo y cachirulo, con una imagen de torico desballestado, que busca promover el pensamiento acrítico y la educación empanadilladora. Iba a escribir empoderadora, pero no he tenido ganas de ponerme a buscar en la RAE las diferencias.

Pues aquí entra lo irónico del asunto. Donde todos, gracias a las redes sociales y a las ganas de dejar la mente en blanco pasando con nuestro dedo una chorrada tras otra, podemos ser potenciales gurús de algo, el gato volador se convierte en un símbolo de la superficialidad y el señalar con el dedo.

El Gurú Gatuno, con su mirada de superioridad, mezclando miopía y presbicia, mientras vuela por las cabezas de los mortales yendo a zonas menos formadas, después de descubrir que en Teruel nadie le hacía ni puñetero caso, critica y señala a diestro y siniestro. ¡Mira a ese que no entiende la nueva moda educativa! ¡Un rojipardo a la derecha! ¡Un adicto al boli rojo a la izquierda!

Pero, ¡oh!, la hipocresía. El mismo Gurú Gatuno, cuando es criticado por sus conocimientos limitados acerca de temas educativos, se acaba victimizando. ¿No ven la belleza de la nueva moda educativa? ¿En serio no la ven? ¡Sois vosotros los que no entendéis las bondades y, por eso, os estáis riendo o criticándome!

En lo anterior radica la moraleja. En el mundo de las redes sociales, todos somos gurús de nuestro pequeño rincón digital. Criticamos, señalamos y, cuando la flecha se dirige hacia nosotros, nos convertimos en víctimas del acoso digital.

La sociedad anhela reformas educativas pero, en la práctica, en el anonimato de internet o con tropecientos kilómetros entre el que señala y el señalado, se olvidan los principios de empatía y de respeto. Ya no digamos el poner al mismo nivel a un experto con alguien que sabe del asunto lo justo.

La hipocresía de volar por encima de los demás, criticando sin mirarse en el espejo, no solo es cómica, es trágicamente humana.

Así que, la próxima vez que veas a un gato volador en tu timeline, pregúntate, ¿estoy viendo a un Gurú Gatuno? ¿O estoy verdaderamente volando hacia un entendimiento más profundo y empático del mundo que me rodea? Pero, la gran pregunta es, ¿seré yo el Gurú Gatuno?

Os pido disculpas por mis últimos artículos. Qué demonios. Esto es mi bitácora personal y, debo reconocer que mi intelecto no llega a más. No llego ni a nivel de Gurú Gatuno.


Descubre más desde XarxaTIC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.