No hay nada que me preocupe más que el uso de determinadas viñetas o frases para afirmar ciertas cosas en educación. Menos aún, que esa manipulación avale determinados discursos que distan mucho de parecerse a la realidad de nuestras aulas.
Uno de los ejemplos más claros, ampliamente difundido y distribuido por las redes sociales, es el siguiente:
Una viñeta en la que se insinúa que el sistema educativo y, especialmente su sistema de evaluación, se basa en una única prueba en la que, curiosamente, se penaliza a determinado alumnado por no reunir determinadas características previas. Además se intuye la crítica al colectivo docente por ser incapaces de realizar una evaluación justa entre su alumnado porque, según la viñeta de marras, no se tiene en cuenta nada más que el «árbol» y las «capacidades innatas de quién tiene que subirlo».
Pues va a ser que no. Evaluar a un alumno jamás es verlo subir exclusivamente a un árbol. En el caso de la escuela y del sistema educativo, lo que se hace es subir al árbol, nadar, arrastrar árboles, moverse entre los icebergs, aguantar una pelota con la nariz, ayudar a un pastor con su rebaño, etc. Sí, mal les pese a algunos, la evaluación jamás consiste en subir a un árbol. Ni en establecer límites insalvables para nadie. Es otra cosa. La escuela y la evaluación de los aprendizajes no es una sola cosa ni consiste en una sola prueba. Y fracasar en una prueba no es fracasar en el aprendizaje. Ni tampoco, tardar más o no acabar subiendo al árbol, permite inferir que el sistema sea un fracaso o que el alumnado no pueda tener estrategias variopintas para conseguir subirlo con ayuda del docente.
Otra cuestión sería la extrapolación de la viñeta a nivel profesional. Claro que necesitamos al médico para que nos opere de una hernia, al responsable de una empresa con más habilidades y capacidades para gestionar la producción de la misma, al más hábil y competente a nivel de llevar las cuentas para llevar la contabilidad, a… pero estamos hablando de la escuela y del aprendizaje. Algo que a algunos parece que se les olvide. Especialmente a los que, curiosamente, difunden esta viñeta sin cuestionarse nada.
En el sistema educativo no existe la prueba de «subir a un árbol». Existen otras cosas. Y otros problemas, quizás menos «viñeteables» o resumibles en una frase «guay» pero que son bastante más serios. Eso sí, siempre es bueno, con las ganas que tienen algunos de vender ciertas cosas y otros de comprarlas, tener una viñeta para no obligarse a ir más allá o reflexionar de forma seria acerca de la educación.
Y como bonus track os pongo la siguiente viñeta, también muy difundida por las redes sociales aunque, en este caso el fraude de la misma canta a solo que alguien sea docente o, simplemente, haya sido alumno.
Sí, a mí también me timaron durante un tiempo con estas viñetas. Lo reconozco.
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Sr. Martí: Una viñeta es una metáfora. Por favbor, no la interprete de forma literal. !ayudemos a pensar! Gracias por su aportación. Saludos