Sigo con el análisis que empecé ayer (volumen I) de esos personajes que, unidos en un colectivo, se siguen dedicando, desde sus cuentas personales en las redes sociales (las A y las B), a seguir insultando al personal que no comulga con ellos. Resulta curioso que, intentando contraponer argumentaciones o intentar debate con sus propuestas, se nieguen a resolver las dudas que les plantean o, simplemente, usen toda su artillería pesada para hacer lo de siempre: negarse a argumentar, faltar al respeto a quienes no piensen como ellos y, como es habitual, plantear una guerra de trincheras interesada por su parte.

Pero bueno, como no todos somos iguales. Aquí viene el segundo volumen en el que voy a intentar seguir analizando sus propuestas educativas del documento (aquí) que colgaron. Jordi, Manuel, David, Toni, Pedro, Albano, Olga y compañía, sé que a vosotros no os interesa nada más que remozaros en vuestra propia ideología, mantener vuestro statu quo y determinadas prebendas, y machacar a quienes no piensan como vosotros pero, sabed que, por suerte, algunos enfocamos nuestra vida a intentar llegar a acuerdos. Yo sí veo alguna cosa interesante en vuestras propuestas. En otras, como he dicho en múltiples ocasiones, siempre me vais a tener delante.

Vamos a ello…

Nadie puede estar en contra de una mayor implicación de los docentes de etapas obligatorias en la formación inicial de los que van a entrar en el sistema. A lo mejor sí que podríamos plantear que la formación inicial sea competencia mixta entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Universidades. Y entonces podríamos hablar de equipos de trabajo. En caso de las Facultades de Medicina es habitual que sean médicos en activo los que dan clase. Incluso la mayoría de los titulares (que no asociados) en esas Facultades han ejercido la medicina. Entonces, ¿por qué no hacemos lo mismo para entrar en las Facultades de Educación? ¿Por qué no impedimos que puedan acceder a la docencia universitaria personas que jamás han pisado un aula para las que van a formar a sus docentes? Y sí, sé que no todo el profesorado de esas Facultades debe tener experiencia previa, pero que sean minoría los que la tengan es algo preocupante. Estoy hablando de los Profesores Ayudantes, Contratados, Titulares y Catedráticos. No solo de los asociados.

Acabáramos. Las propuestas de los DIME van encaminadas a ampliar las Facultades de Educación para poder colocar a sus amigos y a imponer determinados modelos pedagógicos, restando la posibilidad de que sea el docente de etapas obligatorias el que se adapte a su alumnado. No solo piden ampliar sus Facultades. Piden que la formación inicial de TODOS los docentes de Infantil, Primaria y Secundaria, pase por sus manos y ellos tengan horas para dar en itinerarios. No olvidemos que su propuesta clave, defendida por activa y por pasiva, pasa por un cuerpo único de docentes que permita a un egresado de determinadas Facultades, gestionadas por pedagogos y otro tipo de estudios sin conocimiento directo de aula de determinadas etapas, poder dar clase de todo desde Infantil hasta la ESO. Esto asociado a su propuesta de escolarización obligatoria hasta los 18, ya sabemos, a poco que tengamos algo arriba, qué implica.

Creo que desconocen lo que se da en el máster de Secundaria. Supongo que saben que cada una de las especialidades del máster tiene una parte de didáctica específica. Nada, se les habrá pasado. Por cierto, con esto no estoy defendiendo el máster que, por desgracia, se trata solo de un impuesto revolucionario para el que quiera ejercer de profesor de Secundaria. Un tema curioso es que no propongan que el máster sea gratuito. Y sí, toda la razón en aumentar el período de prácticas en los centros educativos, con maestros y profesorado de Secundaria, con experiencia y expertos en su profesión.

La propuesta de tener al alumnado un período de prácticas anuales, sin remunerar, en unos centros de especial dificultad (que ellos renombran centros de educación social), para facilitar que conozcan la cotidianidad del sistema educativo es surrealista. Ahora resulta que solo hay centros de especial dificultad. No, hay centros educativos de todo tipo y lo que debemos hacer es intentar que estos centros no existan, incorporando medidas educativas para ello. El sistema educativo no es solo el centro que dirige con mano de hierro uno de los del colectivo. El sistema educativo es más heterogéneo. Por cierto, ahora lanzo la pregunta, ¿cómo van a medir la vocación? Siempre he tenido curiosidad por saber qué instrumento se usa para medir la vocación. Creo que lo que toca es tener mejores condiciones laborales para captar a los mejores profesionales. Pero bueno, hay tanto discurso en echar fuera de la educación a los no vocacionales que a lo mejor estoy equivocado.

Los Institutos-Escuela, que han funcionado más bien regulín según los resultados de las pruebas de competencias básicas en Cataluña, es un modelo que solo beneficia a los que quieren dejar de tener especialistas en las aulas. Deberían leer un poco más acerca del modelo por el que abogaba la Institución Libre de Enseñanza y lo que defendían sus maestros. También les recomendaría leer a Ferrer i Guàrdia. Eso sí, siempre he estado de acuerdo con una mayor coordinación entre Primaria y Secundaria. Y entre la Secundaria obligatoria y postobligatoria. Y no, el trabajo del alumnado no es dar clase al alumnado más pequeño. Ese es el trabajo de los docentes.

¿Se debe abandonar el formato de cursos? Entonces, ¿qué alternativa ofrecemos? ¿Formación entre iguales? El problema es de la formación entre iguales es que, como mínimo, alguien tiene que saber más que los demás para enseñar. En ningún momento veo que se habla de formación especializada en ámbitos de conocimiento. Y eso es algo que me preocupa.

Estabilizar las plantillas pasa por sacar todas las plazas a concurso de traslados y convocar oposiciones para dejar el número de interinos como algo residual. Es algo necesario porque yo también creo que las plantillas estables son necesarias y mejoran la calidad educativa de los centros educativos. Otra cuestión es plantear, como les he oído en alguna ocasión, que sean los directores los que elijan a sus docentes para mantener la estabilidad. Eso es una barbaridad. Y presta a muchas disfunciones dentro del propio sistema, restando democracia a los centros educativos.

Los experimentos en educación con gaseosa. Salvo, claro está, que se hagan bien diseñados, se evalúe sus resultados y se haga en grupos experimentales muy controlados. Por cierto, ¿lo de la supervisión de profesores universitarios es para decirnos qué debemos hacer en esos centros educativos que no pisan? Algo que nada tiene que ver con la transferencia necesaria de la investigación educativa a las aulas. Algo imprescindible. Al igual que lo es luchar contra las pseudociencias.

Ni una coma en desacuerdo. Reducción de burocracia y más tiempo para dedicarlo a hablar de lo verdaderamente importante: el alumnado. Pero tengo una duda, ¿a qué se referirán con la entrada de nuevos perfiles profesionales?

Más créditos a dar por parte de la Universidad. Resulta curioso que sea la Universidad la que quiere decir quién va a ser o no funcionario. Especialmente cuando sus procesos de acceso son, según informes, ampliamente endogámicos. Ojo, que a diferencia de algunos profesores de determinadas Facultades de Educación, no estoy diciendo como ellos que los que hemos aprobado oposiciones somos malos profesionales. Estoy diciendo que el modelo universitario de acceso laboral es muy mejorable. No sería más lógico que primero arreglaran lo suyo antes de (des)arreglar lo de etapas que desconocen más allá del constructo teórico. Repito, es necesario que exista quiénes investiguen en educación. Y, como he dicho antes, debería haber una mayor transferencia de esa investigación a las aulas.

Me parece bien lo de los supuestos de aula, pero me preocupa el tema de contar para la evaluación un sistema tan subjetivo como el de observación del alumnado de prácticas mientras se está haciendo el máster.

Un detalle que me parece curioso, ¿no hay nada que mejorar en la formación inicial de los maestros? Porque he visto que todo se refiere al profesorado de Secundaria. Además, con un claro interés, por desgradar la especialidad en el colectivo.

Jamás ningún trabajador puede estar en contra de mejoras laborales (a nivel de horario) ni tampoco que mejoren las condiciones laborales de los compañeros de Infantil y Primaria.

Unas propuestas en las que enseñan la patita a base de bien. Es que, al final, por mucho que quieran esconder sus objetivos tras alguna propuesta «de esas a las que no puedes negarte jamás», el resto tienen, tal como he comentado en este post, unas intenciones muy claras.

Continuará…

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