En el día de ayer, buceando -o más bien, desde el nuevo algoritmo que han implementado, naufragando- en Twitter, me di de bruces con el siguiente tuit.
Un tuit en el que Javier hablaba acerca de cómo sería, para él, el mejor modelo de digitalización. Y eso me lleva a pensar, especialmente en la parte del tuit en la que habla de «entornos cada vez más fáciles de usar sin formación», en el diseño UX que se realiza habitualmente antes de sacar determinados productos. Un concepto que, al menos en la actualidad, está bastante más extendido a diferentes ámbitos que su concepción inicial.
¿Qué es el UX o la User Experience (experiencia de usuario)?
Pues consiste en las interacciones que tienen las personas usuarias con cada uno de los productos, físicos o digitales que se les presentan. Por ejemplo, hablando de una herramienta muy conocida y usada en el ámbito educativo: ¿qué interacción tienen los docentes y el alumnado con Kahoot o con Genially? Y sí, hay personas dedicadas al diseño previo y a los retoques posteriores en función de cómo estén usando esos productos y/o servicios.
¿Existe UX en el ámbito educativo? ¿Hay algún tipo de diseño previo antes de soltar una ley educativa, una metodología o, simplemente, un determinado modelo de gestión administrativa (léase burocracia) en los centros educativos y, especialmente en las aulas?
Pues no. No hay diseño previo. No hay nadie que se dedique a diseñar la mejor manera de introducir, antes de hacerlo en la realidad, una determinada estrategia educativa. Cuando publican una ley que va a afectar a la educación en su conjunto nadie hace un diseño previo de usabilidad. De ver cómo la misma puede actuar sobre el aula sin ejercer tensiones innecesarias en su concepción o aplicación. Es que, vamos a ser sinceros, el UX desaparece en el momento en el que estamos hablando de educación en mayúsculas y nos alejamos de herramientas tecnológicas. A ver, ¿por qué triunfa TikTok (no solo) entre los chavales? Pues porque tiene una experiencia de usuario brutal. Y eso es algo que no deberíamos obviar antes de tomar decisiones a nivel educativo.
Apostar por saber cómo va a reaccionar la comunidad educativa previamente a aprobar algo o, en caso de la práctica docente, cómo van a recibir los docentes determinadas cosas y, especialmente, cómo van a ser usadas ciertas estrategias en el aula, es clave para la mejora educativa. Para ello tienes que tener gente que sepa qué pasa en el aula, gente que sepa de diseño (sí, es importante el diseño pedagógico) y ser capaz de tener un espacio para probar in situ cada uno de los «productos» (leyes, metodologías, etc.) en aulas reales de forma muy controlada y con el menor perjuicio posible al alumnado y al profesorado. Para eso el diseño previo tiene que estar muy pulido. Y haberse hecho profesionalmente.
El diseño UX es uno de los grandes olvidados de la educación. Y uno de los motivos es porque, por desgracia, en educación sigue teniendo más importancia la improvisación y las ocurrencias, con tiempos muy rápidos porque se ciñen a mandatos políticos e ideológicos, que un correcto diseño de todo el sistema educativo. Una pena.
No sé si he sido muy coherente en el post de hoy pero, después de zamparme arroz con cosas ayer, haber tenido una noche de mala digestión y ser un jueves lluvioso no doy más de mí. Va, que ya queda nada para el finde.
Como estoy haciendo en los últimos artículos, os recomiendo mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel) o en ese pop-up tan molesto que os sale. Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos sobre educación este curso. 😉
Descubre más desde XarxaTIC
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Buenas tardes, Jordi: En tu(s) texto(s) das tan en el clavo, en tantos sentidos y a tantos niveles, que me cuesta expresar la admiración que me ha suscitado leerte. En un TFM en la Universidad de Barcelona, hace ya siete años, defendí la necesidad de aplicar los principios del UX a los procesos de un centro educativo, pero nunca llegué a ver el verdadero potencial y alcance de ese planteamiento hasta leer tu propuesta aquí, especialmente en lo que respecta a las leyes educativas. Ojalá se te escuchara y leyera más. Gracias por seguir escribiendo. Tu voz es muy valiosa para muchos.
Un abrazo, compañero.
Muchas gracias por tus palabras. Uno de vuelta.