Quinto y sexto de ESO

Con la LOMLOE se añade a la etapa de escolarización obligatoria los cursos de quinto y sexto de ESO. Dos cursos que, tal y como se indica en el borrador de las asignaturas de Bachillerato, van a estar camuflados bajo el epígrafe “Bachillerato General”, como se ve en la siguiente propuesta.

Este Bachillerato General es, para todos aquellos que sepan algo del sistema educativo y de su funcionamiento interno, una manera de conseguir, de forma muy económica, seguir teniendo a alumnado en aulas masificadas en las que se deben invertir poquísimos recursos. Recordemos que Bachillerato en muchos centros está con cerca de cuarenta alumnos y es muy atractivo, a ese coste por alumno, poder tener a chavales sin muchos aprendizajes previos que hagan un Bachillerato generalista, facilón y que permite ser configurado con asignaturas para pasar el rato.

A ver, que si uno piensa un poco sabe a qué obedece este quinto y sexto de ESO encubierto. No, no obedece a seguir formando al alumnado para que el que tenga un poco más de dificultades consiga tener el título de Bachillerato. No obedece tampoco a facilitarles el acceso a determinadas carreras (por cierto, van a estar muy limitadas porque, salvo que hagan algún apaño en el Selectivo, las ponderaciones son las que son y los accesos también). Obedece a no querer destinar dinero a aumentar ciclos de FP en la pública. Sí, el objetivo del gobierno, porque no quiere invertir en talleres, equipamiento y recursos que necesita el alumnado de FP (especialmente el de grado medio que es donde hubieran ido), opta por engañar a determinadas familias ofreciéndoles un Bachillerato barato para sus hijos e hijas. Chavales que jamás hubieran optado por continuar en Bachillerato se les vende que pueden hacer algo muy facilito que les permitirá titular. Y así, como mínimo alargan los estudios de algunos y se ahorran un pastizal de inversión en FP.

Va, que lo de la Ley de Formación Profesional es solo papel con nula inversión. Va, que solo ha servido para que un fondo de inversión compre por 200 millones de euros la academia que ofrecía FP reglada (MEDAC) del actual Consejero de Educación andaluz. Va, que las presiones y los pagos que se están haciendo a muchas empresas privadas para homologar sus títulos de FP es de escándalo. Y, como sucede siempre, lo importante es ahorrar en una FP pública de calidad. Antes casi nadie iba a estudiar FP a un centro privado salvo que no tuviera plaza. Ahora lo que se consigue es, mientras se sigue financiando y ampliando la red de centros privados que ofrecen FP, mantener contentos a determinados padres porque sus hijos tienen un quinto y sexto de ESO disponible. Además van a salir con un título de Bachillerato. Negocio redondo para unos y estrategia de marketing perfecta para el Gobierno.

Tan solo hace falta querer ver las cosas. Es que algunas cosas son tan transparentes que, salvo que uno esté muy ciego o completamente desinformado, es imposible no verlas.