Mi ristra de preguntas a los antievidenciólogos educativos

A estas alturas de la tarde, después de haber revisado varios temas pendientes y antes de ponerme ese bañador que, tanto por su color como por su ajuste a mi cuerpo, realza mi figura, tengo ganas de hacer algunas preguntas a esos que en los últimos días están, de forma muy cansina, intentando cuestionar el uso de evidencias en el ámbito educativo. Es que, como dije hace poco en este blog, me preocupa esa campaña, procedente de algunos, para intentar minusvalorar o reducir a la nada cualquier tipo de evidencia en educación. Y más que preocuparme, también me sorprende que algunos que las critican vivan, supuestamente, de realizar investigaciones sobre el tema en sus ámbitos laborales.

Así que, si me permitís (o incluso que no lo hagáis) voy a haceros unas preguntas muy sencillas a aquellos que solo veis pegas al uso de las evidencias en el ámbito educativo. Bueno, más bien solo le veis pegas a determinadas evidencias que no os gustan o que, simplemente, no las defienden vuestros gurús o, en caso de ser uno de estos gurús, las que defendéis desde vuestras torres de marfil antievidenciólogas.

La primera pregunta que me gustaría haceros es por qué ponéis tantas pegas al uso de evidencias en educación. ¿Por qué estáis tan en contra de la recopilación de datos? ¿Por qué preferís negar la ciencia y la evidencia frente a aprovechar lo que podemos extraer de ambas cosas? Es que, sinceramente, no lo entiendo.

Tampoco entiendo que siempre os pongáis a decir que no respetáis las evidencias en educación porque las evidencias son una cosa que no es progresista o, simplemente, no es de izquierdas. Estoy un poco cansado de leer en algunos de vuestras publicaciones en las redes sociales que las evidencias es cosa de fachas. Aprovechando, ¿me podéis decir qué es un facha? ¿El que prefiere que haya investigadores que analicen y establezcan relaciones de causa-efecto? ¿El que considera que un avance en educación solo puede darse cuando se está bien informado, existen evidencias suficientes y, gracias a las mismas, puede enfocarse un nuevo modelo educativo?

Un detalle. Uno de los aspectos que siempre aparece en vuestros discursos es que no podemos usar la ciencia para obtener evidencias en un ámbito social. Entonces, ¿toda la teoría de la evolución, con evidencias y bien documentada, es falsa? ¿El fenómeno migratorio y las razones a las que obedece no puede ser relacionado? ¿El comportamiento no puede ser influido por determinados estímulos? ¿La relación del uso de determinados dispositivos móviles no afecta a las personas? ¿El carácter no puede estar marcado por determinadas situaciones? Entonces, si lo anterior no puede darse, ¿por qué relacionáis la situación de partida de un alumno con sus posibilidades futuras? ¿Por qué para unas cosas sí que sirven las evidencias y se establecen relaciones de causalidad y para otras no? ¿Solo las vais a establecer cuando os interese los resultados de esa relación? O, siendo malpensado, ¿no será que tenéis la causalidad previamente a cualquier tipo de hipótesis que vais a plantear? Sabed que esto es de mal investigador. O, simplemente, de persona que desconozca el funcionamiento de lo que es una investigación.

Finalmente deciros que espero que me respondáis a mis preguntas. O más bien, me conformaría con que me respondierais a una sola. Y la pregunta sería la siguiente… ¿por qué es mejor tomar decisiones educativas sin basarse en las evidencias que hacerlo basándose en ellas? Solo os pido esta respuesta porque, por lo que llevo leyendo estos días, con un montón de hilos, casi todos en el mismo sentido, la mayoría solo estáis planteando la nada frente a las evidencias y los datos. Y la nada ya sabemos a lo que lleva. A la desaparición del todo porque, por desgracia, en este caso no hay Atreyu que lo solucione.