En la última década hemos pasado de disfrutar de cientos de blogs educativos, especialmente aquellos en los que se reflexionaba en voz alta, más allá de todos aquellos que publicaban en abierto sus materiales, a poderlos contar con la mano. Los de reflexión educativa se han prácticamente extinguido y los que siguen funcionando hacen sus posts tan espaciados que, por desgracia, quitan la continuidad al asunto (tanto para el autor que los escribe, como para los que pasan a leerlo). Y ya no entro en aquellos que se pasan el día tuiteando cosas que escribieron hace años (e incluso las automatizan), para mantenerse en la onda tuitera, porque han dejado de escribir.
Hay decenas (cientos) de miles de docentes con cuentas en las redes sociales, con sus cuitas en las redes sociales que, por desgracia, aparte de no poder matizar sus opiniones, las mismas son tan efímeras que pierden todo su sentido. Buscar una publicación antigua en Twitter, Facebook o Instagram es algo imposible. Por cierto, cuando hablo de blog, también me estoy refiriendo a canales de YouTube en los que se realicen reflexiones (o videoblogs). Quién dice YouTube dice cualquier otro servicio que oferte este tipo de servicios.
Es mucho mejor poder gestionar de forma autónoma lo que uno dice que depender de terceros para hacerlo. Seguir tus propias reglas. Publicar sin el ansia que les genera a algunos tener más o menos seguidores en las redes sociales, mezclando tuits «para los suyos» con alguno que saben o suponen que «van a ser trending topic» es mucho más interesante. En Twitter, por ejemplo, cada vez son más los docentes que publican para el aplauso fácil. Solo hace falta ver la cantidad de menciones que hacen de cada uno de sus tuits. Algunos escriben un tuit y añaden en el hilo seis tuits para mencionar a todo quisqui para que les reutitee y llegue a más gente. Y eso genera ansiedad. Genera una manera de escribir poco sosegada ni reflexiva. Genera la típica conversación de bar. Ojo, no estoy renegando de las redes sociales. Estoy diciendo que son algo totalmente complementario con tener un blog.
Llevo escribiendo en este blog desde 2009. He tenido algunos otros blogs anteriormente. Y es el mejor regalo que me hice en su momento. Ya no es solo por el hecho de escribir y poder reflexionar en un espacio donde solo necesito una conexión a internet para hacerlo. Es, simplemente, porque me permite reflexionar y volver a replantearme muchas cosas. Mucho más que enfrentamientos absurdos en las redes sociales con algunas personas con las que jamás me sentaría a dialogar. La soberbia está extendida por la red del pajarito. El inmovilismo, también. Y, curiosamente, da la sensación que Twitter se haya convertido más en una agencia de colocación (para que te llamen a dar cursos o puedas cobrar haciendo determinadas cosas) que en un lugar para el debate. Aún así, sigue siendo un lugar fantástico para estar. Que recomiende a los docentes que se hagan un blog no implica que no les recomiende, al mismo tiempo, que se hagan una cuenta en alguna red social. No son excluyentes.
Al igual que es necesario que un centro educativo tenga una web, sencilla, con información y de fácil acceso para todos los usuarios, veo imprescindible que un docente reflexione acerca de su profesión. O que, simplemente, escriba. Leer y escribir, en el formato que sea, nunca debería estar al margen de una profesión en la que debemos saber leer y escribir. Además es lo que estamos transmitiendo a los chavales. No creo en lo ejemplarizante pero sí en el ejemplo. Sé que me explico bastante mal, pero en mi cabeza tengo claro lo que quería decir.
Siempre he dicho que en verano, teniendo tiempo, es un buen momento para hacerse un blog. Es bueno plantearse escribir más allá de lo que uno pueda sacar de ello. Incluso que algunos queráis sacar tajada, haceos un blog. Eso sí, tener un blog también tiene sus contraindicaciones. No puedes esconder, especialmente después de un tiempo, cómo piensas y cómo eres. En mi caso nunca lo he escondido. Además, como siempre digo, si uno debe esconder o se avergüenza de cómo es, pues a lo mejor es que debe cambiar. Pero qué sabré yo.
Si alguien se anima a crearse un blog (incluso que sea para subir los materiales de clase o hablar de su afición extraprofesional) os puedo echar una mano. Es de las pocas cosas de las que sé algo a nivel técnico. Es que soy muy dado a trastear con la tecnología. Supongo que lo llevo en alguna cadena de ADN. Eso y mi incapacidad de fingir ser algo que no soy.
Con ganas de leer nuevos blogs educativos. Con ganas de leer reflexiones más allá de un tuit. Con ganas de saber más de todos aquellos docentes que no escriben libros, ni conceden entrevistas, ni escriben solo para la galería. Tengo ganas de leerte a ti porque sé que tienes muchas cosas que contar.
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Totalmente de acuerdo!! No tengo blog pero me encanta leer, sigo desde hace tiempo blog como el tuyo y otros muchos y tienes toda la razón. Hace tiempo que ya no leo, de todas las subscripciones creo que me he quedado con dos o tres, uno el tuyo, me encanta la crítica que haces y aunque al principio no estaba muy de acuerdo me hacías pensar… Últimamente coincido más contigo. 😉 Luego hay otros blog que eran también muy buenos que como bien dices o hacen cursos o dan charlas y conferencias!! Y no todo el mundo vale, pero las redes lanzan a muchos al estrellato y dejan de escribir para pasar a otro nivel de una forma rápida y sin una autoevaluación, «me siguen, me quieren soy bueno» subidón de autoestima y hay muchos que pierden hasta en calidad pero… Estamos en la sociedad de la inmediatez, de la poca calidad, poco espíritu crítico… Nos estamos convirtiendo en seguidores de Vicente (por aquello de¿dónde va la gente? Donde va Vicente. En fin, una pena!!
Gracias por seguir escribiendo
Piensa que no es bueno coincidir conmigo. 😉 . Más allá de lo anterior, como bien dices, el problema es que hay muchos que han montado un blog por el simple hecho de medrar y, una vez lo han hecho, han dejado de escribir. Pero más que lo anterior es que no se ve el relevo y, sinceramente, se echa de menos una potente blogosfera educativa como la de antaño. Debe ser que me hago mayor. Gracias a ti.
Gracias por este artículo, muy meritorio.
Por suerte quedan unos cuantos blogs en activo…
https://psicometria-vallecana.neocities.org/blogs.html
(más todos aquellos que no están en esta lista).
Menos de los que parece en el listado que has enlazado. Hay muchos cuya frecuencia de publicaciones en 2021 es cero. Demasiados están en standby permanente. En orientación había una blogosfera muy interesante no hace tantos años. Quizás fue de la última en caer pero, como todo se pega (especialmente lo malo), ahora tampoco está para tirar cohetes y quedan rara avis actualizándose. Un saludo y muchas gracias por la recopilación.
Estimado (y muy leído) Jordi: leo con mucho agrado tu post pues reconozco en él muchas palabras y frases que yo mismo he podido compartir en mi blog educativo (www.juanantonioperezbello.com).
Lo tengo abierto desde 2009 y es mi verdadero cuaderno de bitácora desde entonces. Forma parte de ese reducido grupo que tú mismo denominas «de reflexión educativa», si bien también tiene tres secciones muy importantes en mi vida profesional: el uso del vídeo en la escuela, bilingüismo y educación emprendedora.
Te invito a conocerlo al tiempo que agradezco tu reflexión por sintonía, y como muestra de lo que creo, comparto este artículo que escribí en junio de 2018.
https://juanantonioperezbello.com/la-escuela-debe-comunicar/
Et salude amb afecte i ja saps on tens un company de viatge
Tener un cuaderno de bitácora, como bien sabes por experiencia, es fantástico. Como bien dices, por desgracia, es cada vez más reducido el número de docentes que tienen o mantienen el suyo. Lo voy a leer a lo largo de este tiempo (en el que, por suerte, con trece meses de vacaciones, los docentes tenemos un poco más de tiempo). Felicidades por el tuyo.
Salutacions de tornada. Els companys de viatge sempre s’agraexien.