Hace un par de días se publicó el estudio TIMSS, que es una evaluación internacional de matemáticas y ciencias dirigida al alumnado de cuarto de Educación Primaria y segundo de la ESO (en España) que se realiza de forma periódica cada cuatro años.
Y, de nuevo, volvemos a bajar (otra vez más, y ya van…) en los resultados obtenidos según el informe global (enlace). Pongo el enlace a la página oficial y no al resumen español porque siempre prefiero acudir a las fuentes originales ya que, en ocasiones, hay determinadas «disfunciones», interesadas o no, cuando se trasladan ciertos datos.
El problema es que esta vez ya no se han podido manipular datos. Ya no se ha podido, por mucho que algunos sigan intentándolo, decir que vamos bien, que estamos en la Champions de la educación o, simplemente, que la culpa es del chachachá. E insisto, a pesar de ello, sigo leyendo a personas relacionadas con la educación que siguen diciendo que no pasa nada y que vamos como un cohete.
Voy a quedarme incluso con el resumen, sujeto a sesgos que voy a comentar, que publica el Ministerio de Educación, FP y Deportes. Un resumen en el que introducen la siguiente gráfica.
Añaden a la siguiente gráfica lo siguiente:
- El rendimiento medio de España en matemáticas es de 498 puntos, significativamente por debajo del Promedio OCDE (525 puntos) y el Total UE (514 puntos). No obstante, la distribución de las puntuaciones en España es relativamente más homogénea que en el resto de países seleccionados.
- El rendimiento medio de España en ciencias es de 504 puntos, estadísticamente inferior al Promedio OCDE (526 puntos) y al Total UE (513 puntos). Al igual que en matemáticas, España presenta una de las diferencias más pequeñas entre el alumnado con mejores y peores puntuaciones entre los países seleccionados.
- En cuanto a la distribución del alumnado español por niveles de rendimiento, tanto en matemáticas como en ciencias, España presenta una alta proporción de estudiantes en los niveles bajos de rendimiento (37,8 % en matemáticas y 33,1 % en ciencias) y un porcentaje pequeño de estudiantes con rendimiento avanzado (4,2 % en matemáticas y 3,9 % en ciencias).
- España obtiene una puntuación promedio en la escala de conocimiento medioambiental de 510 puntos, similar a la de países como Alemania o República Eslovaca. Este dato está solo ligeramente por debajo del Total UE, pero es significativamente inferior al Promedio OCDE.
- En cuanto a la evolución de los resultados, el promedio español en matemáticas ha descendido ligeramente desde 2015, con valores actuales por encima de los de 2011. En ciencias el descenso es más acusado desde 2015, y se ha retrocedido a valores de 2011.
- En todos los sistemas educativos seleccionados los chicos obtienen mejor rendimiento que las chicas en matemáticas. En España la diferencia es de 18 puntos, igual que para el Total UE. En ciencias las diferencias de género a favor de los chicos se suavizan y, en España, la diferencia no es significativa (2 puntos) y está por debajo de los promedios internacionales.
- Teniendo en cuenta la condición de inmigración, en la mayoría de los sistemas educativos de la UE el alumnado nativo obtiene puntuaciones superiores al inmigrante en las materias estudiadas. En España, las ventajas para los estudiantes nativos son de 22 puntos en matemáticas y 21 en ciencias.
- La confianza del alumnado español en matemáticas y ciencias es menor que en el Promedio OCDE y en el Total UE. Cuanto mayor es la autopercepción sobre la competencia matemática y científica, mejor es el rendimiento en esas materias, con ganancias de puntuación en España (36 puntos en matemáticas y 21 en ciencias) similares a los parámetros internacionales.
- El nivel de confianza del alumnado español en el uso de la tecnología es muy similar al Promedio OCDE y superior al Total UE. Esto se encuentra positivamente asociado a los resultados en matemáticas y ciencias, con incrementos para España (10 puntos en matemáticas y ciencias) similares a los de los parámetros internacionales.
- España es el cuarto país mejor entre los seleccionados en disciplina escolar. Por tanto, los centros educativos españoles se encuentran entre los más seguros y ordenados para la convivencia a nivel internacional. Cuanto mejor es el clima escolar, el alumnado presenta resultados superiores en matemáticas y ciencias.
- España es el quinto país dentro de la UE en el índice de conciencia medioambiental. El alumnado español muestra una alta sensibilización hacia los problemas medioambientales. Existe una relación positiva y significativa entre los componentes cognitivos y actitudinales relacionados con la conservación y el respeto al medioambiente.
Es decir, que si os fijáis, en cada uno de los datos demoledores intentan buscar justificaciones: que si nuestra puntuación es homogénea (todos van de pena, pero como todos van de pena, somos muy equitativos en ello), tenemos la diferencia más pequeña entre resultados entre los mejores y los peores (lo que obvian decir es que los mejores están al nivel de los peores de otros países), se dan golpes en el pecho con el conocimiento medioambiental e insinúan que la culpa de los resultados es que «los alumnos españoles no confían en sus capacidades». Es que es el ABC de la manipulación. Y ya no entro en aquellos que dicen que la culpa no es de la LOGSE ni de la LOE, para centrarse en que la culpa la tuvo la LOMCE (que, por cierto, fue la única ley que no se acabó de desarrollar en su totalidad). No estoy diciendo que la LOMCE fuera una maravilla. La he criticado en numerosas ocasiones. Estoy diciendo que se ha de ser muy cazurro para intentar buscar desde una determinada ideología política argumentos falaces para que cuadren con sus necesidades.
Por cierto, ya que hablamos de leyes, ¿sabéis cuál es una de las Comunidades Autónomas más desastre en los resultados? Cataluña. Una Comunidad con una ley educativa propia, a veces al margen de la normativa estatal, denominada LEC, que ha hecho lo que le ha dado la gana siempre. Eso sí, acompañada por Canarias y Baleares en ese furgón de cola (enlace). Algo que debería llevar a la reflexión acerca de lo que no debería hacerse nunca en educación, tomando como ejemplo las prácticas que se están llevando a cabo en esos territorios y huir completamente de ellas.
Algunos seguro se alegran de estos resultados. A mí no me alegran. A mí me preocupa que se den. Ojalá tuviéramos uno de los mejores sistemas educativos del mundo porque, como siempre he defendido, tengo muy claro que la sociedad puede cambiarse desde una mejor educación. El problema es que, por lo visto, parece ser que en nuestro país sea una quimera.
Triste y decepcionado, de nuevo, por unos resultados que, pudiendo ser todo lo cuestionables que queramos, repiten tendencia desde hace mucho tiempo. Una tendencia que, en algún momento va a dejar de bajar porque estaremos ya en el suelo. Bajar un punto o dos en una evaluación no es lo mismo cuando uno está arriba que cuando uno está abajo.
No hay soluciones fáciles, pero en algún momento deberemos reflexionar, de forma global, acerca de la educación en nuestro país. E intentar, como llevo diciendo desde hace mucho, tomar decisiones técnicas a nivel global porque, al final, son las únicas que, en momentos de crisis (no solo en educación), funcionan. Como dije ayer, respondiendo a alguien en X: currículo y evaluación sistémica, objetiva y tomando decisiones, a veces incómodas, después de la misma.
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No le des más vueltas. Como dijo Beer «The purpose of a system is what it does»
Tengo la manía de seguir dando vueltas a ciertas cosas. 😉