En un mundo donde las noticias cada vez son de más rápido consumo y en el que, por desgracia, no hay tiempo de analizar nada antes de que otra cosa sustituya, en los medios, la anterior, es curioso ver la necesidad de algunos de posicionarse en todo momento acerca de todo. Es increíble la necesidad, tanto de ser experto en política internacional como en reproducción de bivalvos. Pero, ya lo que resulta surrealista es que hay personajes que piden a todo el mundo que se posicione en todo mientras, de forma muy ladina, ellos solo se posicionan cuando les interesa.

Estos días estamos con las Olimpiadas, las elecciones en Venezuela y la independencia fiscal de Cataluña. Lo sé. Hay muchos temas transversales que se añaden a los anteriores aunque, siendo menos mediáticos sí que tienen su espacio, especialmente en esa red de violencia verbal y abocamiento de frustración denominada X. Cuánto daño ha hecho X. Bueno, qué demonios. Como dicen algunos no es la herramienta… es la manera de usarla. Será eso.

A mí jamás se me ocurriría pedirle a nadie que se posicione acerca de nada. Cada uno es libre de decir y opinar lo que le dé la gana. No es necesario que alguien hable de todo para que se satisfaga mis instintos más primarios de vieja del visillo. No es necesario que todo el mundo sea experto en virología, volcanes, genética o, simplemente, pesca de atunes. Es que no hace falta. Además, lamento deciros que, ciertas aportaciones en muchos casos, son solo un arsenal de farfulleos sin ningún tipo de sentido.

Claro que todo el mundo tiene derecho a opinar y meterse en todo. Claro que uno puede decir, con independencia de su formación y conocimiento previo, cualquier burrada acerca de cualquier cosa. A diferencia de otros, no voy a ser yo el que impida que nos podamos reír de ti o, simplemente, que puedas conseguir hacer viral tu publicación. Ni tampoco te voy a forzar a que te posiciones en todo momento acerca de cualquier cosa que a mí me interese que te posiciones.

Resulta curioso ver en las redes la cantidad de personajes que dicen “es que ahora te estás posicionando acerca de eso”, “posiciónate”, “mójate”,… El problema es que los personajes que inciden en esto son, curiosamente, los que jamás se posicionan acerca de lo que no les interesa. Solo lo hacen, de forma sesgada y totalmente retorcida, acerca de lo que les pueda dar “vidilla”.

Siempre he dicho que algo muy importante es el vivir y dejar vivir. El problema es que algunos, al no tener vida, obligan a que los demás compartan sus delirios en las redes sociales. Pero solo sus delirios ya que, como he dicho antes, hay temas en los que ellos no van a posicionarse nunca porque no les interesa en la estrategia de venta, acoso y derribo que se han montado.

No es necesario posicionarse siempre. Ni hacer caso a aquellos personajes que obligan a que te posiciones en todo. Lo importante es, como siempre he dicho, lo que hace uno en su día a día. Y en nuestro día a día, con cosas menos vendibles o posicionables, es donde suceden las cosas importantes.

Estoy de vacaciones y no me sale escribir de educación. Bueno, me podría salir pero, sinceramente, aunque esté haciendo cosas relacionadas con mi trabajo, no me apetece seguir escribiendo de mi profesión. Aunque, como bien podréis intuir, este post también puede aplicarse a determinados personajes del mundillo que todos conocemos. Pero bueno, son solo casualidades faltas de evidencia.


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