Antes del fornicio va el cortejo
Estoy mayor. Reconozco que mi máximo orgasmo lo tengo en el momento en el que, escachuflado en el sofá, puedo hacerme poseedor del tesoro más preciado de mi comedor: el mando de la televisión. Y ya cuando es para ponerme el canal que me apetezca o la serie de esa plataforma de pago que tengo,…