La verdad es que hacía mucho tiempo que me apetecía empezar de cero. Ya era mucho el lastre acumulado de miles de posts, centrados prácticamente en exclusividad acerca de temas profesionales (en mi caso educativos) y sentirme constreñido, tanto por mi cuenta de Twitter como por la tipología de escritos que estaba haciendo. No es malo reinventarse. Y, en mi caso, habiendo borrado ya todo rastro de lo que fui (¡ya sé que en la red nada se borra!) me apetece tomar otro camino.
Ahora, sin lastre, me apetece tomar de nuevo las riendas de un blog para empezarlo desde la nada e ir construyendo, mientras voy disfrutando, algo que pretende ir mucho más allá de una moleskine que me genere tanta rigidez como la anterior. Las hemerotecas digitales están plagadas de mis múltiples errores y, espero que algún acierto pero, sinceramente, no me arrepiento de nada de lo que escribí. Ni tampoco hago borrón y cuenta nueva, como me ha comentado alguien, porque me ofrezcan algún tipo de cargo político o haya recibido algún rapapolvo. Lo hago porque hay una etapa que ha finalizado y ahora toca abrir un nuevo libro.
¿Qué podréis encontrar aquí si os apetece bucear por esta bitácora, abierta a todos por razones que tienen mucho que ver con mi manera de entender las cosas y la sociedad? Pues hablaré de literatura, de gastronomía, de viajes, de cine, de música, de tecnología y, seguramente, también hablaré de educación. Por eso debía empezar de cero. Para dejarme llevar por mis impulsos en lugar de cercenar, en ocasiones esos impulsos, por la necesidad de escribir sobre ciertas cuestiones. Quiero escribir un poco de todo porque, al final, un blog no es nada más que un lugar para expresarse y reflexionar en voz alta. Nada más que eso. Nunca he pretendido que fuera nada más que eso y, al final, el blog me devoró, al igual que lo hizo la cuenta de Twitter. Y pensé que lo anterior era lo que jamás debería haber sido y fue. Sé que me explico muy mal pero, seguramente, la gente que me conoce y tengo más cercana, sabe a qué me estoy refiriendo.
Sigo también en Twitter, con nueva cuenta (@xarxatic_reborn) a una semana de borrar la anterior completamente. Nunca me ha importado que fuera una cuenta «verificada» porque, al final, lo que me importaba era la interacción que se podía generar en esa red social que, aunque cada vez más depauperada, aún tiene motivos para mí para seguir ahí.
Estoy muy contento de la decisión tomada. Ahora espero volver a disfrutar porque, después de más una década muy intensa, voy a poder volver a dejarme llevar por mis impulsos y tiempos. Me encanta escribir y por eso tengo este blog. Un blog que espero deje de convertirse en una letanía monotemática para empezar, al menos para mí, ser mi espacio compartido donde escribo de lo que me apetece cuando me apetezca.
Empezar de nuevo nunca me ha hecho sentir mejor porque, al menos hoy, he vuelto a sonreír al releer lo que escribo.
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Hola Jordi, los mejores deseos para tu nueva etapa, ¿con qué aplicación has editado el blog? Me gusta mucho la estética, todo muy claro y despejado.
Gracias por tus aportaciones
Hola José Miguel, en primer lugar muchas gracias por tus palabras. Se trata del tema Eskimo para WordPress. Quería sencillez y que fuera lo más claro posible porque, al final, lo superfluo hace que se pierda lo importante. Y en un blog lo importante es lo que se escribe y si quieres compartilo, que sea fácil su lectura por los que se pasan por ahí.
Si vieras mi cara cuando, desde tu RSS, empezaron a llegarme entradas de una empresa de limpieza…
Ya sabía yo que algo pasaría con tu blog. Y me alegro de que sea algo así. A mí me encantan tus entradas sobre educación (de hecho, tengo un montón en mi aplicación para leer más tarde, me llevo todo el curso metiendo entradas ahí), pero si algo me ha enseñado internet es que, si no te vas a ganar la vida con ello, lo mejor que puedes hacer es hacerle caso a tu cabeza y hacer lo que te apetezca en cada momento.
Si ahora quieres escribir sobre otros temas, también estaré encantado en leerte, aunque comente poco.
Un saludo y ánimo con este nuevo comienzo.
La verdad es que el restaurar todo el espacio implicó que, por desgracia, me equivocara en la gestión de las DNS (por eso dirigía a una empresa de limpieza). Y algún otro dolor de cabeza que algún día contaré.
No lo he cerrado por no ganar dinero con ello. Jamás he escrito por dinero y, como saben los que me conocen bien, podría haberlo hecho aceptando determinadas cosas y callando muchas otras. Nunca ha sido ese mi carácter. Es por eso que, al final, he optado por escribir sin tener que ceñirme a nada. Así sigo con mi hobby, me quito el lastre y, aunque hable en ocasiones de educación (es imposible no hacerlo, siendo mi profesión y además creyendo en que hay cosas que merecen ser dichas) es todo mucho más amplio. Así, en cada momento, puedo escribir sin preocuparme del «acerca de qué». Una decisión que me ha liberado mucho.
Muchas gracias.