Hay dos grandes problemas en la sociedad actual en los que, por desgracia, todos caemos caemos alguna vez: la generalización y la crítica a las personas que «supuestamente» son equidistantes. Bueno, eso y el considerar facha a todo el mundo que no piensa como nosotros, pero sobre ello ya escribí hace algún tiempo con un post titulado «Fachas everywhere» y no voy a repetirme aunque vaya justo de argumentaciones a estas alturas del año.

Ya si eso también introduzco a los estúpidos que quieren que la vacuna salga mal y que, por ponérsela a alguno le salgan dos culos o haya miles de enfefalopatías que impliquen cientos de muertes. Hace falta ser muy gilipollas para querer que, en función de quien haga algo, no funcione. Ojalá funcione. Y ojalá funcionen las cosas que están haciendo en las Comunidades gobernadas por partidos políticos A o B. A mí no me importa quien dé con la solución. A mí lo que me importa es que se solucionen las cosas (vale tanto para el covid como para cualquier otra cuestión).

Pero vayamos al leitmotiv del artículo. Al tema de las generalizaciones y la crítica absurda de algunos a la equidistancia. Están, además muy relacionadas las dos cuestiones porque, ¿os imagináis que alguien dijera que todos los docentes son unos vagos? Seguro que saltaríais a su yugular, especialmente si sois docentes que no os sentís representados por esa generalización. Pues eso. Eso sí, reconozco que es muchísimo más fácil el generalizar que hablar de casos concretos. Es mucho más fácil criticar a Amancio Ortega por despedir a gente en sus empresas o a Nadal por tener investigaciones en su escuela de tenis, que plantearse que quizás esas personas, al menos a nivel de donaciones, hacen mucho más que cualquier otra persona de las que les critican. Y que conste que no son santos de mi devoción pero, al final he de reconocer que puedo criticar que supuestamente no paguen a Hacienda y aplaudir el hecho de que estén realizando donaciones. Al igual que puedo distinguir a Maradona de su faceta deportiva de su faceta humana, totalmente poco recomendable como ejemplo. Algo que no es ser equidistante. Algo que es ser objetivo. Lo mismo con el hospital que ha construido Isabel Díaz Ayuso que no comulga precisamente con mi ideología. Que sea la única presidenta autonómica, junto con el gobierno valenciano que va a ampliar un hospital público, que haya invertido en sanidad pública, es paradigmático. Claro que podemos y debemos criticar el coste o cómo se está gestionando el hospital pero, lo de criticar la construcción de hospitales públicos es un poco surrealista.

El sesgo también es preocupante. Da la sensación que la LOMLOE sea una maravilla para algunos y un desastre para otros. Joder, analizad punto por punto como han hecho algunos y criticad -o aplaudid- en función de lo que hay escrito en la ley y no os inventéis puntos que no existen o veáis supuestas intencionalidades porque… lo que hay escrito hasta ahora es lo que es. Y, por ahora no hay más. En un futuro, cuando se estén redactando los currículums, ya podremos criticar o aplaudir lo que se diga. Por ahora, solo han vendido la caja. Ni hay acompañamiento presupuestario consolidado ni se habla de las particularidades. Por cierto, lo que sí que podemos lamentar es que hemos perdido la posibilidad de que exista Erasmus con Reino Unido. Eso sí que es una mala noticia para la educación.

Yo puedo criticar la VIU (Universidad privada) y los estudios de Ingeniería Técnica Agrícola que, en mi época de estudiante, impartían en La Almunia de Doña Godina (Universidad Pública). Puedo criticar basándome en datos objetivos del porcentaje de aprobados (excesivo para cualquier Universidad, porque no cuadran de ninguna manera y no creo que sean mucho más inteligentes los que estudian en esas) pero, pudiendo criticar lo anterior, me es imposible generalizar del alumnado o del profesorado de ahí. Incluso puedo criticar los planes de estudio de muchas Facultades de Magisterio y del nivel con el que salen muchos alumnos. Incluso la competencia digital del profesorado en su conjunto pero, de ahí a decir TODOS va un largo trecho.

A ver si nos enteramos de una vez… no todos los hombres son machistas ni asesinan a sus parejas. Juan F. puede haber matado a Gema C., al igual que Carmen J. puede haber matado a José B. Son asesinatos perpetrados por personas concretas. Al igual que sucede con las personas migrantes: hay buenas personas y malas personas que entran de forma ilegal. Lo de poner a todos en el mismo pack, al igual que a los votantes de determinados partidos, es un error. Eso sí, generalizar y criticar la equidistancia es muy interesante. Especialmente para aquellos que no quieren buscar argumentos de debate o poner sobre la mesa determinados casos.

Me ha salido un artículo muy incoherente y equidistante. Y, además no he respondido al título del mismo. Va, para que nadie me acuse de clickbait voy a responder al mismo… en las aulas hay docentes muy vagos, un poco vagos, que hacen lo que les toca, que hacen más de los que les toca y que, de forma totalmente absurda, viven para su profesión. Ale, ya os he respondido. O, al menos, lo he intentado 😉


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