Imagina que, por motivos varios y habiendo planificado -o no- el hecho, vas y trincas un carrito del helado que, o bien por falta de vigilancia o bien por cualquier otro tipo de situación, ha acabado en tus manos. Imagina que, por desgracia, incluso que parecía un trinque fácil, van y te pillan. Entonces hay dos maneras de enfocar la situación: reconocer que lo has trincado y aceptar la pena que van a imponerte por ello o, simplemente, utilizar un determinado tipo de argumentos para intentar justificar ese trinque. Y, lo que interesa en este post es la segunda forma de enfocarlo. Así pues, vamos a ello.
El primer argumento para justificar ese trinque es que «otros también han trincado carritos de helados«. O, simplemente, se puede usar el típico argumento de «nos han pillado con el carrito del helado para justificar que otro se haya llevado muchos carritos de helados«. Eso sí, siempre añadiendo previamente a esas declaraciones y dejando caer la idea de que «nos han pillado porque desde el primer día que hemos llegado a este barrio, por motivos que desconocemos, siempre hemos tenido a policías que estaban vigilando que no trincáramos un carrito del helado«.
Hay motivos variopintos para justificar el haber trincado ese carrito del helado. Incluso puedes intentar vender que «el carrito del helado no existe aunque lo tengas a tu lado«, porque ya lo de decir que «lo has trincado pero es más pequeño de lo que han trincado los otros y tiene menos helados dentro«, sigue siendo delito.
A ver, que siempre puede darse el caso de que no exista ese carrito y «lo hayan puesto ahí otros para intentar inculparnos por algo que no hemos hecho«. Y eso puede incluso justificarse mientras te estás tomando un par de Calippos apoyándote en el carrito. Es que, al final, lo de las justificaciones varias es muy manido.
Eso siempre y cuando no acudas al «es que son unos fachas y por eso han mirado a ver si robábamos un carrito de helados» o «como hemos trincado el carrito mujeres, son unos machistas los que nos acusan de ello«. Vale también para trincadores de determinada orientación sexual o raza que hablan de discriminación por haberles pillado con el carrito.
En definitiva, que si te pillan con las manos en la masa, hay muchos argumentos para intentar justificarlo. Además, en ocasiones, hay algunos especímenes con dos patas y pocas neuronas, que curiosamente han pagado parte de esos helados que hay dentro del carrito, que van a ayudarte a difundir tus argumentos. Especialmente si tienes un buen club de fans en las redes sociales porque, al final, la ideología mezclada con la falta de inteligencia, hace posible que algunos sean capaces de ver bien o intentar justificar que otros roben carritos llenos de ricos helados.
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