Tengo muy claro que la educación es el campo de batalla de algunos. También tengo claro que, mientras nos remozamos en un barrizal permanente, con problemas cada vez más acuciantes en las aulas a todos los niveles, estamos olvidando que hay cuestiones que, por mucho que algunos intenten manipular, son clave para mejorar el aprendizaje del alumnado. Y son cosas que sabemos y demuestran casi todas las investigaciones salvo, claro está, la del cuñado de turno (sí, también puede ser docente) que la ha buscado por internet y ni tan solo se la ha leído, quedándose en una mala traducción de las conclusiones.

Pues bien, hay seis cosas que, por lo visto, mejoran el aprendizaje del alumnado. ¿Solo seis? Bueno, a mí me parecen ya muchas porque, sinceramente, vista la calidad del debate educativo, soy cada vez más fácil de conformar. Y habiendo sota, caballo y rey en la baraja, puede resultar mucho más sencillo buscar otras que, en un futuro, podemos ir encontrando. Recordad que la ciencia no es permanente y que se avanza, en ocasiones, rompiendo premisas previas. Pero, por ahora, salvo que alguien me demuestre lo contrario, esto es lo que funciona. O lo que permite mejorar el aprendizaje del alumnado. Pongámosle todas las comillas que queramos.

Así pues, permitidme exponeros estas cosas que mejoran el aprendizaje del alumnado. Ojo, si cambiamos el objetivo de la escuela a otra cosa diferente de que el alumnado aprenda, ya estaríamos hablando de otra cosa y quizás no valdría lo que os voy a desarrollar a continuación. Asumamos que el objetivo de la escuela es que el alumnado aprenda.

Pues bien, lo primero que mejora el aprendizaje del alumnado es tener docentes con profundo conocimiento de la materia que imparten. Además de dominar ese contenido, deben ser capaces de detectar errores metodológicos frecuentes en su alumnado y ser capaces de identificar los errores en su praxis metodológica. Las evidencias dicen que, por desgracia para algunos, tener a un especialista en Lengua Castellana impartiendo Geografía e Historia perjudica el aprendizaje del alumnado. Una pena para un determinado discurso que ha calado mucho en los últimos tiempos.

También mejora el aprendizaje del alumnado la calidad de la enseñanza. Una práctica muy relevante es dedicar unos minutos al principio de cada clase a recordar aprendizajes previos y dar tiempo al alumnado para que practique lo que se ha explicado. La progresividad en conocimientos, debiendo asumir conocimientos previos, es clave. Es lo que algunos denominan andamiaje. No se puede correr sin saber andar. Es que es de cajón. Y, algo que también es importante, es recordar que la instrucción directa es la mejor estrategia de enseñanza. O, al menos, la que consolida inicialmente (después se practican o recuerdan) mayores aprendizajes.

Otro tema clave es el ambiente en el aula. Un buen ambiente en el aula, sin disrupciones continuas, es mucho más exigente con el alumnado y les motiva mucho más. En caso de que haya ruidos en el aula, eso afecta negativamente al resultado de todo el alumnado. Especialmente al más vulnerable. Por cierto, un buen clima en el aula permite que se den mayores aprendizajes en el alumnado que más se esfuerza que en el que más capacidad presenta. Y eso es algo muy positivo.

La gestión del aula es otra de las claves. Si se diseña de forma eficiente el uso del tiempo para cada tema, la organización de los recursos y el espacio del aula, se mejorará el aprendizaje. Eso sí, una buena gestión del aula sin docentes con profundo conocimiento de su materia o buen ambiente, no sirve de nada. Por tanto hay condiciones previas para que esta gestión mejore el aprendizaje del alumnado.

Aunque nos sorprenda, otra de las cosas que mejora el aprendizaje del alumnado, son las creencias de los docentes. Especialmente en etapas iniciales del aprendizaje. Si los docentes creen que su alumnado va a aprender mejor de una forma y la aplican, seguramente van a conseguir mejores resultados. Siempre, claro está, que esa metodología no esté basada en pseudociencias. O dicho de otra forma, se puede dar clase de muchas maneras, con muchas estrategias y herramientas. Y, salvo que sea alguna barbaridad lo que se hace, creer en que lo que estás haciendo es lo mejor para tu alumnado revierte positivamente en el mismo.

Y, finalmente, la profesionalidad. Una formación de calidad, el apoyo entre los miembros de un mismo Claustro y la comunicación con las familias, también tiene efectos positivos en el aprendizaje del alumnado.

Nada, espero que os sea de utilidad aunque, estoy convencido de que, al igual que sabíais que el aula moja, también teníais claro lo que he escrito en este post. Bueno, salvo esos cuatro que, no se sabe muy bien el porqué, van de mesías de una educación basada en ocurrencias.

Bibliografía

Coe, R., Aloisi, C., Higgins, S., & Major, L. (2014). What makes great teaching? Review of the underpinning research. Sutton Trust. https://www.suttontrust.com/wp-content/uploads/2019/12/What-makes-great-teaching-FINAL-4.11.14-1.pdf

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