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Reflexiones acerca de la web de centro

En la actualidad hay dos modelos de web de centro: el modelo que quiere vender un determinado producto y captar clientes (léase alumnado en su concepción más empresarial), y el modelo que intenta ser de utilidad para los que la consulten. Por desgracia, de las primeras hay un porrón. Cada vez más en centros públicos que se están apuntando al “vende innovación, capta clientes y juega al despiste”. Y además, leyendo lo que dicen que venden, uno ya no sabe si matricula a sus hijos en un centro educativo o en un gimnasio con spa.

El problema fundamental es el segundo modelo. Aquel que intenta ser de utilidad para los que la consulten, de acceso sencillo y con una distribución muy ordenada de los puntos que va a tratar. Los menús superiores son imprescindibles, pero aún lo es más la posibilidad de ver, de un solo vistazo, lo que ofrece (en cualquier tipo de dispositivo). Y, por favor, que esté actualizada por todo el mundo. Una sola persona para gestionar la web de un centro educativo es un error. Debe establecerse un procedimiento para que todos los Departamentos y/o docentes (en caso de Infantil y Primaria) puedan actualizar lo que están haciendo. Tampoco se trata de volverse locos publicando el primer eructo que se tira un alumno de FP Básica, pero sí que debe informarse acerca de los proyectos que se están llevando a cabo.

Ahora estoy trabajando, después de muchas webs que llevo a cuestas de otros temas, en una web para un centro educativo de Secundaria, en el que se imparte ESO, Bachillerato y FP. Algo que implica que debe montarse una web, de tal forma que desde la página principal se acceda a los estudios de interés del que la visita. A un alumno o padre de alumnado de Bachillerato no le interesa la ESO. Al igual que a uno de FP no le interesa lo que se esté haciendo en Bachillerato. Utilidad. Utilidad. Utilidad. Lo he repetido por si no queda claro.

Debemos también prescindir, siempre en mi opinión, de colores estridentes. No se trata de tener una web tutifruti. Se trata de tener una web donde exista buena tipografía y, en caso de tener “recuadros” para acceder a diferentes lugares dentro de la misma, no se convierta lo anterior en una experiencia mareante para el usuario. En las webs de centro menos es más. Poner información innecesaria, salvo los típicos espacios de historia del mismo, es un poco absurdo. Salvo, claro está, que a uno le guste una web apta para el diógenes digital.

No tiene sentido tampoco no potenciar y hacer muy fácilmente accesible un formulario de contacto con el centro. Tampoco que no exista el número de teléfono y el correo electrónico accesible. No se necesitan redes sociales. Las redes sociales es para difundir y aumentar “visibilidad”. Lo que queremos en una web de centro es dar un servicio a sus usuarios. Usuarios que, normalmente, ya forman parte de la comunidad educativa del propio centro. No es malo que haya redes sociales pero, a diferencia de un blog personal o interés en dar difusión a lo que uno hace (por motivos variopintos), lo importante, repito, ES OFRECER UN SERVICIO.

La administración pública en algunos lugares se ha puesto las pilas ofreciendo la posibilidad de que sean los centros educativos quienes gestionen sus webs. Otros les ofrecen una plantilla muy limitada. Y, finalmente, hay aquellas administraciones que, por el servicio nefasto que ofrecen, obligan a sus centros educativos a buscarse la vida. Tengo suerte en mi administración porque hay bastante margen con un WordPress y un editor visual integrado que permite hacer bastantes virguerías.

Es muy complicado abordar la tarea de una web de centro. Dependerá mucho del voluntarismo de su creador y de la capacidad de mantenimiento de la misma. No hay nada peor que empezar una web (¡primero haced el diseño en papel!) y ver como, conforme van pasando los cursos, no se actualizan ni tan solo el nombre de los docentes. No se trata, como he dicho y he repetido hasta la saciedad, de que haya mucho. Se trata de que haya lo necesario para ayudar a los que la consultan. Y sí, debe tener enlaces al proyecto educativo de centro y a toda la documentación que tenga, tanto el centro educativo como suministre la administración educativa.

Un detalle… es importante que cada Departamento (al menos en Secundaria -obligatoria y postobligatoria-) disponga de su propio espacio y que se les dé permiso para que puedan editarlo de forma autónoma. Antes, claro está, conviene formarles para que lo hagan. Y eso es algo que debería hacerse en todos los centros educativos al empezar el curso. Especialmente para los docentes nuevos que aterrizan cada curso porque, al final, una web de centro es de todos y para todos. Si no lo entendemos así, ya podemos crear la mejor web del mundo mundial que, por desgracia, estaremos condenados al fracaso más estrepitoso.

Nada, unas reflexiones en voz alta acerca de la web de centro. Y siempre desde mi óptica totalmente subjetiva.

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