Lo sé. Estoy tocando el tema tabú de la «educación basada en evidencias». Tengo claro que va en contra de los principios, gracias a los cuales, algunos siguen vendiendo ciertas chuminadas campestres relacionadas con la educación. O, simplemente, les permite hilvanar, normalmente desde sus púlpitos universitarios, ciertos discursos y relatos que, a poco que alguien tenga un poco de conocimiento científico, sabe que son auténticas patrañas.

Los personajes anteriores no me preocupan porque, al final lo que me preocupa como profesional de la educación, es disponer tanto de las mejores investigaciones como herramientas para saber qué funciona (o que no) en educación. Bueno, qué puede funcionar porque todos sabemos que, por desgracia, en investigación educativa en nuestro país vamos muy atrasados. Y además, la misma por robusta que sea, tiene un traslado complicado a las aulas.

Pero bueno, vamos a lo que nos interesa. A saber, según las investigaciones, qué funciona, siempre supuestamente y con los datos que tenemos en la actualidad, en educación. Y ya os digo yo, a pesar de que os gustaría otra cosa, que hay muy poco que sabemos fehacientemente que puede funcionar. Pero bueno, vamos allá.

¿Cómo aprende el alumnado nuevas ideas o conocimientos?

  • El alumnado aprende nuevas ideas o conocimientos gracias a los conocimientos que tenía previamente. Por tanto, es imposible que de forma autónoma generen nuevos conocimientos de la nada.
  • Para aprender, el alumnado debe transmitir la información que va asumiendo a la memoria (donde se procesa esa información). Una vez realizado ese aprendizaje, se traslada esa información a la memoria a largo plazo, donde puede recuperarse de forma bastante rápida. Eso sí, el alumnado puede verse abrumado por una sobrecarga de tareas y de inputs de información. Algo que haría que no se almacenara esa nueva información y aprendizaje de forma correcta.
  • El desarrollo cognitivo no depende de etapas relacionadas con la edad. Se puede aprender nuevas cosas en cualquier momento. Tan solo es necesario que estén previamente fijadas en la memoria a largo plazo.

¿Cómo aprenden y retienen nueva información o conocimientos?

  • La información o conocimientos son, a menudo, retirados de la memoria solo a medida que entran. Es importante relacionar aprendizajes con el significado de los mismos. Algo que permite mejorar la capacidad de retención y recuperación posterior.
  • La práctica es esencial para asentar nuevos aprendizajes. Eso sí, la práctica permite una mayor retención de aprendizajes si la misma se realiza pasado el tiempo de la incorporación de esos aprendizajes a la memoria.

¿Cómo resuelve el alumnado los problemas?

  • Cada materia tiene un conjunto de aprendizajes que, si se almacenan en la memoria a largo plazo, permiten resolver problemas de forma transversal, ya que ese alumnado acude a esos conocimientos y habilidades existentes. Por tanto, el aprendizaje debe darse en materias independientes y la relación será establecida, por parte del alumnado, cuando deba abordar un proyecto en el que intervengan varios conocimientos y habilidades de diferentes materias.
  • El feedback (la retroalimentación), normalmente en un rango temporal corto, es altamente efectivo para adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Y para fijarlos correctamente.

¿Cómo se transfiere el aprendizaje a nuevas situaciones dentro y fuera del aula?

  • La transferencia de conocimientos o habilidades para un problema nuevo requiere, tanto del conocimiento, como del conocimiento del contexto y una profunda comprensión del problema.
  • El alumnado entiende las nuevas ideas y conceptos mediante ejemplos. Eso sí, el uso de elementos visuales, en caso de que los mismos no tengan relación con el aprendizaje o la relación sea controvertida, puede provocar que no se fijen bien esos conocimientos.

¿Qué motiva al alumnado a aprender?

  • El alumnado debe creer que puede aprender y esa creencia debe ser reforzada por los docentes.
  • La motivación por aprender es mucho más importante que las recompensas o castigos. Tampoco influye la percepción del alumnado frente a la materia. No existe el alumnado más motivado para aprender una materia u otra.
  • El profesorado debe ayudar al alumnado a que se dé cuenta de qué sabe y qué no para motivarle. La autopercepción, en muchas ocasiones, no es válida. Eso se puede hacer mediante múltiples estrategias y herramientas.
  • El alumnado se siente más motivado cuanto más adaptado está a la institución escolar.

¿Cuáles son los principales conceptos erróneos acerca de cómo aprende el alumnado?

  • El alumnado no tiene diferentes «estilos de aprendizaje».
  • El alumnado no usa solo el 10% de sus cerebro, ni tampoco tiene preferencias en el uso del «cerebro izquierdo o derecho».
  • El alumnado con y sin conocimientos no puede pensar de la misma manera.
  • No se aprende más según la edad porque cada alumnado puede aprender en un determinado momento ciertas cosas. Esto va en contra del agrupamiento por edades que se usa en muchos sistemas educativos como el nuestro.

Nada, ya veis que en los últimos artículos estoy compartiendo con vosotros cosas que yo también estoy aprendiendo (o, como en este caso, recordando). Espero que os sea de utilidad. Y recordad que las investigaciones, también en educación, avanzan. Mucho más lento de los que nos gustaría a algunos pero, por suerte, van permitiendo conocer determinadas cosas que pueden mejorar la educación que recibe nuestro alumnado.

Bibliografía

Deans for Impact (2015). The Science of Learning. Austin, TX: Deans for Impact. https://deansforimpact.org/wp-content/uploads/2016/12/The_Science_of_Learning.pdf

Lo más importante del blog es que os paséis por aquí, pero si queréis colaborar en su mantenimiento o haceros mecenas del mismo…


Descubre más desde XarxaTIC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.