Reconozco que hay cuestiones educativas que me superan y que merecen, por la mezcla de hilaridad y tristeza que me provocan, tener una breve reflexión en mi blog. Hoy voy a hablar del «Parlamento Mundial de Educación». Un lugar que no existe, sin competencia ninguna y sin ningún tipo de aval de ninguna administración. Es que, debo reconocer, que si a mí me llegara una oferta para formar parte de «los docentes más chachis» o ser un «parlamentario educativo», me descojonaría hasta descoyuntárseme todos los huesos de mi anatomía. Pero bueno, esto es lo que haría yo.

Hace unos días un compañero publicó en Facebook lo siguiente:

Fuente: Facebook

Y, como uno ya es cabezón a una cierta edad, me puse a investigar qué demonios era eso del Parlamento Mundial de Educación. Más que nada porque en los últimos años ya han sido varias las ocasiones en las que he oído hablar de ello. Nada, empiezo por una búsqueda refinada en varios buscadores (en ocasiones le pongo los cuernos a Google) y, en todos, pasando por diferentes Linkedines de orgullosos parlamentarios, llego a una página en Facebook que, supuestamente, es la herramienta de comunicación de tan magno Parlamento.

Fuente: Facebook

Lo sé. Una cuenta sin verificar de uno con un micrófono ya se intuye ser algo muy poco serio. Además, si uno revisa sus publicaciones, solo aparecen la bienvenida a nuevos miembros. Se parece mucho a aquel que en Twitter solo publicaba artículos copiados y mal traducidos del inglés en su blog y que, cada cierto tiempo, iba diciendo que conocía a tal o cual «experto» en educación. Sí, hay gente que se monta una película y se la cree. El problema es que algunos se creen ciertas cosas. Especialmente porque hay personas a las que les gusta que les aplaudan y les hagan subir el ego. Algo totalmente respetable. El ego de uno es local e intransferible.

Este Parlamento no tiene ni tan siquiera un espacio web. Pero bueno, sigo indagando… además, con estas cosas me lo paso bien. Es como una de esas antiguas Webquests. En este caso podríamos titularla «Descubriendo un nuevo fraude educativo» o, para que ninguno de los parlamentarios se sienta ofendido, «El espacio metafísico del Parlamento de Schrödinger».

Pues resulta que, buscando, he encontrado de dónde surge este lugar ficticio. Surge de la idea de Gabriel Pirato Mazza (enlace a su Linkedin) que lleva la friolera de 45 años perteneciendo a dicho Parlamento y 72 años siendo rector de IADES. Por lo visto nació y ya era casi rector. Es que, sinceramente, a mí me daría pánico relacionarme con alguien así a nivel profesional. Salvo, claro está, para echarme unas risas. O para tomar algo. Seguro que es muy buena persona. Nunca lo voy a cuestionar de nadie.

Fuente: Linkedin

Voy a seguir tirando un poco más del hilo. Bueno, antes os voy a poner a alguien que, también parlamentario de esto, tiene un perfil muy interesante.

Fuente: Linkedin

Va, por favor, tomáoslo en serio. No hagáis como yo. Que llevo echándome unas risas fantásticas a lo largo de toda la investigación. Qué demonios. Coach, vendedor de servicios matrimoniales, hipnotista,… es que, repito, a mí me daría vergüenza que me relacionaran con estas cosas. Pero repito, como digo siempre, cada uno es libre de hacer en su tiempo libre lo que quiera. Incluso pertenecer a una entidad fantasma y hablar de ella como si fuera algo que va a cambiar la educación. Las chapitas molan. Si no fuera así, en las redes sociales, no habría tantos docentes que se definen por la cantidad de chapitas que tienen.

Nada, sigo buscando la luz. Pues bien, ya la he encontrado. Finalmente, después de una búsqueda que podía haber hecho bastante rápidamente cualquier invitado a ser parte de «la ficción», me he encontrado que esto surge de IADES. Un chiringuito que expide varios títulos educativos sin validez legal. Bueno, salvo que permiten continuar en determinadas Universidades que, curiosamente, tampoco están avaladas legalmente por el gobierno argentino.

Fuente: https://www.fundacioniades.com.ar/Articulacion-Universidades

Y, por cierto, antes de finalizar con el corolario final, permitidme deciros que resulta bien curioso que el presidente del Parlamento Mundial de Educación (¡no puedo escribirlo sin reírme!) diga que es rector de IADES desde el año 1950 en Linkedin y resulta que IADES se creó en 1956. Es que ni disimular las fechas.

Fuente: https://www.fundacioniades.com.ar/

Como digo siempre, cada uno es libre de autonombrarse como lo que le parezca. Otra cuestión es que los demás no podamos soltar la carcajada al ver ciertas cosas. Por cierto, el valor de los parlamentarios del Parlamento Galáctico de Educación, tal y como indica mi título de parlamentario, otorgado por la Tanned Balls University, es mucho mayor que el de los del Parlamento Mundial de Educación porque, al menos en mi caso, sé que es solo algo ficticio para hacer la coña.

Sed buenos. Y si alguien es parlamentario, por favor, que no se sienta demasiado presionado por dejar de serlo. Es que sin que existieran ciertas cosas, de qué nos reiríamos en educación.

Dentro de nada, otro día más en las aulas. En la realidad. En esa realidad tan compleja, con normativa cada vez más absurda, recursos que nunca acaban llegando y batallas sin sentido en las que perdemos mucho tiempo. Seguimos…

Como estoy haciendo en los últimos artículos, os recomiendo mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel) o en ese pop-up tan molesto que os sale. Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos sobre educación este curso. 😉


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